Tres turistas islandeses en Alicante, primeros infectados de chikungunya en España
La Generalitat Valenciana activa las medidas de control tras recibir una alerta desde Reikiavik. Los infectados estuvieron de vacaciones este mayo
Tres turistas islandeses, pertenecientes a la misma familia y que pasaron unos días de vacaciones en la provincia de Alicante a finales de mayo, han sido diagnosticados de la fiebre de chikungunya en un hospital de Reikiavik. El primer caso fue una mujer de 37 años que empezó a sufrir un cuadro de fiebre alta y dolores en las articulaciones el 1 de junio. Siete días más tarde, los análisis confirmaron que se trataba de un caso de chikungunya, el primero registrado de transmisión autóctona en España.
Una hermana de la mujer y su hijo de cinco años, que presentaban síntomas similares, también han dado positivo en las pruebas. El centro sanitario está ahora a la espera de los resultados de nuevos análisis para confirmar si otra hermana de la paciente también sufre la misma enfermedad.
La Generalitat Valenciana recibió el pasado jueves la notificación desde el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), dependiente del Ministerio de Sanidad. La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos. En España solo existe uno que pueda actuar de vector: el Aedes albopictus, conocido como mosquito tigre. El virus se caracteriza por la aparición repentina de fiebre, escalofríos, conjuntivitis, lumbalgia y rigidez e intensos dolores en las articulaciones.
La incubación de la enfermedad va de uno a 12 días y suele cursar en un plazo que va de una a dos semanas, aunque en cerca de la mitad de los pacientes las molestias en las extremidades se prolongan durante meses. No existe vacuna ni tratamiento antiviral específico, por lo que los cuidados se centran en paliar los dolores. El nombre de chikungunya proviene del idioma kimakondé de la tribu makonde, que vive en Tanzania y Mozambique, y significa “andar doblado”.
Otros casos en la Europa continental
Primeros casos autóctonos. La primera transmisión autóctona del virus chikungunya notificada en la Europa continental fue en el año 2007 en Italia, en la región de Emilia Romagna, con más de 200 casos confirmados.
La llegada a Francia. En el verano de 2010 Francia registró su primer brote autóctono. Fue en el departamento de Var, en septiembre de ese año, con 2 casos confirmados. En 2014 otro brote afectó a 11 personas en Montpellier.
Los brotes de 2017. Italia y Francia registraron varios brotes autóctonos de chikungunya en el verano de 2017. El mayor de ellos ocurrió en la zona de Lazio, con más de 200 afectados, aunque hubo otros casos en Calabria. Italia registró en total 277 casos autóctonos de la enfermedad ese año. En Francia, el departamento de Var volvió a registrar dos brotes. Francia diagnosticó la enfermedad a 17 personas que no habían viajado a zonas de riesgo ese verano.
Casos importados. Los países de la UE registran cada año un goteo de casos importados, principalmente turistas que viajan a las zonas endémicas. En 2017 fueron 227 y en España 51, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
La Generalitat ha informado de que no tiene constancia de ningún otro caso, aunque ha activado los protocolos previstos. La Dirección General de Salud Pública ha desplegado los servicios de sanidad ambiental y el equipo de vigilancia entomológica de la Universitat de Valencia está en Alicante para la toma de muestras necesarias. Salud Pública también prevé poner en marcha un plan de vigilancia activa en los centros de atención primaria y el Hospital de Alicante lo hará para detectar posibles nuevos casos.
La vía de transmisión de la enfermedad es la picadura de un mosquito que "haya picado antes a una persona que ya tenía el virus tras llegar de una zona donde la enfermedad es endémica", explica Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra.
El ciclo del virus tiene dos fases. Una ocurre cuando el patógeno entra en el torrente sanguíneo de una persona a través de la saliva del mosquito. En los siguientes días, normalmente hasta el séptimo u octavo, el virus se multiplica exponencialmente en la sangre. Es la llamada "viremia, antes de que la persona empiece a desarrollar los síntomas, y cuando hay mayor carga viral en la sangre", explica César López-Camacho, del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford.
