Miles de personas se manifiestan en Madrid contra el aborto: “La sentencia del Supremo en EE UU da esperanza”
Los asistentes han marchado en protesta por la existencia de leyes que van “en contra de la verdad y la naturaleza humana”
Miles de personas, 25.000 según la Delegación del Gobierno y 100.000 según los organizadores, se han manifestado este domingo en Madrid en contra del aborto. “¡Basta ya!”, han coreado, “sí a la vida”, “sí a la familia”. Han protestado por “leyes [que van] en contra de la verdad y la naturaleza humana”, según la pancarta que presidía la marcha. “¡Nos jugamos la vida!”, rezaba. La sujetaban representantes de las más de 200 organizaciones convocantes, que están en contra del aborto y se definen como provida, entre ellas Neos, una plataforma impulsada por el exministro del PP Jaime Mayor Oreja y por María San Gil, expresidenta del PP vasco, para “hacer frente a la corriente social y política que impera en la actualidad y cuyo objetivo es destruir y sustituir el orden social basado en los fundamentos cristianos”, según el comunicado difundido por los convocantes de la protesta.
“La sentencia del Supremo en Estados Unidos es una noticia que da esperanza”, ha afirmado desde el escenario instalado en la Plaza de Colón una de las organizadoras, y ha resumido así las palabras de muchos de los asistentes. “El debate de la cultura de la vida no está cerrado”, ha recalcado Mayor Oreja.
Poco antes de las doce, la glorieta de Bilbao se iba llenando de gente. En sus carteles, lemas como “No matéis los cuerpos con el aborto, no matéis las almas con el pecado”. La marcha estaba ya convocada antes de que este viernes el Tribunal Supremo estadounidense emitiera una sentencia que tumba la protección federal al aborto y devuelve a los 50 Estados la potestad de legislar sobre el tema. De hecho, las organizaciones que respaldaban la manifestación, entre ellas la Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Libertad y la Dignidad y la Plataforma Cada Vida Importa, habían presentado la protesta el pasado 8 de junio en una rueda de prensa.
Pero este domingo los asistentes no solo han criticado el anteproyecto de reforma de la ley del aborto aprobado por el Gobierno, y la ley de eutanasia, que cumple ya un año en vigor, sino que han mirado al otro lado del charco. “Este hito histórico va a desembocar en una ola provida en todo el mundo que va a ser imparable”, ha dicho desde el escenario Nayeli Rodríguez, coordinadora nacional de la plataforma 40 días por la vida, una organización que realiza campañas contra el aborto. Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, ha criticado desde la cabecera que hay una “persecución contra quien piensa diferente”.
Los organizadores han recalcado que no hay ningún partido detrás de la protesta. Políticos como Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, presidente y portavoz de la formación ultraderechista Vox, respectivamente, se han sumado a la marcha a título individual, ha explicado el primero de ellos, según informa Europa Press. Y ha añadido: “Me parece importante siempre apoyar las causas de los más débiles y apoyar el derecho a la vida, frente a un Gobierno que apuesta por la cultura de la muerte en todos los aspectos”. El segundo ha criticado que el Ejecutivo “gasta muy poquito dinero en la vida y ofrecer a las mujeres alternativas distintas de las del aborto, que es en todo caso un fracaso siempre”.
Francisco Rivas, de 19 años, avanzaba en el recorrido entre la glorieta de Bilbao y la plaza de Colón pancarta en mano. Ha venido desde Málaga. “Participo en 40 días por la vida, rezamos ante clínicas abortivas”, ha explicado, y ha cargado contra la reforma del Código Penal aprobada por el Gobierno, que castiga con prisión de tres meses a un año o con trabajos en beneficio de la comunidad a quienes hostiguen a mujeres que deciden abortar. “Rezar no es delito. Es una deriva totalitaria, están cercenando libertades religiosas, de conciencia y de manifestación”, ha afirmado, y ha afeado que el Tribunal Constitucional no se haya pronunciado aún sobre el recurso planteado por el PP contra la ley del aborto hace ya 12 años. Se trata de una norma de plazos, que garantiza el derecho de las mujeres a abortar durante las primeras 14 semanas de gestación sin tener que justificar su decisión.
En la manifestación participaban personas de todas las edades, muchas familias, como la de Inés Abaurre, de 35 años, quien ha acudido con sus tres hijos y un cartel en el que se leía: “Gracias, mamá. Me encanta vivir”. También había grupos de jóvenes. Como Sofía Bañuls, que tiene 26 años, trabaja en una consultora y es voluntaria de la organización. “Es una aberración que niñas que tienen que enseñar el DNI para tomarse una copa puedan ir solas a abortar sin permiso de sus padres”, decía sobre una de las medidas recogidas en el anteproyecto que quiere sacar adelante el Gobierno, que contempla además bajas por reglas incapacitantes y educación sexual obligatoria en todas las etapas. Bañuls asegura que ya antes de la sentencia del Supremo “la gente estaba muy concienciada”, pero la decisión les da esperanza. “El aborto no es un derecho, la vida es un derecho”.
A la protesta también han acudido religiosos. La Conferencia Episcopal Española (CEE) instó la semana pasada a través de una nota de prensa a sus fieles a participar en la protesta de este domingo. La jerarquía eclesiástica ha descartado acudir como institución. “Otra cosa es que los laicos puedan venir acompañados de sus pastores”, dijo Luis Argüello, el secretario general de la CEE, quien celebró la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos. Este domingo, el sacerdote Francisco Rodríguez, de Alcalá de Henares, ha marchado junto a miembros de su parroquia. Explica que ha acudido a reivindicar “el derecho a la vida desde la concepción”. A su lado, Pablo Pacheco, ingeniero industrial de 53 años, criticaba “todas las leyes de muerte que se están aprobando”.
A la protesta han llegado autobuses desde lugares como Barcelona o Valencia. Al final del acto, los organizadores han animado a la multitud desde el escenario. Mayor Oreja ha lanzado un mensaje “a este Gobierno y al que venga”: “Lo importante es que a partir de mañana estemos más movilizados. Para advertir de que no nos vamos a callar, vamos a estar más presentes, más activos y más unidos que nunca”. Entre los discursos de miembros de las asociaciones convocantes, se proyectaban vídeos en contra del aborto y de la eutanasia. Muchos asistentes abucheaban, cuando salían en la pantalla, a miembros del Gobierno como Irene Montero, ministra de Igualdad, o Isabel Celaá, exministra de Educación.
Carmen Fernández de la Cigoña, directora del Instituto CEU de Estudios de la Familia, decía, micrófono en mano: “El Gobierno quiere eliminar a las familias”. “Lo legal puede ser inhumano”, añadía, “queremos recordar que el aborto es matar a una persona, y eso nunca es un derecho, es un crimen”. “¡Basta ya!”, coreaba el público. La manifestación ha acabado con una sucesión de “vivas”: a la familia, a la libertad, a la verdad, a la vida, y a España.
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