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Bélgica restringe el uso de la vacuna de Janssen tras la muerte por un trombo de una mujer recién vacunada

El Gobierno traslada el caso a la EMA y prohíbe la administración del fármaco a la población que tenga 41 años o más

Lluís Pellicer
La vacuna de Janssen, fabricada por Johnson & Johnson.
Una sanitaria preparada una inyección de la vacuna de Janssen el Antwerp (Bélgica) el 30 de abril.Virginia Mayo (AP)

Bélgica ha decidido restringir el empleo de la vacuna de Janssen después de la muerte de una paciente a la que se le había administrado ese fármaco. El Gobierno del país ha decidido solicitar la opinión de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) para conocer con exactitud la relación entre la vacuna y el fallecimiento. Por ahora, las autoridades sanitarias han decidido que solo recibirán esa vacuna los ciudadanos que tengan 41 años o más, lo cual ya se viene haciendo con el medicamento de AstraZeneca.

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Según ha informado el gobierno belga, la mujer, de menos de 40 años, murió el 21 de mayo tras ser ingresada en el hospital con trombosis severa y deficiencia de plaquetas. El Gobierno informó que había recibido la vacuna monodosis a través de su empleador y fuera del sistema de vacunación belga.

La vacuna monodosis de Janssen se usaba en Bélgica sobre todo para la vacunación de ancianos en sus hogares y grupos vulnerables, en especial sin techo e inmigrantes sin papeles. En total, se han dispensado unas 40.000 unidades de esa vacuna, el 80% a personas mayores de 45 años. A partir de ahora, el Gobierno ha decidido restringir su uso a quienes tengan 41 años o más, como ya viene haciendo con el fármaco de AstraZeneca, que ha presentado casos, también muy excepcionales, de efectos secundarios similares.

La EMA ya examinó la vacuna de Janssen el pasado mes de abril después de que en Estados Unidos se registraran ocho casos muy raros de trombos tras aplicarla a más de siete millones de personas. El regulador europeo avaló su uso siempre que se añadiera una advertencia sobre los coágulos sanguíneos inusuales con plaquetas bajas que pueden darse como efectos secundarios “muy raros”. Sin embargo, siguió recomendando su uso: “La relación global entre riesgos y beneficios sigue siendo positiva”. Janssen, que primero paralizó su campaña en la Unión Europea, decidió reanudarla el 20 de abril con esa advertencia en su etiqueta.

Las autoridades belgas no han concretado el alcance de esa decisión para su hoja de ruta, si bien los números sobre su empleo indican que este será mínimo. Según el Centro Europeo de Prevención y de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), Bélgica tiene una tasa de vacunación del 45%. El 16,2% de la población tiene ya la pauta completa. Bruselas está vacunando ya a la población nacida en 1980 y ha metido en lista de espera ya a quienes nacieron entre 1981 y 1985.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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