Un joven denuncia una agresión homófoba en Valencia

La Consejería de Igualdad, que dirige Mónica Oltra, está proporcionando asistencia psicológica y letrada a un joven víctima de una agresión homófoba el pasado fin de semana en Valencia. El ataque se produjo, según ha adelantado el joven a lamarea.com, en la zona de ocio de la plaza de Honduras de la capital valenciana, donde un grupo de jóvenes le propinaron varios golpes que acompañaron de insultos homófobos.

Según fuentes de la Dirección General de Diversidad, el joven ha acudido a Orienta (servicio público de apoyo y asesoramiento a personas del colectivo LGTBI) tras la agresión y después de intentar presentar durante la jornada del sábado una denuncia ante la Policía Nacional. Aunque agentes de este cuerpo de seguridad acudieron al lugar de los hechos, según el mismo relato, en ningún momento le ofrecieron presentar denuncia ni trasladarlo al hospital. “Me dijeron que me subiera al furgón para ir a buscar a los que me habían pegado, pero yo lo que quería era irme a llorar. No estaba en condiciones de ir a buscar a nadie”, ha relatado a EL PAÍS. Tampoco al día siguiente esta tarea fue fácil, tal como explica el denunciante: después de acudir a la policía local y que esta le mandara a la Policía Nacional y de ahí, a otra comisaría, “me disuadieron” para que cejara en su intención de denunciar. “Me dijeron que había otros casos de denuncias de agresiones machistas y que iba a perder toda la tarde”, debido a la espera para presentar denuncia.

La agresión se produjo, según el relato del joven, cuando se encontraba con cuatro amigos tomando una cerveza en un parque junto a esta plaza, una vez cerrados los locales de ocio. Un joven se les acercó y les preguntó si llevaban dinero. “Dinero no tengo, pero tengo un culazo”, cuenta el denunciante que les respondió, contestación ante la que, “viendo que yo era homosexual, se lo tomó como una ofensa horrible”. De inmediato, apareció un grupo de unas 10 personas y comenzó la paliza, que no pudieron parar los amigos de la víctima. Los golpes también se dirigieron a uno de sus amigos, también homosexual y de 21 años.

En su relato explica que la agresión estaba plenamente dirigida a ellos, ya que las dos chicas que les acompañaban en ningún momento fueron objetivo para los agresores que, incluso, profirieron consignas para que no recibieran golpes. “Mi amiga fue mi seguro de vida porque me metí detrás de ella y ya no me tocaron”. “A ellas, ni tocarlas”, cuenta que clamaban los agresores que, además, solo proferían insultos homófobos y les exigían dinero.

Nadie les ayudó. Es una zona concurrida, pero nadie acudió a parar la agresión. “Lo grave es que se ha normalizado”, se lamenta. Tras recibir asesoramiento, este marte ha acudido a un hospital que, en un parte de lesiones, da cuenta de los hematomas en la boca y otros golpes en la cabeza. “Ahora mi objetivo es presentar una denuncia, por supuesto que sí”, asegura.

Esta nueva agresión trasciende en un clima de indignación del colectivo LGTBI, tras la paliza mortal que acabó con la vida del gallego Samuel Luiz el pasado sábado y que ha hecho que miles de personas salgan a la calle para protestar. La paliza se produjo a las tres de la madrugada del sábado en A Coruña. Una videollamada fue el detonante de la agresión por parte de un grupo de personas que creyeron que les estaban grabando: uno de ellos lo increpó y le dio un puñetazo, y después se sumaron sus amigos en un grupo de al menos siete individuos que le pegaron puñetazos y patadas sin que él pudiera defenderse. En declaraciones a Telecinco, una amiga que estaba con Samuel cuando se produjo la agresión afirmó este lunes que cuando uno de los agresores pensaba que el joven le estaba grabando dijo: “Para de grabarnos si no quieres que te mate, puto maricón”.

Sobre el móvil de este crimen, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, dijo este lunes que la homofobia es una de las hipótesis abiertas en esta investigación, pero “no se descarta ninguna de las vías en esta primera fase de las pesquisas”, a la espera de que lo determine el juzgado que instruye el caso.