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Casi la mitad de la Eurocámara pide a España que retire la reforma del aborto

Socialdemócratas, verdes, liberales y la izquierda unitaria se han manifestado hoy públicamente en la Eurocámara contra lo que consideran una involución contraria a los derechos humanos

Lucía Abellán

El Parlamento Europeo ha elevado la voz para oponerse al endurecimiento del aborto que pretende aplicar el Gobierno español. Socialdemócratas, verdes, liberales y la izquierda unitaria se han manifestado hoy públicamente en la Eurocámara contra lo que consideran una involución contraria a los derechos humanos. Los eurodiputados piden la retirada del proyecto y alertan del efecto contagio que puede provocar en otros países comunitarios.

La reforma del aborto en España ha dejado de ser un problema exclusivamente nacional para convertirse en una preocupación europea. Distintos representantes de la izquierda, los verdes y los liberales, que suman juntos casi el 49% de los votos en la Eurocámara, se han manifestado hoy en contra de las intenciones del Gobierno de Mariano Rajoy. El presidente del grupo socialdemócrata en la Cámara, Hannes Swoboda, se ha declarado “francamente sorprendido” de que Rajoy no tenga “otros problemas que solucionar” para dedicarse a aprobar unos controvertidos cambios en la regulación del aborto. Se trata, en su opinión, de una polémica “artificial” destinada a enmascarar graves desafíos como el desempleo.

Swoboda expresó en conferencia de prensa su temor de que esta iniciativa española pueda calar en otros Ejecutivos conservadores de Europa y por eso avanzó la intención de su grupo de incluir la defensa de los derechos de la mujer como parte de la campaña a las elecciones europeas, que se celebrarán a finales de mayo. “No hay ninguna necesidad de cambiar la ley actual si no es para imponer la moral de una parte de la sociedad a la totalidad”, resumió a su lado la diputada socialista Iratxe García.

También los liberales utilizaron mensajes muy contundentes para expresar su “enérgico rechazo” a la propuesta española, aprobada por el Consejo de Ministros a finales de diciembre. “España retrocede en el tiempo cuando restringe el acceso al aborto legal y seguro”, considera en un comunicado la liberal holandesa Sophia in’t Veld. Esta diputada, que preside el grupo de trabajo de salud sexual y reproductiva en el Parlamento, cree que el Ejecutivo español actúa “bajo presión de la Iglesia católica y, a pesar de la fuerte oposición, parece decidido a limitar los derechos de mujer y su libertad personal”.

También la izquierda unitaria lamenta esa “violación de los derechos humanos” que la norma del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, supone para España. “Queremos decirle al Gobierno español que este es el camino equivocado; las mujeres deben poder decidir por sí mismas”, explicó en conferencia de prensa Mikael Gustafsson, presidente de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad del Parlamento Europeo. A su lado, la francesa Christine Vergiat recordó que la prohibición del aborto no provoca una reducción del número de casos y que contemplarlo como derecho no significa que sea obligatorio. “Las restricciones tienen como resultado que se produzcan abortos en una situación más difícil”. Las nuevas trabas afectarán principalmente “a las mujeres más desfavorecidas, que no tendrán acceso a un aborto libre y seguro”, abundó su compañera portuguesa Ines Zuber.

“Es una mera obsesión ideológica y arcaica del Gobierno español y del ministro de Justicia en especial”, detalló también ante la prensa Raül Romeva, de los verdes europeos. Romeva subrayó la sorpresa de sus colegas europeos ante las intenciones del Ejecutivo español de eliminar la actual ley de plazos y sustituirla por otra en la que solo caben los casos de violación y los riesgos graves para la salud de la madre (ni siquiera las malformaciones fetales).

Aunque el Parlamento Europeo no tiene competencias para frenar una ley aprobada por un país miembro, sí que puede instar a la movilización y recoger firmas en contra del proyecto. Es lo que ha empezado a hacer el sueco Mikael Gustafsson, que en menos de cinco días cuenta ya con 174 firmas de eurodiputados contrarios al proyecto de ley español, además de otros 77 en diferentes parlamentos nacionales. El diputado ha asegurado que hay incluso algunos miembros del Partido Popular Europeo contrarios a la iniciativa (y cita a algunos finlandeses, sin nombrarlos).

Toda esta movilización europea precede al debate formal que se producirá mañana en el pleno de la Eurocámara en Estrasburgo sobre el aborto y su anclaje en los derechos de la mujer. Con una introducción de la Comisión Europea, que probablemente rehusará entrar en una cuestión tan sensible, los parlamentarios debatirán mañana sobre los derechos sexuales y reproductivos de la mujer y aludirán expresamente a la reforma del aborto español como una amenaza clara. La respuesta del Parlamento Europeo se produce a iniciativa de los socialistas españoles, que han encontrado un fuerte apoyo entre toda la izquierda y los liberales europeos.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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