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Dos regiones de Austria impondrán de nuevo el confinamiento ante la escalada de contagios de covid

El canciller conservador es reacio a aislar de nuevo a la población vacunada, pero la presión para aplicar medidas más drásticas aumenta

Covid Austria
Cola ante un autobús de vacunación contra la covid en Viena, el 18 de noviembre.LEONHARD FOEGER (Reuters)
Sara Velert

Regreso al confinamiento en Austria. Las dos regiones más afectadas por la galopante cuarta ola del coronavirus que afecta al país, Alta Austria y Salzburgo, han anunciado que volverán a confinar a toda la población a partir de la próxima semana para evitar un colapso de sus sistemas sanitarios ante el aumento de enfermos graves en cuidados intensivos. ¿En qué consiste la medida? En que volverán a cerrar el comercio no esencial y la hostelería, y solo se podrá salir de casa para ir al trabajo si es necesario, a las compras de alimentos y medicamentos, para el cuidado de familiares enfermos o para dar un paseo. Los colegios permanecerán abiertos, pero ambas regiones pretenden reducir la presencialidad y aumentarán las medidas higiénicas.

Austria encadena en las últimas semanas un récord de nuevos contagios tras otro. Con los datos oficiales de este jueves, que arrojan 15.145 casos nuevos y 55 fallecidos —el total de la pandemia ya se eleva a 11.903 fallecidos—, se multiplican las voces que piden un confinamiento general y un debate sobre la vacunación obligatoria para frenar la alta propagación del virus, que ha escalado hasta una incidencia de 1.540 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes a 14 días.

El Gobierno federal, dirigido por los conservadores (ÖVP) en coalición con Los Verdes, decretó el pasado fin de semana un confinamiento para los no vacunados (unos dos millones de una población total de 8,9 millones), con la esperanza de animar a la población reticente a inmunizarse y evitar medidas drásticas para todos. La tasa de vacunación, en el 65%, es “vergonzosamente” baja, apuntó el canciller, Alexander Schallenberg, y se sitúa en el furgón de cola europeo. En España, por comparar, es del 79,2% (y del 90,7% en mayores de 12 años).

Sin embargo, las regiones de Alta Austria (1,5 millones de habitantes) y Salzburgo (unos 558.00), que este jueves suman 5.991 nuevos contagios entre ambas, han llegado a la conclusión de que no será suficiente con aislar a los no vacunados y abogan por que el confinamiento se extienda a todo el país. En canciller, de momento, y a la espera de una reunión con las regiones prevista para este viernes, es reacio a aplicar el encierro a esa parte de la población que sí ha seguido el llamamiento de vacunarse. Pero la tensión aumenta también dentro del Gobierno, con un ministro de Sanidad de Los Verdes, Wolfgang Mückstein, partidario de más restricciones; por ejemplo, cerrar el ocio nocturno. Además, varios líderes regionales se inclinan también por confinar a la población.

“Si no se produce un confinamiento a nivel nacional, Alta Austria y Salzburgo entrarán en confinamiento a partir de la próxima semana”, ha anunciado este jueves el gobernador de la primera región, el democristiano Thomas Stelzer, en el Parlamento regional. “Tenemos muy, muy poco margen de maniobra”, ha avisado al subrayar la urgencia de “proteger vidas” y el sistema sanitario. Ya por la tarde, ha concretado que el comercio no esencial y la hostelería permanecerán cerrados, y las salidas del domicilio solo serán posibles para ir al trabajo —donde rige la regla de estar vacunado, curado de covid o tener un test negativo—, a las compras de alimentos y medicamentos, el cuidado de familiares enfermos o para dar un paseo. Los colegios, en los que tanto Alta Austria como Salzburgo pretendían reducir la presencialidad al mínimo, seguirán abiertos, según insistió el Ministerio de Educación, citado por el periódico Der Standard.

“La situación es muy tensa”

“El día a día es un reto, llegamos constantemente a nuestros límites”, explica a este periódico Jutta Oberweger, portavoz de un consorcio que gestiona en Alta Austria ocho centros hospitalarios en los que trabajan 15.000 sanitarios. “Tenemos 106 camas de UCI del total de 250 ocupadas con enfermos de covid y desde el miércoles hemos registrado 12 fallecimientos”. “La situación es muy tensa”, añade.

La gravedad de la cuarta ola la ha subrayado también en una rueda de prensa el jefe del Gobierno de la región de Salzburgo, el conservador Wilfried Haslauer, según avanzaron medios austriacos. “Los hospitales ya no tienen el tiempo para esperar a que las últimas restricciones muestren un efecto”, ha afirmado Haslauer, que se ha coordinado con Alta Austria y prevé un confinamiento “severo” de tres a cuatro semanas. El dirigente ha admitido que en los últimos días se podía pensar en evitar el confinamiento al aumentar las medidas restrictivas en todo el país, pero ahora ya no es posible.

Tampoco descarta ya otro confinamiento general el alcalde Viena, el socialdemócrata Michael Ludwig, pese a que la situación en la capital de Austria es menos grave y su sistema sanitario aún está aceptando pacientes de otras zonas. “La situación del coronavirus es dramática”, ha afirmado en un comunicado este jueves. El ritmo de vacunación en el país ha aumentado en las últimas semanas, pero aún no lo suficiente. “Con la vacunación obligatoria nos hubiéramos ahorrado un confinamiento a los que no se quieren inmunizar. Yo creo que al final nos va a afectar a todos”, afirma con cara de cierta frustración Sabine Moser, de 56 años, que espera en la cola de un centro de vacunación instalado en un centro comercial de Viena a su tercera dosis, la de refresco. “Si no ponemos un freno, no controlaremos esto”, añade.

Viena ha mantenido restricciones más amplias que otras regiones ante la amenaza de una cuarta ola durante el otoño e invierno, y exige el uso de mascarillas FFP2 en el transporte público y en el comercio. Además, a partir de este viernes reforzará la regla ya generalizada en el país de que a tiendas de productos no esenciales y a restaurantes o peluquerías y otras actividades solo tengan acceso personas con certificado de vacunación o informe de que se han curado de la covid-19; desde este viernes, en los locales de ocio nocturno o eventos de más de 25 personas, se exigirá a los asistentes un test negativo, aunque estén vacunados o hayan superado la enfermedad. La ciudad, además, impulsa la vacunación de menores y la tercera dosis, que quiere administrar ya a los cuatro meses de la primera.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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