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Europa rastrea sus mares en busca de metales estratégicos

Un proyecto científico identifica 216 posibles yacimientos de cobalto y 157 de litio, imprescindibles para la fabricación de dispositivos móviles o coches eléctricos

Esther Sánchez
El robot Isis, del Centro Oceanográfico del Reino Unido, recoge muestras en el monte submarino Tropic de las islas Canarias.
El robot Isis, del Centro Oceanográfico del Reino Unido, recoge muestras en el monte submarino Tropic de las islas Canarias.IGME

La carrera para la obtención de minerales críticos o de importancia estratégica como el cobalto, el litio y las tierras raras, entre otros, muy escasos en Europa y claves en el desarrollo tecnológico y la energía verde, ha llegado al mar. De momento, se trata de conocer dónde pueden existir reservas submarinas y cuál es su potencial, porque en 2030 un 10% de todos los minerales que se extraerán en el mundo procederán del fondo de las aguas saladas, estiman los expertos.

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“Se podrá así atender la demanda de cobalto, cobre o zinc, algunos de los minerales más codiciados por las nuevas tecnologías y en los que Europa es deficitaria”, explica Javier González, investigador en geología marina del Instituto Geológico Minero de España (IGME) y responsable del proyecto internacional MINDeSEA, financiado por la Unión Europea, que estudia los principales recursos en los mares del continente. Con ese objetivo se ha elaborado el primer mapa de posibles yacimientos de cobalto y litio en las profundidades marinas europeas.

Los investigadores, de España, Portugal, Alemania, Ucrania, Suecia, Estados Unidos y Rusia, han recopilado toda la información disponible, fruto de años de investigaciones. La han agrupado en este mapa “vivo” al que se le irán añadiendo otros elementos como el vanadio, el telurio y tierras raras, entre otros. “Es todavía preliminar, son necesarios más estudios, pero los resultados indican que existe una potencialidad en esas zonas”, subraya González.

Este primer mapeo revela un total de 216 puntos de posible cobalto y 157 de litio y cobalto, 25 y 4 de ellos en territorio español, respectivamente. Se han descubierto y mapeado numerosos depósitos de costras (acumulaciones de óxido de hierro y manganeso que forman una especie de pavimento en el lecho del mar) ricas en cobalto en los montes submarinos y en las crestas del área de Macaronesia (Portugal y España). El mar de Noruega, el mar de Barents, el océano Ártico, los márgenes ibéricos y el mar Mediterráneo occidental muestran otros posibles depósitos. En la actualidad, la República Democrática del Congo copa la producción con un 60% del total.

POSIBLES YACIMIENTOS MINERALES

Fuente: GeoERA.

En cuanto al litio, no se han localizado reservas importantes “para ser consideradas”. Los indicios de este metal al que algunos llaman el “petróleo blanco” aparecen en el mar Báltico, el mar de Barents y el mar de Kara. Los márgenes ibéricos y el mar Negro y Tirreno son los que tienen el mayor potencial. Se encuentra en nódulos, configurando una especie de campo de patatas minerales depositadas en las llanuras abisales y las cumbres de los montes submarinos.

El litio es el elemento base de las baterías de dispositivos móviles y de las de los coches eléctricos y se utiliza también en la producción de lubricantes y de vidrio y cerámica. Actualmente se extrae de grandes depósitos de sales que se encuentran, por ejemplo, en Chile, Bolivia, Brasil o Argentina.

Han partido de esos dos minerales porque “la UE está muy interesada en ellos para las baterías de ion”, responde González. El auge de los vehículos eléctricos es cada vez más patente. La Agencia Internacional de la Energía estima que en 2030 circularán 125 millones de coches eléctricos.

Sin explorar

“Los depósitos minerales del fondo marino representan el recurso más importante y menos explorado de elementos críticos y metales básicos en el planeta”, explica González. Pero su extracción es todavía muy complicada. Se trata de una tecnología que está dando sus primeros pasos. “Aunque aquí situemos una potencial mina submarina en Canarias, no va a ir un barco mañana a sacarlo”, pone como ejemplo.

En el mundo no hay minería de alta profundidad, solo existe un proyecto para explotar un yacimiento de oro y cobre a 1.600 metros de profundidad en aguas de Papúa-Nueva Guinea, de la Nautilus Minerals, con sede en Toronto. “Se ha construido ya el buque minero y los robots de extracción. Podría comenzar el año que viene, pero no es seguro”, comenta el investigador. Japón ha desarrollado un proyecto piloto de extracción de sulfuros parecido al de Papúa con éxito este año.

Detrás de los datos que señalan la existencia de minerales a grandes profundidades se encuentran campañas oceanográficas que diseccionan la geología y morfología del fondo marino. “Usamos los minisubmarinos no tripulados (ROV), que toman imágenes y datos geológicos hasta los 6.000 metros de profundidad, además de dragas, una pequeña red con una boca metálica que puede tomar muestras del fondo”, describe el científico. Así conocen el relieve, si hay montañas, valles o llanuras, y lo que aflora a la superficie. Para destripar lo que hay debajo utilizan métodos de exploración geofísica. Lanzan una onda (señal acústica) al fondo marino que rebota y vuelve al barco. “De esa forma podemos ver cual es la arquitectura de los sedimentos”.

Fruto de una de las expediciones realizadas en 2016 por el Centro Oceanográfico del Reino Unido (NOC) junto con el IGME, se localizó un yacimiento potencial de 2.670 toneladas de telurio en Tropic. Este monte submarino se eleva a 3.000 metros de altura, tiene una cumbre plana de 1.100 metros de profundidad y está situado a unas 250 millas náuticas al suroeste de la isla de El Hierro. Fueron necesarias 16 inmersiones del submarino no tripulado y se tomaron 360.000 fotografías. El telurio es un gran conductor que se usa como revestimiento de turbinas eólicas marinas, paneles de energía solar o smartphones.

Coto a la compra en países donde se violen derechos

Uno de los problemas del auge de la demanda de este tipo de minerales es la violación de los derechos humanos y la falta de control medioambiental en algunos países donde se encuentran las mayores reservas. Amnistía Internacional reveló en 2016 que hasta 16 conocidos fabricantes de teléfonos y coches se abastecían de minas ilegales de cobalto en República Democrática del Congo, donde los niños trabajaban como esclavos.

El 1 de enero de 2021 entrará en vigor en la UE el reglamento sobre los minerales de zonas de conflicto, que pretende frenar el comercio de cuatro minerales: estaño, tantalio, wolframio y oro, “que a veces se extraen recurriendo al trabajo forzoso o se utilizan para financiar conflictos armados”. Los importadores deberán indicar de qué país proceden los minerales, las cantidades importadas y cuándo fueron extraídas. Estados Unidos también cuenta con legislación sobre los mismos minerales: el artículo 1.502 de la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor de 2010.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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