Sanidad y las comunidades acuerdan volver al 100% en los aforos deportivos en marzo
Podrán volver a la normalidad tanto los recintos abiertos como cerrados, que están ahora limitados a un 85% y 75%, respectivamente
Los aforos deportivos volverán al 100% de su capacidad a partir del primer fin de semana de marzo, tanto en recintos cerrados como abiertos. Así lo han acordado este miércoles el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), según ha informado la ministra del ramo, Carolina Darias.
Hasta ahora, la capacidad de los estadios estaba limitada al 85% en lugares abiertos y 75% en cerrados. En ambos casos sigue siendo obligatorio el uso de mascarilla, ya que no es posible mantener la distancia de seguridad, según el decreto ley que aprobó el pasado 8 de febrero el consejo de ministros. Tampoco se podrá fumar, comer o beber en estos eventos. Darias ha justificado la medida por la “buena evolución de la pandemia”.
Los aforos de los recintos deportivos era la única restricción social que se mantenía en todo el ámbito nacional y que se había acordado en el CISNS. Todas las demás (cierres del ocio nocturno, los aforos de la restauración o pasaporte covid) las estaba estableciendo cada comunidad autónoma. El uso de la mascarilla, la otra gran norma que afecta a todo el país, viene dado por un real decreto que depende del Gobierno y que no pasa por este órgano.
Esta relajación, que tardará todavía dos semanas en entrar en vigor, sigue la tendencia de levantar restricciones que vienen aplicando desde hace algunas semanas la mayoría de las comunidades autónomas. Aunque la incidencia todavía es más alta que en cualquier otra ola —supera aún el millar de casos por 100.000 habitantes en 14 días—, la tendencia es de una bajada brusca a la que no está afectando retirar estas medidas. La caída de contagios viene además acompañada por un descenso de la ocupación hospitalaria.
No es la primera vez que Sanidad y las comunidades autorizan aforos completos desde que comenzó la pandemia. El pasado otoño, cuando la incidencia era de a penas 50 casos por 100.000 habitantes, ya se permitió.
