Italia lanza un plan de ayudas a periódicos y quiosqueros
Las empresas podrán desgravar un 30% de sus inversiones en publicidad en los medios
A raíz del brote de coronavirus en Italia ha crecido de forma exponencial la búsqueda de información, pero se han desplomado sus ingresos por publicidad. Según los datos de los portales Data Media Hub y Audi Web, que contabilizan las audiencias de los medios de comunicación, la semana del 9 al 15 de marzo, las audiencias en Internet de los medios de información crecieron un 26,7% de media respecto a la semana anterior, que a su vez había registrado también un importante aumento del número de visitas. Por ejemplo, uno de los mayores incrementos se registró en la edición digital del diario económico Il Sole 24 Ore, que anotó un crecimiento del 210% respecto a su media tradicional de audiencia. Como explican a este diario desde la Federación Italiana de Editores de Periódicos (FIEG), las ventas de periódicos en papel, en general, también se han mantenido o aumentado, en particular en los medios impresos locales, que en algunos casos, fundamentalmente en las zonas más afectadas, han visto elevadas sus ventas entre un 10 y un 15%.
Según las cuentas de la federación, la inmensa mayoría de los quioscos de todo el país están abiertos, solo han echado el cierre durante la emergencia unos 3.000 en todo el territorio, menos del 10% del total. En muchos lugares, los quiosqueros han puesto en marcha un servicio de entrega a domicilio para quien no pueda o no quiera salir de casa. Voluntarios de Protección Civil que hacen la compra de alimentos y medicamentos para ancianos o población vulnerable que no puede salir también les llevan periódicos a casa si se lo piden.
Sin embargo, a pesar de esta escalada en las cifras de audiencia, la inversión en publicidad ha caído en picado. “Los anuncios han desaparecido prácticamente de los periódicos”, dice a este diario Fabrizio Carotti, director general de la FIEG. “La mayoría de los productos que se anunciaban ya no pueden venderse y todos los eventos están suspendidos”, añade. Como calcula, se teme un desplome de la publicidad de entre el 25 y el 30% en la primera mitad del año.
Según los datos de AdClarity, que monitorea la actividad de más de 21.000 anunciantes al día, las visualizaciones de los anuncios relacionados con el cine cayeron más del 95% el domingo 8 de marzo respecto al mes anterior y las del sector de los viajes se han desplomado un 80%. El sector del lujo ha perdido en torno al 70% de la visualización de sus anuncios. La publicidad de la automoción es el campo que menos se ha resentido, aunque la difusión de sus anuncios ha caído un 47% desde el último mes. “En general, las marcas no quieren asociar su publicidad y por lo tanto su imagen a la epidemia”, señala Data Media Hub.
Para paliar los efectos de esta crisis publicitaria en los medios de comunicación, el Gobierno italiano ha aprobado una serie de ayudas al sector. Una de las primeras fue incluir a los periódicos en la categoría de bienes esenciales. Los quioscos, junto a las tiendas de alimentación y las farmacias y parafarmacias son los pocos negocios que continúan abiertos en toda Italia, porque el Gobierno considera que los periódicos y revistas son un bien de primera necesidad que garantizan el acceso al derecho a la información en este periodo excepcional. Aunque algunas plantas de producción consideradas no imprescindibles para el funcionamiento del país hayan cerrado por orden del Ejecutivo, toda la cadena del sector de la prensa sigue funcionando con normalidad.
En aquellos lugares en los que las características del trabajo lo permiten, como las redacciones de los periódicos, las radios o incluso algunas partes de las televisiones, los empleados trabajan desde casa. Además, el Gobierno ha aprobado una medida de choque que permitirá a las empresas desgravar el 30% de todas las inversiones en publicidad del año 2020 en diarios y medios digitales, además de televisiones y radios locales. Hasta el momento ya estaba en marcha una norma que permitía a las empresas obtener beneficios fiscales por ampliar su volumen de publicidad respecto al año precedente. A partir de ahora, todas las campañas de este año podrán optar a desgravación. “La situación es tal que ya no se trata de poner más publicidad que otros años, sino de poner publicidad en general”, señala Carotti.
Además, los quiosqueros, muy afectados por la crisis en los últimos años, podrán desgravar hasta 4.000 euros en costes como el alquiler o las facturas de luz, teléfono o Internet y también los gastos de envío a domicilio.
“Estas medidas son un instrumento muy potente, pero tenemos que ver cuántos recursos pone el Gobierno a disposición para que se puedan llevar a la práctica. Serían necesarios unos 60-80 millones de euros”, apunta Carotti. Y explica que también han pedido al Ejecutivo ayudas para soportar los costes de compra del papel. En estas peticiones coincide también la Federación Nacional de Prensa Italiana (FNSI). Como explica a EL PAÍS Raffaele lo Russo, secretario general de este sindicato, también han demandado que se incluya a los periodistas entre las categorías de riesgo, como el personal sanitario, para facilitar que se les hagan las pruebas de coronavirus y puedan desempeñar con mayor seguridad su trabajo en los hospitales o zonas afectadas.
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