“No somos una moda pasajera”
Los jóvenes de Girona que importaron a España el movimiento advierten a los políticos que si no actúan perderán su voto
Horas después de ver en YouTube un vídeo de la joven activista sueca Greta Thunberg, cinco estudiantes de cuarto de Biología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Girona (UdG) se plantaron el 18 de enero ante la sede de la Generalitat en Girona. Dos meses después, suman 200 personas de todas las facultades conectados online con todo el mundo. La semilla del movimiento Fridays For Future Girona (FFF) se ha expandido con fuerza por las redes y este 15M llega a 40 ciudades de España con manifestaciones, charlas y concentraciones. Quieren presionar para que se adopten medidas “reales” contra el cambio climático. “Estamos hartos que nos tomen por tontos. No puede ser que los políticos se reúnan anualmente para aprobar medidas del clima y no lleguen a nada”, sostiene Lucas Barrero, uno de los portavoces del FFF.
Lucas, Ander, Mar, Núria y Roger, llegados a Girona a estudiar desde Huelva, el País Vasco, Barcelona y Lleida, creen que el momento “es ahora”. “Llevamos dentro estas ganas, esta inquietud de ver que es necesario arrancar de una vez”, asegura Mar. Lucas y Núria acaban la frase: “Greta dio el pequeño paso que todos estábamos esperando”, fue “la chispa” y ahora, dicen, esto "ya no se para".
Son jóvenes con ideas claras. Se definen como movimiento “apartidista” y no vinculado a ninguna asociación ni entidad. Su objetivo es presionar al Gobierno español para implementar medidas para combatir el cambio climático, apuestan por una economía sostenible justa vinculada al medio ambiente y luchan por una transición energética rápida y justa. Apoyan y quieren ser altavoz de las luchas de defensa de su territorio.
Lucas y Ander llegan esta mañana en autobús a Girona. Directos del Parlamento Europeo en Estrasburgo donde han estado junto a otros 58 jóvenes “activistas climáticos” de 18 países. Se autoimpusieron una condición para el viaje: desplazarse sólo autobús o en tren porque el avión contamina demasiado.
En Estrasburgo coincidieron con Lilly, una activista holandesa de 10 años que empezó a recoger plástico cuando apenas contaba seis. También se reunieron con varios eurodiputados y les preguntaron por el informe de los expertos de la ONU sobre el cambio climático, el que advierte que hay menos de una década para tomar medidas urgentes. “Pocos lo habían leído a pesar de incluir un resumen de 37 páginas destinado a los políticos”, lamentan.
Acudieron al debate del cambio climático. “La asistencia de los Eurodiputados fue lamentablemente baja”, asegura Ander. En el hemiciclo, apenas un 20% de los 750 eurodiputados. Una joven activista no pudo contener las lágrimas. No les gustó no poder participar y que escucharan su voz pidiendo “justicia climática”.
Estos jóvenes activistas defienden la Ley del cambio climático, de consenso, y critican que se apruebe al fin de una legislatura, “porque es una media electoral y debilita una ley necesaria antes de entrar en vigor”, dice Lucas. El FFF ha tenido la petición, aseguran, del presidente del Gobierno para reunirse con ellos, pero la declinaron amablemente al considerar “que no era el momento”. También han declinado integrarse en alguna candidatura.
Su principal objetivo es llegar a la gente, hacer presión social y política desde la base para concienciar. “Necesitaríamos un Félix Rodríguez de la Fuente que ayudara en el cambio de chip”, apunta Lucas. En Estrasburgo han visto “la mentalidad de siempre”, pero Ander ve positivo que se hable de ellos. “Ya estamos en sus mentes, si aprovechamos este 15M como catapulta para crecer vamos a seguir poniendo nerviosos a los políticos y tendrán que tomar medidas, por mínimas que sean”. “No somos una moda pasajera –advierte- somos las generaciones próximas. Si no actúan perderán el voto”.
Creen que vivimos en una “emergencia, en una crisis climática” que los políticos no tratan como tal y ven necesario “un cambio de paradigma”. Para Mar y Núria se han ignorando las advertencias que hacen desde hace años los científicos “porqué no se ven las consecuencias a corto plazo”. Sin embargo, aseguran, se están empezando a notar. “Se conocen las medidas a tomar y existe la tecnología para hacerlo, pero no se invierte porqué no es rentable”, asegura Ander. La ONU avisa que va a peor.
La huelga internacional contra el cambio climático está secundada por jóvenes de 1.320 ciudades de 89 estados. En España, unidos en la plataforma transversal Juventud por el Clima se movilizan en 40 ciudades. En Girona a las seis de la tarde habrá una manifestación que se podrá seguir por tuiter e Instagram de Greenpeace Internacional —con más de 3 millones de seguidores—, que los ha puesto a disposición de este movimiento durante las 24 horas de huelga y en cada uso horario.
“El 15M es una fecha mundial pero el 22 también estaremos en la calle”, asegura Ander. Advierten que ya tienen propuestas otras futuras fechas internacionales para un movimiento que no para, porqué “nos jugamos nuestro futuro”, corean al unísono.
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