El mosquito que pique a una persona en estos días resultará a su vez infectado y vivirá su propio proceso, añade López-Camacho. Tras un ciclo que durará unos seis o siete días (hay algunas diferencias según las cepas y mosquitos), "el virus se extiende en el organismo del insecto hasta alcanzar las glándulas salivares". Es el final de la segunda fase, "a partir de la cual el mosquito ya transmitirá la enfermedad a quien pique", detalla López-Goñi.
Ignacio López-Goñi apunta al “cambio climático” como una de las causas de la llegada de la enfermedad a España. “Estas enfermedades tropicales ya han dejado de serlo”, afirma. “Aunque solo sean unos pocos grados de aumento de temperatura, ya son suficientes para que especies como el mosquito tigre se hayan asentado en España. Si no hubiera este mosquito, no habría transmisión del virus. Si lo hay, esta puede suceder en cualquier momento si llega una persona infectada de una zona endémica”, añade.
Costa mediterránea
El mosquito tigre fue identificado por primera vez en España en 2004 en San Cugat del Vallés (Barcelona) y actualmente se encuentra ampliamente diseminado en la mayor parte de la costa mediterránea y muchas zonas del interior de España.
Aunque otros países europeos como Italia y Francia ya han sufrido brotes autóctonos intermitentes desde 2007, España no había registrado hasta ahora ningún caso de transmisión local del virus. En 2015 los primeros análisis atribuyeron al chikungunya las dolencias que sufría una persona que había pasado unos días de vacaciones en Gandía (Valencia), aunque investigaciones posteriores revelaron que era un “falso positivo”.
López-Goñi no considera probable que vaya a producirse “un brote masivo en España”. “Puede haber más casos, pero para un gran brote necesitas una gran cantidad de virus circulando y muchas personas infectadas. No son condiciones que tengamos por ahora”, remacha.
Conseguir una vacuna contra el chikungunya es uno de los retos pendientes de la medicina. “Ha habido muchos intentos desde hace medio siglo, pero hasta ahora han fracasado todos”, explica César López-Camacho. Este investigador mexicano participa en un proyecto, actualmente en fase I —introducción del medicamento para comprobar su seguridad y efectos biológicos— para desarrollar una vacuna. Entre la treintena de proyectos similares que hay en estos momentos en el mundo, cinco están en fase I y tres en Fase II, centrada en confirmar la eficacia de la vacuna.
"Es una enfermedad muy incapacitante"
Rogelio López-Vélez es el jefe de la Unidad de Medicina Tropical y Parasitología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Pregunta. ¿Cómo valora estos primeros casos autóctonos de chikungunya en España?
Respuesta. Era algo esperable. Hemos documentado la transmisión local de otros virus como el dengue. Tenemos el mosquito tigre asentado en muchas zonas de España. Y existe un fluido tránsito de turistas a zonas endémicas, así que podemos afirmar que era esperable la irrupción de la enfermedad, como ya ha pasado en países como Italia. Pero no por esto es algo menos importante.
P. ¿Por qué?
R. Porque es una enfermedad con un impacto muy importante en la vida del paciente. Aunque no tiene una mortalidad relevante ni requiere ingresos en la UCI como en los casos de dengue hemorrágico, cerca de la mitad de los pacientes sufrirán dolores y rigidez durante varios meses. Y este cuadro, que puede ser muy incapacitante, se prolongará durante más de un año en entre el 3% y el 10% de los pacientes hasta desarrollar secuelas articulares como la artritis reumatoide.
P. ¿Cuál es el tratamiento del chikungunya?
R. No disponemos de ningún tratamiento antivírico específico para tratar la enfermedad, así que lo que podemos hacer básicamente es aliviar los síntomas como el dolor articular y la fiebre mediante antipiréticos, analgésicos y líquido. Tampoco existe una vacuna.
P. ¿Es relevante que estos casos aparezcan apenas empezado el buen tiempo?
R. En estos momentos se está produciendo un resurgimiento de la enfermedad. Hace una década hubo un brote gigantesco de chikungunya, con millones de afectados. Empezó en la zona del océano Índico y luego se expandió por América Latina. Posteriormente fueron otros virus, como el del zika, los que tomaron el relevo. Ahora estamos detectando un aumento importante de personas infectadas con chikungunya en el sudeste asiático y la India.
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