La menstruación no es azul
Algunas alumnas de FP en un instituto de Castellón firman una exposición para romper tabúes sobre la regla titulada ‘Mánchate las bragas'
Romper tabús sobre la menstruación, como cuando se muestra azul en la publicidad, y visibilizar un proceso natural en la vida de la mujer. Esos son dos de los objetivos que persigue la exposición Mánchate las bragas, promovida por 11 estudiantes –diez chicas y un chico- del ciclo superior de Promoción de Igualdad de Género del instituto Ribalta de Castellón. El proyecto abre desde este jueves y hasta el próximo lunes sus puertas en el centro cultural La Bohemia de la capital castellonense. Con él, el activismo menstrual toma la palabra. Aterriza no exento de críticas entre quienes no acaban de encajar el mensaje. Sus promotoras insisten: “Nuestra idea no es convencer a nadie, simplemente compartir historias y experiencias vitales con aquellas personas que quieran participar”. La iniciativa se presenta además este 14 de febrero para ponerle el contrapunto “al cursi de San Valentín”, reza el cartel de la muestra.
La exposición es el colofón al trabajo realizado durante todo el curso de Información y comunicación con perspectiva de género del citado ciclo formativo. “Trabajamos por proyectos que nacen de la motivación del alumnado”, explica Celia Viñado, profesora coordinadora del proyecto didáctico. Y es así como se gesta Mánchate las bragas. Un título “provocador” con el que se buscaba al mismo tiempo “implicar al público”.
La exposición se sustenta sobre esa interacción social. Una de las obras del proyecto consiste en colgar sobre un tendedero las bragas manchadas de regla que las alumnas del instituto ha depositado en una caja. Una acción que, explica Viñado, ha ido precedida del correspondiente proceso informativo al estudiantado de los ciclos formativos que se imparten por la tarde, “porque estamos hablando de un tema sensible y no queríamos dar paso a malentendidos”.
También reúne fotografías que la gente ha compartido en redes sociales. Hay escultura, collage, performances y una parte audiovisual. Las obras son un compendio de experiencias vitales. De mujeres en la menopausia. De niñas con menarquía. Ellas hablan. “Hay mucho trabajo de nuestras historias vitales y de la salud de la mujer en general…”, dice.
Visibilizar. Proyectar. Compartir. Romper el oscurantismo ligado al proceso menstrual y al propio cuerpo de la mujer. Abordarlo desde todas sus vertientes. Y llamar a la reflexión. “Es algo que se oculta siempre. En la publicidad, por ejemplo, la regla se muestra con un líquido azul. ¿Qué tiene de malo nuestra sangre cuando es el origen de la vida?, ¿qué sangre molesta ver?”, señala Viñado, moderadora de esta acción de activismo menstrual. Un movimiento que describe como toda intervención comunicativa “en la que se promueve o visibiliza cualquier fase del proceso de la menstruación entendida como el hilo conductor de la salud de la mujer, y que ayuda a reforzar la autoimagen”.
Desde el centro cultural La Bohemia, base de operaciones de la exposición, alaban la iniciativa. “Nos pareció muy interesante. Sabíamos que en Castellón iba a levantar ampollas y nos iban a llegar muchas críticas, como así ha sido, pero es una exposición necesaria”, indica el creador y responsable del centro, Manu Vives. Reconoce que desde que se inauguró esta sala hace tres años, no se habían recibido tantas críticas, pero defendemos la libertad de expresión. No censuro una exposición sobre activismo menstrual como no censuro otra de cualquier otro tema o una presentación del libro sobre Carlos Fabra”.
Los comentarios sobre Mánchate las bragas han incendiado las redes sociales. Muchos rebasando la crítica y saltando al insulto directo. Tildando de “locas” y “marranas” a sus impulsoras o indicando que el proyecto les da “asco”. También ha logrado el efecto contrario; despertar la curiosidad e invitar a la reflexión. El pase previo a la inauguración oficial de este jueves colapsó las instalaciones. “El arte ha de ser transgresión. Queda demostrado que era necesario plantear el debate, porque la exposición no ha pasado desapercibida”, añade Vives. “Nos quejamos de que la gente joven no apuesta por la cultura y que el arte no es capaz de captar a este tipo de público… Si cuando dejamos a los jóvenes que se expresen libremente les machacamos, no vendrán a las salas”, concluye.
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