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Una comisión cifra en 3.000 las víctimas de pederastia en la Iglesia francesa

El equipo de especialistas que investiga los casos desde 1950 cree que al menos 1.500 sacerdotes u otros miembros de la institución católica abusaron de menores

El presidente de la Ciase, Jean-Marc Sauvé
El presidente de la Ciase, Jean-Marc Sauvé LIONEL BONAVENTURE (AFP)
Silvia Ayuso

La magnitud del problema, silenciado durante décadas, de la pederastia en el seno de la Iglesia católica francesa empieza a precisarse. Al menos 3.000 niños o menores fueron víctimas de abusos sexuales por parte de no menos de 1.500 sacerdotes o trabajadores eclesiásticos en Francia desde 1950, reveló este miércoles Jean-Marc Sauvé, presidente de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase).

La cifra no es, por el momento, más que una “primera estimación”, puesto que las investigaciones todavía no han concluido, advirtió Sauvé en una videoconferencia con medios franceses cuando se cumple un año desde que la Ciase empezara a recopilar testimonios por todo el país, en plena tormenta en la Iglesia francesa a causa de varios juicios a altos jerarcas católicos por silenciar casos de pederastia de los que tuvieron conocimiento. De hecho, el que fuera vicepresidente del Consejo de Estado, elegido en noviembre de 2018 por la Conferencia Episcopal francesa como jefe del equipo de especialistas que debe investigar un problema con el que lidia la Iglesia católica en buena parte del mundo, se declaró “íntimamente convencido” de que hay “muchas más” víctimas en Francia.

Los datos provisionales proceden de un estudio inicial de los archivos diocesanos y de las congregaciones religiosas, señala la Agencia France Presse.

A estas pesquisas se unen los testimonios recibidos directamente por la Ciase. Desde que Sauvé y los 21 especialistas de diversos ámbitos —hombres y mujeres expertos en derecho penal y canónico, psicólogos, sociólogos o trabajadores sociales— lanzaron en junio del año pasado un llamamiento para que las víctimas se pusieran en contacto con la Ciase, el equipo ha recibido 5.300 llamadas, explicó.

Uno de los problemas que dificultan el recuento de víctimas es la posibilidad de que algunas personas les hayan contactado varias veces, ya que pueden hacerlo por teléfono y por correo electrónico. Otra complicación es cómo combinar los datos de los archivos con los testimonios recopilados. “Son dos fuentes diferentes que no se superponen, pero que pueden coincidir en parte”, señaló Sauvé.

Además, los trabajos de recopilación de información no han concluido aún: la Ciase comenzó una gira por toda Francia a finales del año pasado que tuvo que interrumpir a causa de la crisis del coronavirus, que provocó un confinamiento de casi dos meses en Francia desde mediados de marzo y hasta el 11 de mayo. Los encuentros presenciales que tuvieron que ser cancelados no tienen por ahora nueva fecha. Pero sí se ha decidido ya ampliar hasta el 31 de octubre la recopilación de testimonios por teléfono y correo. También continúa todavía el trabajo en los archivos religiosos.

La Ciase nació a finales de 2018 como una respuesta de emergencia ante la envergadura que había adquirido el debate nacional, e internacional, sobre la pederastia en la Iglesia católica, con casos muy mediatizados en Estados Unidos, Europa y hasta Australia. En febrero de 2019, el papa Francisco convocó un sínodo sobre la pederastia en el que aceptó pasar de la retórica a “medidas concretas y eficaces”. A finales de ese año, el Vaticano anunció dos nuevas leyes que, entre otras cosas, liquidarán el secreto pontificio —que viene impuesto desde 1972 en asuntos e investigaciones de particular gravedad— en los casos de abusos a menores por parte de representantes de la Iglesia. En Francia, uno de los casos más sonados ha sido el juicio al arzobispo de Lyon Philippe Barbarin, considerado uno de los hombres más poderosos de la Iglesia francesa, por ocultar casos de pederastia en su diócesis. Barbarin fue hallado culpable y condenado a seis meses de prisión con exención de pena a comienzos de 2019, aunque el tribunal de apelaciones lo absolvió el pasado enero. Pese a ello, el papa Francisco, considerado un amigo del otrora todopoderoso religioso galo, acabó aceptando la dimisión de este en marzo.

Se espera que la Comisión entregue su informe, en el que no solo debe proporcionar cifras sobre la pederastia en la Iglesia francesa en más de medio siglo, sino también comprender mejor “las razones que favorecieron la manera en que fueron tratados esos asuntos” para que no se vuelvan a repetir, entre septiembre y octubre de 2021.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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