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“Madrid asumió que tiene que imponer más restricciones”

Jesús Fernández Sanz, consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, considera que “no hay nada que achacar a los madrileños, solo objetivar los datos”

Pablo Linde
Jesús Fernández Sanz, en julio de 2019 en Toledo.
Jesús Fernández Sanz, en julio de 2019 en Toledo.Ismael Herrero

Jesús Fernández Sanz (Pedro Muñoz, Ciudad Real, 59 años) está al frente de la Consejería de Sanidad de una de las comunidades más golpeadas en la primera oleada del coronavirus: Castilla-La Mancha. En esta segunda, de momento, sus datos están por debajo de la media española: 185 casos por 100.000 habitantes en 14 días por los 211 nacionales. Pero teme que la situación cambie por su estrecha relación con Madrid (466 casos por 100.000). Para abordar el problema, se reunió el miércoles con sus homólogos madrileño y castellanoleonés y el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

Pregunta. ¿Qué trataron en la reunión?

Respuesta. El tono fue muy bueno. Lo que pretendíamos era intentar que las comunidades vecinas, como Madrid, que tiene mucha importancia para nosotros, y las dos Castillas, tomemos decisiones similares. El virus no entiende el idioma territorial, administrativo, de colores, de ideologías. El virus se mueve con las personas. Hemos de ser capaces de poner restricciones similares en las comunidades, esto es una cosa que puse sobre la mesa. Madrid asumió que va a tomar medidas muy relacionadas con las nuestras, como restringir el número de personas por reunión, aunque no dijo cuáles. También acordamos reunirnos cada semana para comprobar los resultados de las medidas y revisar la movilidad en los elementos que más nos afectan, como es el AVE; se va a revisar si las restricciones son adecuadas.

P. ¿Qué tipo de restricciones?

R. Esto lo ha hecho el Ministerio de Transportes junto con la empresa. Habrá que revisar si hay que ser más restrictivos con la ocupación de asientos y otras medidas, pero no lo sé, dependerá de las próximas reuniones.

“Se va a revisar si las medidas en el AVE son las adecuadas”

P. ¿Están estudiando limitaciones de movilidad entre provincias o comunidades?

R. No. No se habló de ninguna limitación interprovincial ni de confinamiento. Tenemos que seguir igual, las mismas reglas o las mismas restricciones, si pueden ser muy similares en todas las comunidades, y aplicarlas.

P. Si la epidemia sigue avanzando, ¿serán necesarias medidas más contundentes?

R. Lo veremos en el día a día. Miramos la incidencia por 100.000 habitantes. Cuando una población tiene más de 100 empezamos a tomar medidas un poco más restrictivas. Esto también se puede acordar para las otras comunidades, pero hay que ir viendo cómo se comporta la pandemia en los diferentes sitios y tener en cuenta algo importante: no es igual tomar decisiones en un pueblo de 2.000 habitantes que en una ciudad de 100.000 o en una de un millón. Hay que ir adecuando la toma de decisiones al número de casos, a la situación socioeconómica y a la facilidad de aplicar ciertas medidas.

P. Su presidente ha definido a Madrid como una “bomba radioactiva vírica”.

R. Es una metáfora. Lo que quiere decir y que decimos siempre es que Madrid fue un estallido de casos y lo está siendo ahora también. La incidencia de Madrid es la mayor y nos preocupa que siga creciendo. En los 600 casos que tuvimos este jueves en Castilla-La Mancha, más de 300 eran de Toledo y más de 150 de Guadalajara. Claramente el corredor del Henares y de la Sagra están influidos. Pero eso no es contra Madrid. La bomba cayó en Madrid o podía haber caído en Extremadura. O, como empezó en verano, en Lleida y Aragón, por los temporeros. Pero Madrid es un foco importante porque tiene una gran densidad de población y la movilidad es la que mueve el bicho y las personas somos las que lo llevamos de un sitio para otro. Tenemos una relación extraordinaria. No hay nada que achacar a la comunidad ni a la gente que vive en Madrid, simplemente objetivar los datos. Nosotros hemos sextuplicado las recetas de 2019 a 2020 y eso quiere decir que vienen más personas de Madrid. Que en Guadalajara hemos dado 2.000 tarjetas sanitarias más que dimos el año pasado es una manera de objetivarlo. Son datos que nos permiten tomar decisiones, no ir contra nadie.

“No se habló de ninguna limitación interprovincial ni de confinamiento”

P. Su Gobierno asegura que el 75% de sus brotes tienen origen en Madrid. ¿Cómo se producen?

R. Muchas familias viven en Madrid o Castilla-La Mancha, pero los familiares en la otra comunidad. En el verano han tenido que viajar de una parte a otra. Las fiestas, las comuniones... Por eso es importante que las decisiones que tomemos vayan encaminadas a limitar todas esas reuniones sociales y familiares. En nuestro caso, los brotes pueden ser por temporeros, por la vendimia, que vamos bien, estamos contentos; o sociales o familiares. Intentamos limitar el ocio, las reuniones a no más de 10 personas y esto es lo que pedimos que se haga en otras comunidades.

P. En menos de dos semanas se ha duplicado la ocupación hospitalaria en su comunidad. ¿Están preocupados?

R. Preocupados siempre. Pero las cifras no se parecen en nada a marzo y abril. Por ejemplo, cuando teníamos este número de casos, entre 500 y 600, entre finales de marzo y primeros de abril, había 3.000 hospitalizados. Hoy tenemos 250. Y en las UVI hay 30 personas cuando antes eran 100. No se parece en nada, pero eso no nos hace estar tranquilos. La ocupación es de un 6%, que es la media nacional. Y todo es fruto del trabajo que estamos haciendo en rastreo y en atención primaria. Lo primero que hay que atacar es la transmisión. En las siguientes tres o cuatro semanas tendrás menos hospitalizados y menos fallecimientos. En la primera oleada nos pasó por encima la transmisión y la manifestación de la enfermedad. Todo lo descubríamos en el hospital. Ahora tenemos la ventaja de que lo estamos descubriendo con el rastreo o la atención primaria y ahí es donde hay que volcarse.

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P. ¿Se están reorganizando hospitales, suspendiendo cirugías?

R. Todavía no hemos suspendido. Solo dos cirugías plásticas en Toledo que no tenían que ver con covid. Cada semana tenemos planes de contingencia en todas las áreas sanitarias.

P. ¿Necesitan rastreadores?

R. El 10 de mayo empezamos con 417 personas rastreando, porque creíamos que era la clave, casi en el ratio que recomienda la OMS. Ahora que ha crecido el número de casos hemos contratado a 130 más. Además, previendo que la epidemia pueda seguir y la influencia de Madrid sea importante, hemos solicitado duplicar el número si hace falta. Tenemos reunión con la Unidad Militar de Emergencias la semana que viene para acordar, número, plazos, cómo hacerlo… Que luego no hacen falta, mejor.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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