Mujeres que invierten en mujeres

100 mujeres. 1.000 dólares cada una. 10 programas de actuación. Estos son los pilares sobre los que se asienta Women for Women Project (Proyecto Mujeres para Mujeres), el nuevo programa de la BrazilFoundation, que este jueves tendrá su puesta de largo en la gala anual que se celebra en el Lincoln Center de Nueva York. El proyecto tiene como filantrópico objetivo encontrar a un centenar de mujeres, brasileñas o de cualquier parte del mundo, que donen su dinero para crear una red de colaboración local y global que potencie lo derechos y las oportunidades de la mujer en Brasil.

“Brasil es una economía en desarrollo pese a ser la séptima del mundo. En donaciones es la 91 del mundo, y está por debajo de la media de Latinoamérica. Por lo tanto, promover la filantropía en mi país es muy importante. BrazilFoundation siempre ha estado en la vanguardia de esta cuestión. Estamos recibiendo mucho entusiasmo. Las mujeres desean participar. Creo que tendremos las primeras cien antes de que acabe el año”, explica a EL PAÍS Patricia Lobaccaro, presidenta de la fundación, que tiene entre sus objetivos ayudar a modernizar Brasil promoviendo la igualdad, la justicia social y las oportunidades económicas para todos sus ciudadanos. Desde el año 2000, la organización ha dedicado 30 millones de dólares en más de 350 proyectos.

Sobre el proyecto Mujeres para mujeres, Lobaccaro advierte: “No se trata solo de que 100 mujeres hagan una donación, sino de que lideren una iniciativa filantrópica que permita crear una red. Esa red estará conectada con las mujeres que trabajan sobre el terreno”. Lobaccaro se refiere a tres mujeres pioneras que serán homenajeadas en la gala de este jueves: Anália Timbó, fundadora de Vidança, un proyecto que durante 30 años ha trabajado para dar oportunidades a los chicos de Vila Velha, en Fortaleza, a través de programas educativos y culturales; Maria de Lourdes Braz Vieira, fundadora de la Casa de Santa Ana, dedicada a la atención de los más pequeños en la Ciudad de Dios de Río de Janeiro; y Brigitte Louchez, coordinadora durante 20 años de la Asociación Barraca da Amizade, que combate la explotación sexual de niñas y adolescentes en Ceará.

“Cuando invertimos en mujeres, los beneficios van mucho más allá. Van a las familias, a la comunidad. Hay mucho por hacer en Brasil. Pese a que la presidenta es una mujer, las mujeres apenas representan el 10% del Congreso; pese a que la mujer se ha incorporado al mercado laboral, sólo el 7% de los puestos de los consejos de administración de las empresas está ocupado por ellas”, recuerda la presidenta de BrazilFoundation.

Desde el año 2000, la organización ha dedicado 30 millones de dólares en más de 350 proyectos

“En Brasil hay cosas que se hacen bien, y otras que están lejos de conseguir los objetivos deseados. Tenemos una de las mejores leyes contra la violencia doméstica, pero una cosa es tener la ley y otra disponer de los medios para aplicarla. En las áreas remotas no hay delegaciones que puedan aplicar la ley a las mujeres víctimas de maltrato. Se han hecho grandes progresos, pero todavía queda un largo camino por recorrer”, añade.

La gala en el Lincoln Center reunirá a 500 personas del mundo de los negocios, el periodismo, la universidad, el arte y otros ámbitos de la sociedad civil. Será presentada por la actriz brasileña Morena Baccarin, protagonista de series de éxito como Homeland, El Mentalista o V. A lo largo de la noche, la cantante Bebel Gilberto, hija de Joao Gilberto, recibirá el Premio Brasileño Global, dedicado a aquellas personas que promocionan la cultura de Brasil por el mundo.

“La gala tiene varios objetivos. En primer lugar, recaudar, ya que de ella sale la mayor parte del dinero que se dedica a proyectos. En segundo lugar, buscar visibilidad internacional. Estas mujeres a las que homenajeamos han dedicado 30 años de su vida a tareas fundamentales. Tenemos que reconocer ese trabajo, porque necesitan nuestra ayuda. Una de las maneras de hacerlo es darles visibilidad. Además, a la gala acuden muchos creadores de opinión, hombres de negocios. Es una audiencia pequeña, pero de mucha calidad”, concluye Lobaccaro.