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Dos investigaciones acusan a Juan Pablo II de encubrir abusos en la Iglesia polaca antes de ser papa

Un reportaje en la televisión TVN24 y un libro que se publica en Polonia esta semana aseguran que el entonces arzobispo de Cracovia conocía casos de pederastia y se limitó a trasladar a los autores

Gloria Rodríguez-Pina
El entonces cardenal Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, en 1971.
El entonces cardenal Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, en 1971.Gianni Foggia (AP)

La imagen del papa Juan Pablo II, santificado y venerado en Polonia, acaba de recibir dos fuertes golpes en su país. Dos investigaciones paralelas revelan que antes de llegar al Vaticano el entonces cardenal Karol Wojtyla encubrió casos de abusos a menores cometidos por al menos tres sacerdotes de su diócesis en Cracovia, en el sur de Polonia. Según un documental difundido este domingo en el canal TVN24, Wojtyla cambió de destino a curas acusados de pederastia para acallar a las víctimas y evitar escándalos. Este miércoles se publica en el país además el libro Maxima Culpa: Jan Paweł II wiedział (máxima culpa: Juan Pablo II sabía), una investigación del corresponsal holandés Ekke Overbeek que aborda la misma cuestión.

El periodista polaco Marcin Gutowski ha dedicado más de dos años a tratar de responder a la pregunta de qué sabía Juan Pablo II sobre los casos de pederastia en la Iglesia polaca. Durante años se ha debatido mucho sobre si el Papa estaba al corriente durante su pontificado de los abusos perpetrados en el seno de la Iglesia católica. Sus defensores alegaban que no conocía la escala del problema y que empezó a ver las primeras señales cuando ya estaba muy enfermo. Los trabajos de investigación que están viendo la luz esta semana demuestran lo contrario.

Gutowski y su equipo han entrevistado a víctimas de abuso, familiares y testigos de casos registrados durante el mandato del arzobispo y cardenal Wojtyla, que estuvo al frente de la archidiócesis de Cracovia entre 1964 y 1978. El reportero también tuvo acceso a documentos eclesiásticos, aunque la diócesis de Cracovia rechazó darle permiso para consultar sus archivos. La conclusión del trabajo, plasmada en Franciszkańska 3 —la dirección de la sede de la archidiócesis de Cracovia—, un documental de 92 minutos adelantado en la web de la cadena el fin de semana y difundido en TVN24 este lunes en Polonia, es que Wojtyla conocía de primera mano los abusos perpetrados por al menos tres sacerdotes.

“Hoy sabemos, sin duda, que Karol Wojtyla conocía los abusos de curas en Polonia y los encubrió, antes de ser papa”, asegura Gutowski en el documental, que forma parte de una serie más amplia sobre la pederastia en la Iglesia. En la cinta, un hombre que prefiere mantenerse en el anonimato asegura que informó personalmente al entonces cardenal de un caso de un cura que cometió abusos en Kiczorze. Según su versión, Wojtyla le pidió que se mantuviese callado.

El cardenal polaco, que fue papa durante 27 años, desde 1978 hasta su muerte, en 2005, ordenó el traslado a distintas diócesis de los curas acusados de abusos. En un caso, llegó a enviar a uno de ellos a Viena, con una carta de recomendación bajo el brazo dirigida al cardenal Franz Koenig, en la que no mencionaba las acusaciones que se cernían sobre el sacerdote. Otro cura pasó por cinco parroquias diferentes y en todas fue denunciado por abusos. Según los testimonios, algunas denuncias le llegaron directamente a Wojtyla, que prometía tomar medidas, pero nunca impuso ningún castigo a los culpables.

Rembert Weakland, que fue arzobispo de Milwaukee (Estados Unidos) durante 25 años, asegura en el documental que Juan Pablo II le confesó que sabía del comportamiento de su mentor en el seminario, el cardenal Sapieha, que obligaba a los seminaristas a cometer prácticas sexuales en ocasiones violentas. Según el testimonio de Weakland, Juan Pablo II se derrumbó al contárselo y reconoció que “no sabía qué hacer”.

Cura condenado

El periodista holandés Overbeek documenta también detalles sobre abusos conocidos por el futuro papa en su libro, del que algunos medios polacos han adelantado extractos. Destaca el caso del cura Józef Loranc, que abusó de niñas en el pueblo de Mutne. El trabajo de Overbeek, que en 2013 publicó Lekajcie sie: Ofiary pedofilii w polskim kościele mówią (Curación: las víctimas de la pederastia en la Iglesia polaca alzan la voz), explica que el cura fue condenado a dos años de cárcel en 1970 y salió después de cumplir uno.

En una carta encontrada en los archivos consultados por Overbeek, Wojtyla le dice a Loranc: “Teniendo en cuenta tu comportamiento, que demuestras la intención de corregir los errores y una mejora sincera, considero recomendable que vuelvas gradualmente al trabajo como sacerdote”. El cardenal le permitió así volver a decir misa, aunque le apartó de su trabajo como catequista. En 1975 Wojtyla le vuelve a cambiar de destino y le suspende de toda actividad parroquial para encomendarle ser capellán en un hospital.

Las acusaciones contra Juan Pablo II, canonizado en 2014, llevan tiempo llenando páginas en la prensa polaca, pero estas dos investigaciones aportan nuevas pruebas que, según sus autores, disipan cualquier duda sobre el encubrimiento de los casos de abuso.

La difusión del documental este lunes ha sacudido a la profundamente católica sociedad polaca, que idolatra a Juan Pablo II no solo por su papado, sino también por su papel en la lucha contra el régimen comunista. El primer ministro, Mateusz Morawiecki, del ultraconservador Ley y Justicia (PiS), no ha hecho ningún comentario, pero el lunes por la noche actualizó la foto de portada de sus perfiles en redes sociales con una imagen de Juan Pablo II ante una multitud y una leyenda: “No temáis”.

“San Juan Pablo II, reza por Polonia”, escribió en Twitter Beata Kempa, eurodiputada de Solidarna Polska, el socio menor de la coalición de Gobierno, aún más a la derecha del PiS. Klaudia Jachira, representante del principal partido de la oposición, Coalición Cívica, opinó: “Después de verlo, nadie debería tener dudas de que JPII [Juan Pablo II] toleró la pedofilia entre sus curas durante años”.

El teólogo y filósofo jesuita Krzysztof Mądel escribió en Twitter que “al llevar a Karol Wojtyła a los altares, la Iglesia le dijo al mundo que no podía proteger a los niños, porque incluso los santos respondieron trasladando a los depredadores a nuevas parroquias, violando el derecho canónico”. Tomasz P. Terlikowski, conocido activista católico y filósofo, defendió en un artículo en el diario Rzeczpospolita, que ha investigado también la postura de Juan Pablo II sobre la pederastia, que “para comprender realmente cuál era el enfoque de Karol Wojtyla sobre estas cuestiones, hasta qué punto coincidía con el de otros, y hasta qué punto era, por ejemplo, más indulgente o más duro con los sacerdotes, se necesita una investigación mucho más profunda”. En todo caso, las revelaciones no le parecen suficientes para cuestionar su santidad. “Los méritos de Juan Pablo II para Polonia, para la Iglesia polaca, para la caída del comunismo, son indiscutibles”.

EL PAÍS puso en marcha en 2018 una investigación de la pederastia en la Iglesia española y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce algún caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en América Latina, la dirección es: abusosamerica@elpais.es.

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