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España alcanza con un mes de retraso el objetivo de vacunar al 80% de la población mayor de 80 años

El lento inicio en la llegada de dosis y el plan de inmunización han postergado la meta, prevista para marzo

Una anciana se vacunaba en el Hospital Donostia de San Sebastián el pasado febrero.
Una anciana se vacunaba en el Hospital Donostia de San Sebastián el pasado febrero.Juan Herrero (EFE/Juan Herrero)
Pablo Linde

El 80,6% de las personas mayores de 80 años han recibido la vacunación completa (la doble dosis) en España. La cifra, alcanzada este miércoles, llega casi un mes más tarde del objetivo del Gobierno —compartido con la Unión Europea— de inmunizar en marzo al 80% de este grupo, el de mayor riesgo de fallecer por covid-19.

En este fracaso han influido sobre todo factores como la lenta llegada de dosis y la propia estrategia de vacunación, que ha descartado AstraZeneca para los ancianos y ha ido priorizando primeras dosis en otros grupos etarios. Aunque el Gobierno sabía que los viales irían llegando muy lentamente al principio y conforme pasara el tiempo se incrementaría el ritmo —como ha sucedido: esta misma semana llegarán cuatro millones de dosis, dos más de los previstos inicialmente—, no contaba con tantos contratiempos al comienzo de la campaña. Incluso Pfizer, la farmacéutica más cumplidora, tuvo algún retraso en los primeros meses.

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El ritmo de la vacunación de los mayores de 80 años también podría haberse acelerado, al menos en la primera dosis, si el Ministerio de Sanidad hubiera decidido administrar AstraZeneca a las personas de esta edad. Pero, a pesar de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) aprobó el fármaco sin ningún límite de edad, España fue uno de los países más conservadores de Europa y decidió no administrarla en principio a los mayores de 55 años.

La decisión se tomó porque en los ensayos clínicos no había participado una muestra suficiente de personas que superaran esta edad, así que los técnicos que asesoran al Gobierno decidieron esperar a tener más datos. Estos llegaron: los resultados de los estudios en el Reino Unido, donde la vacuna se aplicaba a los ancianos, mostraron que era igual de eficaz que las demás inyecciones a la hora de prevenir los ingresos hospitalarios por covid. En ese momento, la mayoría de países europeos decidieron eliminar los límites de edad (al menos por arriba, ya que también se impusieron una mínima por los riesgos de trombos en personas más jóvenes). Pero España solo indicó este medicamento para personas de entre 60 y 69 años, a quienes se está inoculando ahora mismo.

También retrasó el cumplimiento de la meta del 80% —que podría haber sucedido a principios de este mes— el hecho de que se comenzara a administrar la primera dosis al grupo de los septuagenarios. De esta forma, inyecciones que podrían haber completado la pauta de los octogenarios fueron a parar al brazo de personas de entre 70 y 79 años. Esta generación había quedado rezagada en la inmunización, ya que los fármacos de Pfizer y Moderna estaban indicados para los mayores de 80 y el de AstraZeneca para las personas de entre 60 y 69.

El sentido de simultanear las segundas dosis de los octogenarios con las primeras de los septuagenarios era avanzar en la protección de estos últimos, ya que el primer pinchazo ya confiere grados muy aceptables de protección. De hecho, incluso se debatió espaciar más el tiempo entre dosis para poder avanzar en las primeras al mayor número de personas posible. Es algo que solicitaron varias comunidades, como Andalucía, Cataluña y Madrid, y una estrategia que ya llevó a la práctica el Reino Unido, que vio cómo los contagios bajaban rápidamente con el avance de las primeras dosis y está ya retomando paulatinamente la normalidad.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, durante una rueda de prensa en la Moncloa. En vídeo, declaraciones de la ministra sobre el ritmo de vacunación.

Las personas más vulnerables

El objetivo de proteger a los mayores de 80 años no era caprichoso. La covid se enseña sobre todo en las personas más vulnerables y la edad es el mayor indicador de riesgo de caer gravemente enfermo o morir. Más del 60% de los fallecidos en España desde junio tenía más de 80 años, según los datos del Instituto de Salud Carlos III. El 95% de los decesos se ha producido en personas de más de 60.

Por eso, el principal objetivo de Sanidad ahora es terminar cuanto antes la protección completa de todos los mayores de esa edad. El ministerio ha desechado la posibilidad de espaciar las dosis para frenar cuanto antes la mortalidad por covid, priorizando así la inmunización de los mayores antes que iniciar la vacunación de los grupos más jóvenes, para quienes todavía no hay diseñada una estrategia.

Si la llegada de vacunas sigue al ritmo previsto, esta nueva meta, la de vacunar a los mayores de 60 años, puede completarse entre finales de mayo y principios de junio, según los cálculos de EL PAÍS. Algunos mayores de 60 tardarán más en recibir la pauta completa, ya que de momento están recibiendo AstraZeneca y la segunda cita puede ser meses después de la primera.

Lo que no está siendo un limitador para el avance de la vacunación es la capacidad del sistema. Las comunidades autónomas van inoculando la gran mayoría de dosis que reciben. Los dispositivos de los centros de salud complementados con grandes vacunódromos en algunas ciudades están dando resultados. Pocos son ya los expertos que piensan que puede haber un embudo por la capacidad del sistema para inyectar vacunas. Todo se fía a la llegada de dosis y que no se produzcan nuevos sobresaltos que interrumpan el proceso, como los raros efectos secundarios que se detectaron tras inocular las vacunas de Janssen y AstraZeneca.

Cuatro millones de vacunas esta semana

El Gobierno ha anunciado este miércoles que España contará esta semana con cuatro millones de dosis de las vacunas contra el covid-19, frente a los dos millones anunciados el lunes, debido a un incremento en la llegada de sueros de AstraZeneca y Moderna. En un comunicado, presidencia del Gobierno destaca que serán 1,7 millones de sueros de Pfizer -los ya anunciados el lunes-, a los que sumarán lotes mayores de AstraZeneca (1,68 millones) y Moderna (400.000), cuya previsión inicial para esta semana era de apenas 200.000 en cada caso.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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