La tasa de mortalidad es un 38% más alta en Andalucía que en Madrid
Las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores son las principales causas de fallecimiento, según el último informe del INE
A misma edad, la probabilidad de morir en Andalucía es un 38% mayor que en Madrid. Son las comunidades autónomas con más y menos tasa de fallecimientos, según el último informe de mortalidad de 2018 que ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ese año murieron en España 427.721 personas, un 0,8% más que en 2017. La tasa bruta de mortalidad se situó en 915,3 fallecidos por cada 100.000 habitantes, con un aumento del 0,3%.
Por comunidades, las tasas brutas más elevadas de fallecidos correspondieron a Asturias (1.292,5), Castilla y León (1.215,5) y Galicia (1.201,1). Las más bajas se registraron en las ciudades autónomas de Melilla (609,7) y Ceuta (629,8) y en Baleares (697,9). Esto se corresponde con los territorios más y menos envejecidos. Para corregirlo, el INE calcula las tasas de mortalidad estandarizadas, que representan la de cada territorio si todos tuvieran la misma composición por edad. Las más elevadas son la de Melilla (1.009,2), Andalucía (953,6) y Ceuta (952,6). Las más bajas se dieron en Madrid (689,0), Castilla y León (757,1) y Navarra (761,8).
Causas de muerte más frecuentes
En 2018, fallecieron 427.721 personas (216.442 hombres y 211.279 mujeres).
Hombres
Mujeres
Enfermedades isquémicas del corazón
31.152
Enfermedades cerebrovasculares
26.420
Cáncer de bronquios y pulmón
22.133
Demencia
21.629
Insuficiencia cardiaca
19.142
Alzhéimer
14.929
Enf. crónicas de vías respiratorias inferiores
14.607
Enfermedad hipertensiva
12.496
Cáncer de colon
11.265
Neumonía
10.415
Diabetes mellitus
9.921
Cáncer de páncreas
7.132
Insuficiencia renal
7.120
Cáncer de mama
6.621
Cáncer de próstata
5.841
0
10.000
20.000
30.000
Tasa de mortalidad
Fallecidos por 100.000 habitantes.
Tasa estandarizada.
818
867
779
820
762
797
757
808
804
689
819
817
880
890
890
954
1.009
953
884
Fuente: INE.
EL PAÍS
Causas de muerte más frecuentes
En 2018, fallecieron 427.721 personas
(216.442 hombres y 211.279 mujeres).
Hombres
Mujeres
Enfermedades isquémicas del corazón
31.152
Enfermedades cerebrovasculares
26.420
Cáncer de bronquios y pulmón
22.133
Demencia
21.629
Insuficiencia cardiaca
19.142
Alzhéimer
14.929
Enf. crónicas de las vías respiratorias inferiores
14.607
Enfermedad hipertensiva
12.496
Cáncer de colon
11.265
Neumonía
10.415
Diabetes mellitus
9.921
Cáncer de páncreas
7.132
Insuficiencia renal
7.120
Cáncer de mama
6.621
Cáncer de próstata
5.841
0
10.000
20.000
30.000
Tasa de mortalidad
Fallecidos por 100.000 habitantes.
Tasa estandarizada.
818
867
779
820
762
797
757
808
804
689
819
817
880
890
890
954
1.009
953
884
Fuente: INE.
EL PAÍS
Defunciones según las causas de muerte más frecuentes
En 2018, fallecieron 427.721 personas. De ellas, 216.442 fueron hombres y 211.279 mujeres.
Hombres
Mujeres
31.152
Enfermedades isquémicas del corazón
26.420
Enfermedades cerebrovasculares
22.133
Cáncer de bronquios y pulmón
21.629
Demencia
19.142
Insuficiencia cardiaca
14.929
Alzhéimer
14.607
Enf. crónicas de las vías respiratorias inferiores
12.496
Enfermedad hipertensiva
11.265
Cáncer de colon
10.415
Neumonía
9.921
Diabetes mellitus
7.132
Cáncer de páncreas
7.120
Insuficiencia renal
6.621
Cáncer de mama
5.841
Cáncer de próstata
0
10.000
20.000
30.000
Tasa de mortalidad
Fallecidos por 100.000 habitantes. Tasa estandarizada.
818
867
779
820
762
797
757
808
804
689
819
817
880
890
890
954
884
1.009
953
Fuente: INE.
