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El número de madres que dan a luz con más de 40 años se duplica en un decenio en España

Las mujeres retrasan cada vez más la decisión de tener hijos: la edad media de la maternidad se situó en 32,6 en 2021, tres décimas más que el año anterior, según datos del INE

Una mujer embarazada.
Una mujer embarazada.Getty

Noelia de la Flor fue madre en junio del año pasado. Después de un tratamiento de fertilidad que se alargó dos años, con 49 dio a luz a Alejandro y Álvaro, gemelos. “Los tuve tarde porque no había encontrado la estabilidad ni económica ni de pareja”, cuenta por teléfono desde Valencia. Como De la Flor, muchas otras mujeres van retrasando cada vez más la decisión de tener hijos. Así se refleja en los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicados este miércoles: en 2021, la edad media de la maternidad se situó en 32,6, tres décimas más que en el año anterior. El porcentaje de madres como De la Flor, de más de 40 años, se ha duplicado en la última década: del 5,5% al 10,7%. Así, una de cada diez nuevas madres españolas tiene más de 40 años.

De la Flor se considera una persona muy “activa”, tanto en su vida personal como profesional. Esto hizo que fuera aplazando su embarazo. Trabajaba en marketing y cambiaba de puesto constantemente. “No había encontrado la estabilidad. Además, he priorizado mucho el trabajo, el mejorar profesionalmente, antes de tener una familia”, relata. A esa ambición profesional se le sumó el hecho de que no tenía una pareja estable. No fue hasta los 47 años que conoció a su marido. “Se fue retrasando, retrasando…”, dice. “Pero de mayor te das cuenta de que estás al límite, es como o lo hago ahora o no lo hago nunca”, señala.

Lo que cuenta De la Flor es parte de una tendencia que viene acumulándose desde hace muchos años, según los demógrafos consultados. De hecho, España es el segundo país de la UE donde menos hijos se tienen y más tarde llegan. Para Albert Esteve, demógrafo e investigador, las razones por las cuales las mujeres no tienen hijos van cambiando con los años: “Antes de los 30, las razones son personales. Las chicas quieren viajar, estudiar, aprender, vivir otras experiencias. A partir de los 30, las razones son económicas y sociales”, como la inseguridad laboral, los bajos salarios, o el no tener pareja. “A partir de los 40, cuando parece que la decisión está tomada y lo económico y lo social solucionado, llegan los problemas biológicos. A esa edad se concentra la gente que no consigue quedarse embarazada”, desarrolla.

De la Flor se sometió a un tratamiento de fertilidad que duró dos años, de septiembre de 2019 a junio de 2021, cuando finalmente nacieron los pequeños. Lo hizo en el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Antes del embarazo, soportó dos intentos fallidos. En total, el proceso le costó unos 12.000 euros, asegura. Cualquier embarazo con más de 40 años se considera uno de riesgo. “En mi caso, me implantaron un embrión y se dividió instantáneamente, entonces era un embarazo de doble riesgo”, cuenta. “Pero tuve la suerte de no tener ninguna complicación”.

La historia narrada por de la Flor es atípica. “Es difícil quedarte embarazada con más de 40 años. Si lo consigues, es muy poco probable que llegue un segundo o un tercer hijo”, afirma Esteve. El retraso de la edad media de la maternidad afecta al indicador de fecundidad o número medio de hijos por mujer que, según los últimos datos del INE, se mantuvo estable entre 2020 y 2021: 1,19 hijos por madre. “Se ha mantenido estable porque en 2020 se aplazaron mucho. Pero, en 2022, o 2023, volveremos a la senda de siempre: caída sostenida de los nacimientos, aumento sostenido y rápido de las defunciones, y lento pero ligero aumento de la edad al primer hijo”, señala.

Lo que sí se redujo en 2021, en un 1,3%, fue el número de nacimientos, cifra que lleva cayendo ininterrumpidamente desde 2015: el año pasado hubo 4.504 nacimientos menos que en 2020. Esteve alerta de que los efectos de la pandemia sobre la fecundidad se seguirán notando en los años venideros. “Durante la covid, parejas decididas a tener hijos interrumpieron la decisión; personas que iban a emanciparse no pudieron hacerlo; y muchas personas que se habrían conocido no se conocieron”, desarrolla. Así, asegura, muchos de los niños que nacieron en la primavera de 2021 tendrían que haber nacido a finales de 2020, y sus madres tenían unos meses más de los que hubieran tenido de no haber existido la covid. Se trata, resume, de un “aplazamiento generalizado de la decisión” de tener hijos, cuyas consecuencias aún están por verse.

Ante este escenario, Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), afirma que “se está incrementando el número de parejas que acaban sin tener niños”. Para él, es un hecho preocupante: “Habrá que contemplarlo en el futuro, porque estas parejas llegarán a la vejez sin descendencia y, como la mujer vive más que el hombre, habrá muchas viviendo solas en la vejez”.

Las barreras biológicas

Esperar supone una complicación a la hora de tener hijos. A partir de los 35 años, según el ginecólogo Luis Rodríguez-Tabernero, la fertilidad de las mujeres comienza a decaer. “En una mujer, la edad es el factor que más condiciona la fertilidad. Es más difícil quedarse embarazada y más fácil perderlo”, destaca. “Los óvulos se generan cuando la mujer es un embrión en la tripa de su madre, y están expuestos a todo. A lo que coma, a lo que beba, a lo que fume. Cuanto más mayor es, de peor calidad son sus óvulos y embriones”, desarrolla. Por ello, Rodríguez-Tabernero recomienda “guardar los óvulos”: “Si tienes 32, 34, 35 y, por lo que sea, no te puedes plantear tener un hijo, guarda los óvulos, para poder ser madre el día mañana”.

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