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Confinamiento en Austria, el primer país de la UE que restringe la vida social a los no vacunados de coronavirus

El país, con una de las peores tasas de vacunación de la Europa occidental, ha acordado que quienes no estén inmunizados solo podrán salir a comprar y trabajar, bajo amenaza de multas

Confinamiento Austria covid
Protestas contra la obligación de vacunarse este domingo en Viena, Austria, coincidendo con la cumbre entre el Gobierno y los líderes de las regiones.GEORG HOCHMUTH (AFP)
Elena G. Sevillano

Austria pone en marcha medidas drásticas en la lucha contra la pandemia. El Gobierno de coalición de conservadores y verdes ha confirmado este domingo que a partir del lunes los ciudadanos que no puedan demostrar estar vacunados o haber pasado la enfermedad en los últimos seis meses solo podrán salir de casa bajo determinadas circunstancias. El confinamiento para los no vacunados pretende hacer la vida más difícil a los que, pudiendo hacerlo, no se han inmunizado. Austria, junto con Alemania y Suiza, es uno de los países de la Europa occidental con peor tasa de vacunación. Su incidencia semanal se ha disparado en el último mes y se acerca a los 1.000 casos por 100.000 habitantes. Se trata del primer país europeo que toma esta decisión, aunque otros están valorando medidas de presión para empujar a la vacunación a sus ciudadanos.

El Gobierno y los jefes de las nueve regiones austriacas acordaron este domingo en una cumbre de emergencia en Viena imponer el confinamiento de los no vacunados. “No nos tomamos este paso a la ligera, pero lamentablemente es necesario”, dijo el canciller, Alexander Schallenberg. Se calcula que la medida afecta aproximadamente a dos millones de personas. Según el borrador que ya se ha hecho público, las restricciones se aplicarán de momento hasta el 24 de noviembre. Las personas no vacunadas solo podrán salir de su vivienda por motivos urgentes como ir a comprar, al médico, a trabajar o estudiar. No está claro que se pueda controlar el cumplimiento de una medida así, pero el Gobierno ya ha indicado que habrá patrullas de policía pidiendo de forma aleatoria prueba de vacunación o de recuperación. Las infracciones pueden acarrear multas elevadas.

Un 35% de los austriacos están todavía sin vacunar. De ellos, un 11% aproximadamente son niños menores de 12 años para los que todavía no se recomienda la inmunización. El canciller aseguró que la tasa de vacunación en Austria es “vergonzosamente baja”. “Nuestro trabajo como Gobierno de Austria es proteger a los ciudadanos”, añadió. La presión sobre los no vacunados ya se había elevado en los últimos días. En los lugares de trabajo era obligatorio presentar certificado de vacunación, de recuperación o un test negativo reciente cuyo coste no cubre el sistema público. En lo que respecta al ocio, las restricciones todavía eran mayores. A eventos culturales, bares y restaurantes solo pueden entrar vacunados y recuperados. El fin de semana pasado, a punto de entrar en vigor estas reglas, los centros de vacunación austriacos registraron mayor afluencia, incluso algunas colas.

El Gobierno cree que no es suficiente. Cada día que pasa se establece un nuevo récord de infecciones. El sábado se registraron 13.000, en un país de 8,9 millones de habitantes. El 83% de las personas ingresadas con coronavirus en los hospitales austriacos no están vacunadas, según datos del Ministerio de Sanidad austriaco. El plan que aprobaron hace unas semanas las autoridades sanitarias preveía el confinamiento de los no inmunizados cuando se alcanzasen las 600 camas de cuidados intensivos ocupadas. Sin embargo, en vista del aumento desbocado de los contagios —que se traduce en la llegada de pacientes graves a las UCI entre dos y tres semanas después— el Gobierno ha acordado con las regiones actuar antes (ahora hay 433 camas ocupadas).

Preocupación en Alemania

La situación en Austria preocupa también a la vecina Alemania, que ha vuelto a declarar al país alpino como de alto riesgo, lo que significa que desde este domingo los no vacunados o recuperados deberán hacer cinco días de cuarentena cuando entren en Alemania. Ambos países comparten una frontera de casi 800 kilómetros y se produce mucho intercambio de viajeros y trabajadores a diario.

Coincidiendo con la reunión de emergencia de los líderes políticos en Viena se han producido manifestaciones en la capital austriaca en contra de las vacunas obligatorias. El movimiento antivacunas tiene cierto predicamento en el centro de Europa. En Austria un nuevo partido político de autodenominados “escépticos” llamado MFG consiguió el 6,2% de los votos y entró en un Parlamento regional a principios de año.

Los países de habla alemana son los que tienen peores tasas de vacunación en Europa occidental. Tanto para Austria como para Alemania y Suiza esta es su peor ola en cuanto a número de contagiados. Al este, el porcentaje de población inmunizada es mucho más bajo, con cifras como el 23% de Bulgaria o el 35% de Rumania, que han sumido a estos países en la peor ola de la pandemia, con récord de muertes y colapso de sus ya precarios sistemas hospitalarios.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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