España se une a un equipo europeo para atajar catástrofes naturales
Cinco países de la UE han puesto medios para combatir incendios o inundaciones
La Unión Europea, tan dada a preparar planes de contingencia para afrontar crisis económicas o migratorias, quiere protegerse también de las catástrofes naturales por venir. El primer paso se ha concretado este martes en Bruselas con una flota aérea común lista para intervenir allá donde se la necesite. Su alcance es todavía modesto, pero la Comisión Europea espera que en el futuro se sumen más Estados. El proyecto, denominado rescEU, tendrá a su disposición para echar a andar dos aeronaves croatas, dos italianas, dos españolas, y una francesa, además de seis helicópteros suecos.
El Ejecutivo comunitario achaca a los efectos del cambio climático el aumento de los incendios por todo el continente, y ve llegado el momento de aunar esfuerzos. En el recuerdo está el caso de Suecia en julio del año pasado, cuando se vio obligada a pedir ayuda internacional para contener una oleada de fuegos y a la llamada de socorro acudieron dos hidroaviones italianos y seis helicópteros noruegos. Esa solidaridad convenció a los suecos, que no estaban muy por la labor, de aportar medios al mecanismo común.
El modelo está todavía en una fase de transición, pero el objetivo final de rescEU, dotado con 200 millones de euros para los dos próximos años, es contar con una flota europea para actuar con la mayor agilidad posible ante incendios, inundaciones, tormentas y terremotos, que según cifras comunitarias se han cobrado más de 100 vidas en 2018. La burocracia ha sido en sucesos precedentes como los incendios de Portugal de octubre de 2017 un obstáculo que ralentizó las labores de salvamento. Y Bruselas quiere evitar que los trámites compliquen esos trabajos y saber que cuenta con medios listos para ser utilizados para ayudar a los socios que se vean desbordados en cualquier momento de crisis sin depender de lo que los Estados los ofrezcan voluntariamente, como sucedía hasta ahora.
El comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, el chipriota Christos Stylianides, ha ensalzado el nuevo programa como un instrumento de solidaridad europea. Y además ha insistido en que la prevención es rentable. Los daños registrados por estos fenómenos costaron casi 10.000 millones de euros en 2016 y ascienden a más de 360.000 millones desde 1980. "Es una fórmula para compartir riesgos, cuantos más países participen, más beneficios habrá", ha señalado Stylianides.
Las aeronaves listas para intervenir van acompañadas de nuevas medidas: se reforzará el centro europeo de coordinación con un equipo de apoyo para incendios forestales formado por expertos de los Veintiocho, y se organizarán videoconferencias durante el verano para compartir información sobre los riesgos de fuegos. La maquinaria comunitaria de prevención ya está en marcha. Este año ha habido ejercicios de campo con equipos de rescate de varios países de la UE en Croacia y Francia, y se ha celebrado una reunión sobre incendios forestales para prepararse ante la temporada por venir.
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