Wuhan eleva en un 50% su cifra de muertos con coronavirus
Con el nuevo recuento, la ciudad china suma 1.290 fallecidos más, hasta los 3.869. El balance total del país es de 4.632 víctimas. La actualización se debe a que hubo “retrasos, omisiones y errores" en el recuento cuando los hospitales funcionaban “por encima de su capacidad”
En medio de dudas internacionales sobre la fiabilidad de los datos sobre fallecidos por el coronavirus en China, la ciudad de Wuhan, en el centro del país y el foco inicial de la pandemia de covid-19, ha corregido al alza su cifra oficial de muertos por la enfermedad, tras admitir que muchos casos “se registraron erróneamente”. Ahora, el número total es de 3.869 fallecidos, 1.290 personas o un 50% más que en el recuento anterior. Con los nuevos datos, el balance oficial de víctimas mortales en todo el país a causa del coronavirus llega a 4.632.
El número de casos confirmados en Wuhan aumenta también, en 325, y quedan en un total de 50.333 desde el comienzo de la epidemia. Tras la revisión, el número oficial de infecciones alcanza las 82.692 en toda China.
Las cifras se han revisado, según la notificación del Ayuntamiento a la Comisión Nacional de Salud, para incluir a los pacientes que fallecieron en sus domicilios al comienzo de la crisis y tras el cierre por cuarentena de la ciudad, cuando los hospitales se encontraban desbordados y faltos de material para atender la avalancha de pacientes. Un desbordamiento que también “dio como resultado retrasos, omisiones y errores en el registro” de los enfermos que sí fallecieron en los hospitales.
La diferencia en las cifras también se debe, según las autoridades de Wuhan, al establecimiento a toda prisa de hospitales de campaña y la conversión apresurada de otros centros médicos en hospitales dedicados exclusivamente a la atención a enfermos de covid-19. En varios casos, estos centros no estaban conectados a la red nacional sobre el coronavirus, por lo que no notificaron sus casos puntualmente, dice el Ayuntamiento. A ello se suman otros errores, como omisiones en la información disponible sobre algunos pacientes o entradas repetidas, añade.
Las discrepancias se han descubierto y corregido como resultado de la labor de un grupo de trabajo que ha revisado las bases de datos.
En declaraciones a los medios chinos, un funcionario del grupo de trabajo de Wuhan encargado de revisar los registros indicó que la corrección “muestra el respeto por cada vida” perdida a causa de la pandemia, según Xinhua. “Lo que hay detrás de los datos de la epidemia son las vidas y la salud del público en general, así como la credibilidad del Gobierno”, declaró el funcionario, citado por la agencia oficial.
“La vida y la gente son lo más importante. Cada pérdida de vida durante la epidemia no solo es una fuente de dolor para su familia, sino para toda la ciudad también. Queremos enviar nuestras condolencias más sinceras a los familiares de los que fallecieron, así como a nuestros camaradas y los profesionales sanitarios que sacrificaron sus vidas”, agregó.
Hasta ahora, China había defendido en público la fiabilidad de sus cifras. A comienzos de este mes, en una intervención en el canal de televisión francés por cable BFM TV, el embajador chino en París, Lu Shaye, insistía en que “los números son correctos”. En la rueda de prensa diaria del Ministerio de Asuntos Exteriores en Pekín, el portavoz Zhao Lijian aseguraba que no ha habido un encubrimiento de las cifras oficiales. La corrección, ha subrayado, forma parte de un proceso de revisión estadística en línea con las prácticas internacionales.
Aunque no es el único país donde se han revisado los recuentos, las cifras oficiales proporcionadas por la Comisión de Sanidad china habían sido puestas en entredicho a la luz del número de fallecidos por la enfermedad en otros países e informaciones en medios locales y redes sociales chinas sobre las largas colas de familiares para recoger las cenizas de sus difuntos. El escepticismo se ha extendido también a la gestión china durante las primeras semanas de la pandemia. En una entrevista concedida al diario Financial Times y publicada este jueves, el presidente francés, Emmanuel Macron, expresaba dudas sobre esa gestión y puntualizaba: “Claramente hay cosas que han sucedido que desconocemos”.
El ministro de Exteriores británico, Dominique Raab, ha apuntado: “Tendremos que hacer preguntas complicadas sobre la aparición del virus, y sobre por qué no se pudo frenar a tiempo”. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha expresado unas dudas similares sobre el número de casos en China. “¿De verdad se creen esas cifras en ese vasto país llamado China, y que tengan un cierto número de casos y un cierto número de muertes? ¿Hay alguien que se lo crea”, se preguntaba el miércoles.
Algunos médicos chinos habían reconocido que podían existir discrepancias entre el número real y el oficial de víctimas, al confirmar que en las primeras semanas hubo enfermos de covid-19 que murieron en sus casas sin llegar a ser diagnosticados, por falta de camas en los hospitales. La semana pasada, durante una visita de corresponsales extranjeros al hospital de campaña Leishenshan en Wuhan, el director de este centro médico, Wang Xinghuan, había admitido ese extremo, aunque precisaba “que no pudieron ser muchos (casos), ya que ocurrió en un plazo de tiempo muy corto”.
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