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¿Están desprestigiadas las notas?

Envíe su opinión al debate que plantea esta semana el Foro de Educación de EL PAÍS

Una adolescente consulta sus notas en casa.
Una adolescente consulta sus notas en casa.MÒNICA TORRES

¿Están desprestigiadas las notas? Voces como la del profesor de Secundaria y escritor Andreu Navarra creen que sí y que es un error. En su libro Devaluación continua, Navarra afirma que las notas "han sido totalmente desprestigiadas, se ha popularizado el mito de que carecen de toda importancia". El autor defiende que, a pesar de sus severas limitaciones, las calificaciones son un indicador útil sobre el desempeño de los alumnos y una vía de alerta, con frecuencia ignorada, cuando las cosas no van bien. ¿Y usted qué opina?

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Participe en el Foro de Educación de EL PAÍS respondiendo a la pregunta: ¿están desprestigiadas las notas? Publicaremos aquí una selección de respuestas a lo largo de la semana.

"No se puede suspender ni a quien no tiene ni las ideas más básicas del temario"

Cómo no van a estar desprestigiadas si no se puede suspender a quien no tiene ni las ideas más básicas del temario. Cómo no van a estar desprestigiadas si solo se pueden poner preguntas de memorización, a ser posible triviales, puesto que las preguntas con actividad intelectual de conceptualización, deducción, inferencia, interrelación no las responde nadie. Cómo no van a estar desprestigiadas si a las autoridades académicas solo les interesa que el sistema sea eficaz, traducido, que el porcentaje de éxito (aprobados) sea del 90% y los estudiantes (¡y padres!) no se quejen.

RAÚL CASTAÑO. Profesor universitario.

"Más deberían estarlo"

Y más que deberían estar, en tanto son una expresión de una calificación puntual, que sumada a otras de su tipo no configuran una evaluación:

Entre ellas, las numéricas aún tienen peor origen y pronóstico, pues son la conclusión deslavazada de una adición cuantitativa sin cualidad formativa que las justifique. Es, aquí sí, como sumar peras con manzanas para obtener una media que es incorrecta para valorar la formación adquirida. Es como sumar conocimientos, o peor aún, los estándares de la LOMCE: artículo + oración subordinada + verbo irregular + ...; si se sabe la mitad se aprueba.

Las cualitativas podían ser más adecuadas si se obtuvieran como una reflexión globalizada, para lo que habría que programar previamente de forma integrada. Debería ser una valoración compresiva de la formación adquirida mediante una composición, escrito, párrafo, que transcribiera un estudio profundo del alumnado. Pero no se hace así:

Porque se utiliza la calificación cuantitativa y después se traduce mediante una escala (3-4, Insuficiente, etc.) en cualitativa. Un engaño.

Porque no es fruto de un análisis integrador y globalizado, por competencias en la escuela obligatoria y progresivamente individualizado por materias en la postobligatoria.

Si se tuviera que llegar a trasladarla a una numérica (becas, EBAU, etc.) se debería hacer solo en esta última etapa, pasando antes por la cualitativa, y traduciendo ésta a una escala más amplia, p. ej., de 0 a 100, mucho más fácil de precisar que en una decena y con decimales.

Pero lo importante: se enseña como se evalúa, y no al revés. Para una evaluación realmente cualitativa antes hay que programar una enseñanza con el referente de las competencias que sea la referencia para la comparación coherente.

RAIMUNDO BENZAL. Inspector educativo jubilado, Murcia

"En el mundo laboral no importan"

En primaria, ESO y Bachillerato tienen mucha importancia, y sobre todo para la entrada a la universidad. Para las becas también. El problema es cuando se llega al mundo laboral. Ahí da igual que hayas tenido unas notas impecables con un expediente envidiable. A nadie le importa ni te las preguntan. Con la titulación les basta. España vive una titulitis exagerada.

CARMEN GARCÍA. Pedagoga y madre, Calahorra (La Rioja).

"Existen enormes diferencias en la exigencia entre distintas carreras"

A la hora de hablar de notas en el sistema educativo universitario español, las notas carecen de valor indicativo de rendimiento. Teóricamente, deberían tenerlo, pero las agencias de calidad, tanto regionales como nacional, son permisivas hasta el extremo con cómo se imparte y evalúa la docencia, provocando así unas enormes diferencias de resultados entre notas de diferentes grados, cuando se supone que estas deben implicar las mismas horas (carga) de trabajo entre grados, según el Espacio Europeo de Educación.

Esto provoca que en la Universidad, las notas (y sobre todo la tasa de aprobados) sea un indicativo de cómo de difícil es una carrera o, visto de una manera global, cómo de permisivo es un departamento, no cómo de buenos son los estudiantes.

Esto da mucho que pensar cuando estamos en un sistema donde la educación te puede salir gratis o no dependiendo de tus resultados académicos, provocando así que las carreras más complicadas sean más inaccesibles a los estudiantes con menos recursos.

GONZALO MARTINEZ. Presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza.

"No podemos mantener el sistema tradicional"

No tengo claro que en los nuevos tiempos y en la sociedad en que vivimos podamos seguir manteniendo el tradicional sistema de notas sin ampliar su dimensión y adaptarla a un marco competencial.

 JOAQUIM ESPUNY. Docente e investigador, Barcelona.

 "Es muy difícil crear un sistema que califique la evaluación"

 Las notas son parte de la calificación. Más importante es la evaluación, que depende mucho más del profesor. Aun así, es muy difícil crear un sistema que califique fielmente la evaluación. El sistema actual no es perfecto, pero no está tan mal.

 PABLO GUIJO. Alumno de Magisterio y profesor de Judo, Madrid.

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