España avanza hacia la Semana Santa con la curva de contagios estancada en niveles altos

La curva de contagios por coronavirus en España está a punto de virar el timón. Tras varias semanas en descenso, se ha instalado en una meseta y crece de forma discreta —128,17 casos por 100.000 habitantes el jueves, apenas 11 centésimas más que el miércoles—, pero la tasa de contagios ya vuelve a subir en nueve comunidades, Ceuta y Melilla. En pleno puente de San José y a pocos días de la Semana Santa, los expertos alertan de que la incidencia sigue siendo demasiado alta para contener la transmisión y las medidas acordadas para los próximos festivos —toque de queda y cierre de las comunidades— será insuficiente para contener un repunte, sobre todo cuando la variante británica del virus, más contagiosa, empieza a ser predominante en al menos siete comunidades.

“Hemos estado mucho peor, sí, pero no estamos en un nivel bueno”, advierte Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. “La bajada de la tercera ola fue más lenta que la de la segunda, seguramente influida por la variante británica, que ha empezado a circular. Y ahora, viendo esta caída lenta, más transmisión de la variante británica y lo que está pasando en países como Francia o Alemania, donde vuelven a crecer los contagios, nos tememos lo peor: un repunte de la tercera ola o una cuarta ola, como quieran llamarlo”. En la segunda ola, el pico estuvo en 529 casos por 100.000 habitantes y, en poco más de un mes, cayó a 190. El tercer envite del virus, en cambio, tocó techo el 27 de enero con una incidencia de 900 casos por 100.000 habitantes. Desde entonces, ha ido de bajada. Hasta ahora.

“Todo indica que la curva va a repuntar. El índice de pruebas diagnósticas positivas en muchas comunidades lleva días subiendo y está por encima del 5% [el umbral máximo de positivos que marca la comunidad científica para mantener bajo control la transmisión]”, sostiene Alberto Infante, profesor emérito de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III. De hecho, la incidencia de casos a 14 días ha vuelto a crecer, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, en Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Ceuta, Extremadura, Madrid, Melilla, Navarra y el País Vasco. Aunque no todas avanzan hacia un repunte en las mismas condiciones.

La inmensa mayoría de España está en un nivel de riesgo de coronavirus medio o alto, pero lejos, en cualquier caso, de los 25 casos por 100.000 habitantes que, según las autoridades sanitarias, permitirían mantener bajo control al virus. Solo la Comunidad Valenciana (con 36,65 casos por 100.000) y Baleares (43,24) están en una situación de riesgo bajo. En la otra punta, Ceuta, Madrid y Melilla: durante el descenso de la tercera ola, ninguna de ellas ha logrado bajar de 200 casos por 100.000 y Melilla, con una incidencia de 514, duplica el umbral de riesgo extremo.

“Hay riesgos de repunte. Antes de San José ha habido una relajación de las medidas en muchos sitios y eso lleva a un incremento de contagios. Hay que tener cautela y mantener las restricciones. No podemos dejar al libre albedrío el comportamiento del virus”, alerta Daniel López-Acuña, exdirector de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud. Hace ya varias semanas que las comunidades empezaron a flexibilizar sus restricciones, sobre todo con la reapertura de los comercios y la restauración durante más horas y la relajación de los toques de queda. Los expertos consultados coinciden en que harán falta nuevas restricciones más duras para frenar un eventual repunte de los contagios. Infante subraya: “Con las medidas adoptadas hasta ahora hemos llegado adonde hemos llegado. O hacemos algo más, o no frenaremos el repunte que venga”.

El Gobierno y las comunidades pactaron, en el marco del Consejo Interterritorial de Salud, un acuerdo de mínimos sobre las restricciones para la Semana Santa: se mantenía el toque de queda al menos de 23.00 a 6.00 y se prohibirían los viajes no esenciales entre autonomías. “Son medidas buenas, pero insuficientes. Hay que reforzar las medidas dentro del perímetro de las comunidades”, coincide López-Acuña.

“Más proactivos”

Ante el auge de contagios, algunas comunidades han tomado medidas o estudian hacerlo: Canarias ha elevado el nivel de alerta en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura y ha endurecido el toque de queda. Por su parte, el País Vasco, que lleva cuatro días con los contagios al alza, no descarta revisar esta situación antes de la Semana Santa si no se controlan los datos. Campins advierte: “Con la circulación de la variante, la movilidad de este fin de semana y los próximos festivos, 15 días después de Semana Santa veremos una acumulación de casos y estaremos con la curva para arriba de forma marcada. No serán suficientes las medidas que hay porque el problema no es solo la movilidad, sino lo que haces cuando te mueves”. La epidemióloga rechaza reabrir los bares por la noche, como planteó la portavoz del Govern catalán, Meritxell Budó.

Los expertos apuestan por aprovechar la caída de los contagios para ser “más proactivos” e ir a buscar el virus. “No se puede bajar la guardia en la atención sanitaria. Hemos reducido las pruebas diagnósticas y ahora es cuando hay que hacer más rastreo y detección precoz”, señala López-Acuña. Del 8 al 14 de marzo se hicieron 737.784 pruebas diagnósticas, un 5,5% menos que la semana anterior. Infante insiste: “No se está yendo a buscar los casos y eso es lo contrario de lo que hay que hacer. Hay que actuar pronto, anticiparse. Las comunidades que ven un repunte, no pueden esperar. Hay que ser proactivos, no reactivos”.