María Rufilanchas: “Una teta es una teta siempre, el resto lo pone el ojo de quien mira”
La creadora de teta y teta habla sobre desexualizar el pecho, la cosificación, la censura en redes y Amaral
La palabra “libertad” sale rapidísimo de María Rufilanchas (Madrid, 49 años), porque la primera pregunta es qué es teta y teta, la marca de la que ella está detrás, y contesta que es “una comunidad que reivindica libertad femenina a través de la creatividad y el activismo” y “una asociación sin ánimo de lucro pero con ánimo de desexualizar la teta y el ambiente y transformar la mirada”. Algo de lo que se habló mucho la pasada semana porque ese ambiente y esa mirada han estado centradas en las tetas de Amaral, que el sábado 12 de agosto se subió como la única mujer cabeza de cartel del Sonorama Ribera y cantó con ellas al descubierto para reivindicar los pechos al descubierto de muchas otras, entre ellas, y a la que primero nombró en su discurso, a Rocío Saiz. A la excantante de Las Chillers la policía la detuvo el pasado junio por quitarse la camiseta cuando cantaba Como yo te amo durante la celebración del Orgullo en Murcia. Hace una década que la artista muestra los pechos cuando interpreta la canción popularizada por Rocío Jurado, y nunca antes había tenido ningún problema.
En que una teta “solo signifique una teta” lleva trabajando años Rufilanchas, a la que le cuesta definir quién es: “¿Publicista? Durante siete años lo fui y de alguna forma lo sigo siendo, solo que ahora he descubierto la creatividad social y estoy en mi salsa. ¿Creativa? ¿Creativa activista? [Se ríe] Nada me define bien”. Opta por ser fundadora de molaría [un estudio especializado en voces de marcas y copywriting] y teta y teta. En esta última, están centradas en los proyectos. El último fue en julio: Desenredo, una peluquería en la cárcel de Estremera (Madrid), en colaboración con la cadena Marco Aldany, en la que se está formando a 12 mujeres para que salgan de prisión con un título de auxiliar en peluquería, “para ayudar a su reinserción”. Ahora tienen “muchos más proyectos” sobre la mesa, también “cero presupuesto”, por el momento, “pero muchas esperanzas”.
Pregunta. ¿Qué es descontextualizar la teta?
Respuesta. Sacarla de la mirada masculina, de eso que llaman el male gaze. Ofrecer miradas alternativas, desaprender, reeducar, naturalizar. Las tetas no son un órgano sexual sino un órgano glandular que fabrica leche para amamantar a las crías. Por supuesto que son una zona erógena, pero como la nuca o los labios. En el último post de nuestro Instagram [se refiere a una ilustración sobre los pechos al aire de Monstruo Espagueti] hay cientos de comentarios como “ah, pues si ella se saca las tetas, entonces yo me saco el pene donde me dé la gana”.
P. ¿Por cosas como eso es necesario hacerlo, descontextualizarla?
R. La mirada actual nos cosifica y la cosificación nos convierte en objetos, objetos no pensantes, nos deshumaniza, nos enjaula, es muy peligrosa. Porque hay que reducir la presión social y médica para tener unas tetas perfectas o dos tetas, que menudo negocio. La cosificación es otra forma de opresión, desigualdad y violencia sobre nosotras que genera muchos problemas de salud, físicos y psicológicos, cada vez a una edad más temprana. ¿Te has fijado este verano?
P. ¿Qué ha pasado?
R. Cada vez hay más niñas pequeñas con parte de arriba del bikini en piscinas y playas, es horrible que puedas encontrar bikinis o sujetadores con relleno para niñas de cinco años, es caldo de cultivo para pederastas y demás. Además, está claro que la sexualización de la mujer y la violencia sexual están muy relacionadas.
P. ¿Cree que lo de Amaral ayuda a ir contra esas estructuras? Ha habido como una especie de polarización, y un debate, también en el feminismo, sobre si esto realmente es una liberación. ¿Por qué cree que sigue pasando, por qué sigue siendo tan polémica una teta?
R. Porque enseñar las tetas es un acto político y porque tira más una teta que dos carretas. Sobre la división feminista: no sé responder. Solo sé que molaría que pensar diferente en vez de separarnos, nos uniera, nos ayudara a avanzar, como en la ciencia: piensan diferente, y menos mal, pero se escuchan, se respetan, prueban, fallan, reculan, reinventan, experimentan por el bien común, y avanzan. Pensar diferente ayuda a avanzar.
P. ¿Tiene también que ver en la polémica qué teta sea y de quién sea?
R. No creo. Mira las de Femen. Pero mira, supongo que si Amaral hubiera sido uniteta o hubiera tenido gigantomastia o asimetría mamaria, el debate habría sido otro.
P. A veces depende del contexto, cuándo una teta es una teta: las que dan de mamar, las del toples en la playa nudista o en una que no lo es, en la calle o encima de un escenario. ¿Por qué? ¿Cuándo una teta es una teta?
R. Salvo en una playa nudista, la mayoría de la gente ve provocación en una teta fuera, incluso en una teta dibujada, o lactante. Es así. Asocian desnudez a sexualidad, esa es la raíz de muchos problemas. Te diría que buscaras en Google “toples”, pero es asqueroso. Una teta es una teta siempre, el resto lo pone el ojo de quien mira.
P. ¿Hay una regresión? Por ejemplo, ¿no se puede ser madre e ir a la playa y hacer toples y que no sea algo sexual?
R. Es que es justo eso. Hacer toples no es sexual, es sanísimo, es libertad, liberación, desacompleja mucho. Hay regresión en el toples por presión estética y por miedo a que nos graben, que ahí está la impunidad de los mirones, pero también hay avances: mira lo que ha pasado en Cataluña este verano [la Generalitat dio aviso tanto a ayuntamientos como a comunidades de vecinos de que no podían prohibir el toples en sus piscinas porque eso vulnera la ley catalana 19/2020 de igualdad de trato y no discriminación para lo que hay sanciones que oscilan entre los 300 y 500.000 euros].
P. ¿Qué piensa sobre la censura en algunas redes sociales de los pezones?
R. Que es muy ridícula y muy cansina. Y también da fuerza.
P. ¿Afecta mucho a teta y teta?
R. Pues por un lado nos beneficia, porque existimos gracias a la censura y nos empuja a descubrir nuevas maneras de sacar teta, y con mucho esfuerzo hemos construido una gran comunidad en Instagram, pero por otro lado nos tienen capadísimas. La cuenta siempre está en riesgo de ser borrada, la han cerrado dos veces, para Instagram el contenido de teta y teta no cumple sus normas, lo considera sexual. Sin embargo, si lees las normas las cumplimos todas. Ahora estamos intentando crear comunidad través de nuestra newsletter porque si nos vuelven a borrar la cuenta de Instagram perderíamos casi 140.000 contactos y todo el trabajo de estos 10 años.
P. Pues toca la pregunta obvia: por qué la teta es política.
R. Porque nos la han arrebatado.
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