Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Valencia estudian si prohíben fumar en la calle como Galicia
La Xunta restringe esta práctica en espacios abiertos cuando no se pueda garantizar una distancia de dos metros. Los expertos coinciden en que reducirá el contagio
Galicia prohíbe desde este jueves fumar en la calle o en espacios públicos como las terrazas si no se puede garantizar la distancia de seguridad de dos metros. Es la primera comunidad que da el paso, aunque hay varias más que llevan semanas estudiándolo con sus comités científicos, entre ellas Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León. También lo están valorando los técnicos de la Comunidad Valenciana, y la Comunidad de Madrid, cuyo consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha afirmado este jueves que, si concluyen que tienen competencias para ello, tomarán la medida. Expertos como los de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) recomiendan la medida para evitar la difusión del virus. Galicia tenía este miércoles 827 casos de la infección en activo, 87 más que el día anterior, según los datos que facilitó la Consejería de Sanidad.
El presidente gallego en funciones, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado la nueva restricción en una rueda de prensa tras reunirse con los científicos que le asesoran: “Varios miembros del comité clínico coincidían en que fumar sin ninguna limitación, ya sea en una terraza, con personas próximas, o en zonas de gran afluencia de ciudadanos, sin ninguna distancia física de seguridad, es un riesgo alto de contaminación, de infección”.
Varias comunidades están estudiando implantar una medida similar. Castilla y León, por ejemplo, lo ha planteado en el grupo técnico asesor del Gobierno regional, pero todavía no se ha tomado una decisión, informó un portavoz. Andalucía tiene previsto estudiarlo este jueves en una reunión con sus expertos. Castilla-La Mancha asegura que también que lo está valorando. La medida va en la línea del documento que elaboró en julio la Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud, que advertía de que fumar y vapear aumentan el riesgo de contagio del coronavirus: al exhalar el humo, el fumador lanza gotículas a los acompañantes, además de que al manipular la mascarilla tiene más riesgo de contagio.
Alberto Fernández Villar, jefe del Servicio de Neumología del hospital de Vigo y miembro del comité clínico que ha asesorado a Feijóo, subraya que no es una prohibición de fumar en la calle, sino que se trata de que los fumadores “sean estrictos cuando lo hacen, de forma que sean capaces de asegurar que mantienen la distancia mínima de seguridad cuando fuman en público”. Este especialista da varias razones para poner en marcha esta restricción. La primera es de salud pública: “Se sabe que los fumadores con covid-19 tienen una mayor carga vírica y son potencialmente mayores transmisores”. Al exhalar expulsan más cantidad de gotículas en las que viaja el virus. “Ahora se da la paradoja de que una persona va fumando por la calle, caminando sin mascarilla y el resto de la población no fumadora va con mascarilla. Todos debemos reflexionar sobre eso, incluso los fumadores”, asegura.
También hay razones de protección individual en la decisión de Galicia. “Hay evidencia clarísima de que la agresividad de la enfermedad en fumadores es muy superior. Puede multiplicar entre cinco y ocho veces el riesgo de una neumonía grave”. Además, el fumador se lleva la mano a la boca muchas más veces que el no fumador. Se ha calculado entre 200 y 300 veces más al día, asegura Fernández Villar. “El riesgo de contagio para la persona fumadora es superior”. Tocarse la mascarilla para bajársela cada vez que se da una calada aumenta también el riesgo de contaminación de la mascarilla si se ha tocado previamente una superficie contaminada.
Otros expertos, como Rafael M. Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, ve la medida “coherente” si lo que se pretende es hacer que las infecciones por covid sean más leves (porque reducirá el consumo de tabaco). Pero asegura estar “en contra del modelo prohibicionista frente al modelo educacional” y añade que “el humo del tabaco no transmite el coronavirus, igual que no hay evidencia suficiente para decir que los aerosoles lo transmiten. Lo transmiten las gotas que expulsamos al hablar, al cantar o al toser”. Para reducir los contagios la medida no sirve, subraya, porque quienes quieran saltarse la prohibición lo harán igualmente cuando crean que no van a ser multados.
María Cruz Minguillón, investigadora del CSIC especialista en partículas finas, cree que la medida “hará que los fumadores mantengan la mascarilla puesta el tiempo que se la habrían quitado para fumar, lo cual es positivo”. “Se podría prohibir también cualquier otra actividad (beber, comer) que requiera quitarse la mascarilla”, dice, y añade que la transmisión del virus por el aire “está demostrada”. Fernández Villar asegura que el de la transmisión por aerosoles es un debate abierto en el que aún falta evidencia, pero sí la hay en otros coronavirus como el MERS, y en ese caso sí ocurría.
“Sabemos que es una medida impopular para los fumadores. Van a tener que desplazarse unos metros para separarse de su entorno. Y que en el mundo de la hostelería puede no verse bien, porque quizá haya personas que si no pueden fumar cómodamente en la terraza no vayan, pero creo que estamos en un contexto excepcional, con una enfermedad que no sabemos cómo se va a comportar en otoño e invierno, y toda medida razonable, argumentada y que proteja la salud pública deberíamos aplaudirla”, señaló Fernández Villar.
Carlos A. Jiménez Ruiz, neumólogo experto en tabaquismo y presidente de Separ, ha asegurado que su sociedad aplaude la medida. “Es muy adecuada y va a contribuir a controlar la pandemia”, ha señalado. “Nos gustaría que el Gobierno tomara nota de esto e implantara la medida a nivel nacional”. Separ recomendó en mayo restringir fumar al aire libre si no se puede garantizar la distancia con otras personas.
A Coruña, la más afectada
El área sanitaria más afectada de Galicia es A Coruña y Cee, con 463 positivos, de los que más de medio centenar corresponde a un brote relacionado con un gimnasio en Arteixo. La cifra aumentó este miércoles en 57 casos respecto al martes (de lunes a martes la subida fue de 35). Las hospitalizaciones también están subiendo. El miércoles pasaron en un solo día de 20 a 28. En esta área sanitaria están actualmente el 80% de todos los ingresados en la comunidad. De los 827 casos activos de covid en Galicia, 35 permanecen en unidades de hospitalización convencional y tres en unidades de cuidados intensivos. El resto se encuentra en seguimiento domiciliario. El área de Lugo registra 84 positivos; en Vigo hay 116; en Pontevedra y O Salnés, 45; en Ourense, 54; en Santiago, 45, y en Ferrol, 20.
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