EL PAÍS
Javier Padilla, médico experto en salud pública y autor del libro ¿A quién vamos a dejar morir? (Capitán Swing, 2019), explica que las diferencias de mortalidad por comunidades en España suelen coincidir con las desigualdades en algunos de los principales determinantes sociales de salud, especialmente tasa de desempleo y renta. "Esto sucede desde hace décadas y los Gobiernos autonómicos y central han tenido un papel muy discreto para su reducción en estos años", asegura. Pone el ejemplo de la ría de Huelva y Cádiz, donde existen áreas concretas de excesos de mortalidad, que tienen "una fuerte influencia de determinantes sociales".
En un informe de marzo de este año, Oxfam Intermón analizaba las inequidades de salud entre territorios y los determinantes sociales para que las tasas de mortalidad varíen de forma tan pronunciada. Proponía una serie de programas sociales para paliarlas: de rentas mínimas o básicas para luchar contra la pobreza, políticas de igualdad (especialmente de conciliación trabajo-cuidados) para romper con las desigualdades salariales, políticas de reindustrialización verde para generar empleos de bajo impacto medioambiental. El documento propone priorizar todo esto en las comunidades más desindustrializadas y con mayores tasas de pobreza, para favorecer la cohesión en los determinantes sociales de salud.
Más allá de este tipo de factores, existen también otros sanitarios que pueden ayudar a explicar diferencias entre comunidades. Andalucía, la comunidad que presenta el peor dato, es también la que menos invierte en Sanidad, pese al aumento del presupuesto un 6,1% hasta los 10.600 millones este año. Las movilizaciones en protesta por la falta de médicos y las abultadas listas de espera se están sucediendo en las últimas semanas en la comunidad.
Recientemente, los Indicadores Clave del Sistema Nacional de Salud de 2019 actualizaban la tasa de mortalidad prematura isquémica, es decir, las personas que fallecen en los 30 días posteriores a sufrir un infarto. Es una medida que los expertos señalan como muestra de las capacidades de los servicios sanitarios para responder a una urgencia. Si se compara con la tasa de mortalidad del INE se encuentran bastantes similitudes; en ambas, los en los puestos de cabeza (más muertes) aparecen Ceuta, Melilla, Andalucía, Canarias, y en los de cola (menos muertes) Madrid, Castilla y León, Navarra o el País Vasco.
Cuando salieron a la luz esos datos, Faustino Blanco, secretario general de Sanidad, aseguraba a este periódico que el Gobierno está comprometido para reducir estas desigualdades: "El Ministerio, para ello, trabaja para que se actúe de aguas arriba, sobre esos determinantes, en prevención y promoción de salud”.
Por enfermedades
Por enfermedades, el panorama no varía significativamente con respecto a otros años: las del sistema circulatorio volvieron a ser la primera causa de muerte, con el 28,3% del total, seguida de los tumores, con el 26,4% (primera causa en hombres), y de las enfermedades del sistema respiratorio, con el 12,6%.
Entre las causas no naturales, el suicidio se mantuvo como la primera, con 3.539 fallecimientos, un 3,8% menos que en 2017. Por detrás se situaron las caídas accidentales (con 3.143 muertes y un aumento del 2,8%) y el ahogamiento, sumersión y sofocación (con 3.090 y un descenso del 0,8%). Por accidente de tráfico fallecieron 1.896 personas, lo que supuso un 2,4% menos que en 2017. Entre las personas que murieron en los siniestros, 475 fueron peatones, un 4,6% más que en 2017. El INE destaca que el 44,6% de ellos tenían 70 años o más.
De forma más detallada, dentro de las enfermedades circulatorias, las isquémicas del corazón (infarto, angina de pecho…) volvieron a ocupar el primer lugar en número de defunciones. Le siguieron las enfermedades cerebrovasculares. Por sexo, las dolencias isquémicas del corazón fueron la primera causa de muerte en los hombres. Entre las mujeres fueron las enfermedades cerebrovasculares. En ambos casos, las muertes por estos motivos descendieron.
Los tumores responsables de mayor mortalidad volvieron a ser el cáncer de bronquios y pulmón y el de colon. Por sexo, estos dos tipos de cáncer también fueron los más frecuentes entre los hombres. Entre las mujeres el tumor con mayor mortalidad fue el de mama, seguido del de bronquios y pulmón. Entre las causas más frecuentes, el mayor incremento en el número de defunciones respecto a 2017 se produjo en la demencia.
Crecen también de forma significativa, un 4%, las relacionadas con el sistema respiratorio. Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) explica que detrás de ellas hay dos causas fundamentales: el tabaquismo y la contaminación. "Son dos problemas que no terminan de estar controlados. Vemos en las encuestas que la prevalencia del tabaquismo ha subido, hace falta cumplir la normativa y subir el precio de las cajetillas. También que la polución no para de crecer; hay que afrontarla como una preocupación de salud público y abandonar el debate político", reflexiona.
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