Los bancos de alimentos prevén un repunte del 20% en la demanda de ayuda este año
La Fundación La Caixa y la Federación Española de Bancos de Alimentos atribuyen el aumento a la inflación y el encarecimiento de la cesta de la compra
La inflación y la escalada generalizada de los precios como consecuencia de la guerra en Ucrania provocarán este año un repunte del 20% en el número de personas que acuden a bancos de alimentos en busca de comida, según las previsiones de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). El porcentaje es una estimación que toma en cuenta la demanda de los 54 bancos de la FESBAL en todo el país. Al mismo tiempo, el encarecimiento de la cesta de la compra también ha puesto en riesgo las provisiones de los bancos y las entidades que reparten la comida. Cada vez reciben menos artículos, lo que los ha forzado a reducir en un 10% la cantidad de alimentos que reparten. Ante esta situación, la Fundación La Caixa ha presentado este miércoles, desde la sede del Banco de Alimentos de Madrid, una campaña de donativos llamada Ningún hogar sin alimentos. Ya en 2021, antes de la guerra y la subida de la inflación, los bancos alimentos atendieron a 1,5 millones de personas.
La inflación se situó en abril en el 8,4%, frente al 9,8% registrado en marzo, según el Instituto Nacional de Estadística. No obstante, los precios continúan escalando. De hecho, el observatorio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que recoge las tarifas de 156 productos en nueve cadenas de supermercados españoles, ha detectado un incremento medio del 9,4% en el coste de la cesta de la compra durante el último año. Ante este contexto, desde la FESBAL alertan de que muchas de las nuevas personas que necesitarán ayuda alimentaria en los siguientes meses serán personas con trabajo y familias de rentas bajas y medias, que ya no llegarán a fin de mes. Estos nuevos usuarios serán aquellos que después de pagar sus facturas no tendrán suficiente para comprar la comida. De hecho, Pedro Miguel Llorca, presidente de la FESBA, ha señalado que dentro del número de demandantes nuevos habrá muchas personas “que anteriormente habían sido donantes.”
Además del repunte en personas que necesiten este tipo de ayuda, el alza en los precios agravará también “la situación de las familias y personas que ya estaban en una situación vulnerable”, ha explicado en la presentación de la iniciativa Joana Prats, directora del Área de Relaciones con Entidades Sociales de la Fundación La Caixa. Muchas de las personas cuya situación de pobreza alimentaria empeorará aún están lidiando con los efectos de la pandemia de la covid-19, según ha explicado Prats. “Las necesidades vinculadas a la crisis del 2020, al covid, no han disminuido”, ha subrayado, haciendo referencia a que la demanda de ayuda alimentaria creció un 50% a raíz de la pandemia, según cifras de la entidad.
Por lo tanto, los expertos han alertado de que las familias se enfrentan a tres crisis encadenadas: dos años de pandemia, la guerra en Ucrania y la inflación. El conflicto bélico ha afectado a los bancos de alimentos de varias maneras. Primero, ha hecho que la tasa de inflación se disparara. El Banco de España prevé que alcance una media anual de 7,5% (el doble que hace un año) a causa del encarecimiento de las materias primas y la energía. Esa subida de precios está mermando la capacidad adquisitiva de muchos hogares, ya que los sueldos no están subiendo al mismo ritmo. Segundo, la guerra también ha hecho que muchos donantes dirigieran sus donaciones —tanto la comida como el dinero— a entidades e iniciativas centradas en el conflicto. “Ucrania ha sido una de las bajas que tenemos en los ingresos de donantes”, ha sintetizado Fernando García, presidente del Banco de Alimentos de Madrid. Y por último, los bancos de alimentos también esperan que muchos de los refugiados ucranianos que han llegado a España acudirán a estos centros en busca de comida, ya que muchos han migrado sin nada.
Aunque la FESBAL no ha podido especificar en cuáles comunidades autónomas la demanda crecerá más, García ha señalado que el número de personas atendidas en los centros de la Comunidad de Madrid ha aumentado de 180.000 a 187.000 usuarios. Todos ellos reciben una comida diaria. Del total, unos 7.000 reciben alimentarios lactantes. “Nuestra gran preocupación es la pobreza severa,” es decir, aquellas personas en una situación de pobreza de la que no pueden salir, ha señalado García. “Y en la Comunidad de Madrid son unas 350.000 a 400.000 personas que están en esa situación”, es decir, en torno al 5% de la población. Según García, ese 5% se repite en todas las provincias, “vayas donde te vayas”.
La campaña Ningún hogar sin alimentos es la tercera iniciativa de este tipo liderada por la Fundación La Caixa y arranca oficialmente el 16 de mayo. Donará un millón de euros a la causa como punto de partida y hace un llamamiento a la solidaridad de las empresas y los ciudadanos.
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