Francia acelera su desescalada: cines y casinos abren el lunes, los estadios desde el 11 de julio
El Gobierno volverá a revisar algunas restricciones a mediados de julio
Francia acelera su vuelta a la normalidad, o a esa nueva normalidad que impone la presencia, aún activa, del coronavirus en buena parte del territorio galo y Europa. Pese a ello, el Gobierno considera que “los indicadores” de la epidemia “siguen bien orientados” y que el país puede dar nuevos pasos en la desescalada. Así, el lunes 22 de junio no supondrá solo la vuelta al colegio generalizada, como había adelantado el presidente Emmanuel Macron en su discurso nacional la semana pasada, sino también la reapertura de cines, casinos y salas de juego, además de los centros de vacaciones. En julio, reabrirán los estadios, pero las discotecas seguirán cerradas todo el verano.
Según se decidió en el Consejo de Defensa y de Seguridad Nacional, reunido por el primer ministro, Édouard Philippe, el viernes, también podrán retomarse, a partir del 22 de junio, los deportes colectivos “con medidas de precaución adaptadas”. Una excepción: los deportes de combate, que siguen prohibidos y cuya situación será revisada “antes de septiembre”.
“La mejora de la situación sanitaria permite levantar determinadas prohibiciones bajo condición de que cada uno mantenga la vigilancia ante la epidemia, con mayor motivo durante todo el periodo estival”, señala un comunicado de la oficina de Philippe, emitido la pasada madrugada. Entre las medidas de prevención que habrá que mantener durante el verano figuran el mantenimiento de la distancia física en bares y restaurantes, así como el uso obligatorio de mascarilla a partir de los 11 años en la mayoría de comercios y establecimientos públicos, también en el transporte público.
El 11 de julio, un día después del fin del estado de emergencia sanitaria, en vigor desde el 23 de marzo, los franceses podrán volver a los estadios e hipódromos, aunque la capacidad máxima de cualquier evento en estos recintos será de 5.000 personas y deberán estar autorizados de forma expresa, al igual que los actos en salas de espectáculo de más de 1.500 personas. Estas limitaciones de aforo estarán en vigor en principio hasta el 1 de septiembre, pero el Gobierno ha anunciado que a mediados de julio se volverá a analizar la situación, “para decidir si es posible una flexibilización para la segunda parte del mes de agosto”.
También a partir del 11 de julio, ya en pleno periodo estival —y turístico—, podrán también comenzar a operar los cruceros fluviales y, “en coordinación con los socios europeos”, eventualmente los cruceros marítimos “entre los puertos europeos” para embarcaciones con un número de pasajeros limitado, cuya cifra aún no se ha dado a conocer.
A partir de septiembre, y “bajo reserva de una nueva evaluación de la situación epidemiológica”, el Gobierno podría decidir nuevos pasos de desescalada, especialmente permitir la celebración de ferias, exposiciones y salones y, “si procede”, las discotecas y los cruceros marítimos internacionales.
“Esta nueva etapa en el plan de desescalada confirma la libertad como regla y hace de la prohibición una excepción”, consideró el Gobierno. Todas las flexibilizaciones, subrayó, se basan en el “sentido de responsabilidad de los franceses, que deben seguir mostrando una actitud ejemplar para combatir la epidemia”, que ha dejado en el país más de 29.600 fallecidos.
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