La incidencia del virus en España está en ‘alerta roja’ desde agosto, según los documentos de Sanidad
El ministerio y las comunidades no han publicado umbrales numéricos, pero trabajan con ellos desde julio. Señalan una tasa alarmante desde los 60 casos por 100.000 habitantes
El Ministerio de Sanidad se ha resistido desde el principio de la crisis del coronavirus a publicar umbrales epidemiológicos sobre los cuales tomar decisiones. Solo ha establecido el margen de 500 positivos por 100.000 habitantes en 14 días (junto a otros parámetros) para frenar lo que considera una situación “extrema”, como la de Madrid. Pero tanto el ministerio como las comunidades, en sus informes internos, trabajan desde julio con cifras para señalar hitos a partir de los cuales hay motivo de alerta. En el caso de la incidencia, toda España superó con creces hace semanas el máximo, que está marcado en los 60 casos por 100.000 habitantes, según el baremo al que ha tenido acceso EL PAÍS.
Sanidad utiliza en sus documentos de trabajo un sistema de semáforo desde el 13 julio, cuando publicó el Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por covid-19. Trabaja con 13 indicadores para evaluar cómo está la situación en cada provincia de España, algo que analiza junto a las comunidades autónomas cada semana en la ponencia de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Asigna a cada uno un color: verde (bueno), amarillo (intermedio) y rojo (alerta), pero no vincula medidas a ellos, se trata de un panel que sirve, en conjunto, para estudiar la epidemia en cada territorio.
Estos 13 indicadores son públicos y están recogidos en el plan. Pero no así los umbrales. En el caso de la incidencia, Sanidad consideraba en julio que una buena situación era de menos de 10 casos por 100.000 habitantes en los últimos siete días; intermedia entre 10 y 20; y mala por encima de 30 (o, lo que es lo mismo, 60 en 14 días). Estas cifras pronto quedaron superadas por la evolución de la segunda ola de la epidemia en España. No hubo una suave transición del verde al rojo que permitiera ir aplicando limitaciones. El salto es automático para muchas comunidades. Ninguna pasó en amarillo más de dos semanas consecutivas. Para el 17 de agosto, todas las autonomías, excepto Asturias, Extremadura y Ceuta había superado ya la máxima alarma.
La reacción de los Gobiernos regionales fue dispar, pero ninguna comunidad empezó a tomar medidas contundentes cuando el semáforo de la incidencia cambiaba a rojo. En general, todas esperaron a que la tasa estuviera bastante por encima de 60 casos por 100.000 habitantes. El 14 de agosto, cuando España empezaba a colorearse de rojo, el ministerio reunió a todas las autonomías para acordar un paquete de restricciones en todo el territorio, como el cierre del ocio nocturno o la prohibición de fumar sin una distancia de dos metros.
En cualquier caso, el de la incidencia es solo uno de los 13 indicadores, que están pensados para evaluarse de forma conjunta. Uno de ellos es el retraso en la notificación: por muy baja que sea la incidencia en siete días, si los datos tardan más de una semana en reportarse, este apartado indica muy poco. Además de los criterios mencionados, tiene en cuenta la incidencia de casos con síntomas, el incremento de diagnósticos sobre las semanas previas, el incremento de sintomáticos, el porcentaje de transmisión de cadenas conocidas, las tasas de PCR realizadas en atención primaria, la de sospechosos atendidos en los centros de salud, la proporción de hospitalizados sobre el total de positivos, el retraso en tomar medidas de aislamiento, el retraso del diagnóstico, el porcentaje de estudio de contactos, el número de contactos que se localizan a cada enfermo.
Aunque Sanidad asigna en sus informes internos unos umbrales numéricos para determinar en cada uno de estos indicadores si la situación es buena, intermedia o de alerta, una portavoz del ministerio explica que no son cifras de toma de decisión, sino para estudiar la situación en la que se encuentra cada comunidad en el contexto de España. “Son umbrales dinámicos para desarrollar mapas de situación por lo que constantemente cambian. Ahora mismo, España tiene una incidencia superior a 100 por lo que el umbral de 60 casos por 100.000 habitantes en 14 días está desfasado y se tiene que actualizar”, señala.
Muchos expertos han criticado la falta de unos indicadores claros para la toma de decisiones. Los epidemiólogos defienden que no debe basarse en uno solo, pero que tiene que haber varios que se hagan públicos. Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública (Sespas), cree normal que se establezca en 60 casos el umbral a partir del cual preocuparse. “La discusión entre 1.000 y 500 me parece ociosa; yo a partir de 50 me preocupo. Hay unos niveles que te permiten negociar con el virus o convivir de forma sosegada, sabes que puedes controlar cualquier evento y volver a la normalidad, pero cuando se empieza a ir por encima de 100 casos por 100.000 habitantes tienes que hacer esfuerzos bastante fuertes, teniendo en cuenta el número de asintomáticos y los supercontagiadores”, señala. Pone el ejemplo de Andalucía: con 60 casos por 100.000 habitantes estamos hablando de 4.800 casos, con sus respectivos contactos. Tienes que hacer encuestas y aislar a un gentío", añade.
Esos 500 casos de los que habla Hernández es una tasa de mínimos publicada en el BOE a partir de la cual confinar perimetralmente territorios y reducir aforos y horarios en locales comerciales y de hostelería. Sanidad trabaja ahora en un sistema de semáforos que, este sí, será público y conminará a las comunidades a tomar determinadas medidas cuando rebasen ciertos umbrales.
Información sobre el coronavirus
- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia
- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía
- Descárguese la aplicación de rastreo para España
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.