_
_
_
_

Rusia deniega el permiso de acceso al Ártico a un buque de Greenpeace

El ‘Arctic Sunrise’ pretende acceder a la ruta marítima del Norte en una campaña de protesta contra las exploraciones de petróleo y gas

El buque de Greenpeace 'Arctic Sunrise'.
El buque de Greenpeace 'Arctic Sunrise'.GREENPEACE

Las autoridades rusas han denegado el acceso a la ruta marítima del Norte al Arctic Sunrise, de la organización ecologista Greenpeace, donde pretende denunciar las actividades de exploración de petróleo y gas que la compañía rusa Rosneft y la estadounidense ExxonMobil están realizando en el mar de Kara , en el Norte de Siberia Occidental, donde podrían comenzar las perforaciones de petróleo el año que viene.

Greenpeace ha hecho ya tres demandas para navegar por esa zona del ártico y las autoridades rusas las han rechazado alegando que el buque no cumple las recientes regulaciones del país. Sin embargo, la organización ecologista ha contestado que el Arctic Sunrise es un barco de navegación por hielos de clasificación superior a muchos de los más de 400 buques a los que se ha autorizado el acceso este año por la ruta del Norte. “Se trata de un intento velado de impedir una protesta pacífica y desviar la atención internacional de las explotaciones petrolíferas en el ártico ruso”, ha declarado la activista de Greenpeace Christy Ferguson. “El Arctic Sunries es un rompehielos completamente equipado con una experiencia notable en operaciones en esas condiciones”, ha añadido.

Dos activistas de Greenpeace ante el buque ruso de prospección Académico Lazarev, en el mar de Barents, con la pancarta  "Salvar el Ártico".
Dos activistas de Greenpeace ante el buque ruso de prospección Académico Lazarev, en el mar de Barents, con la pancarta "Salvar el Ártico".GREENPEACE

La negativa rusa a la petición de los permisos correspondientes para el Arctic Sunrise viola los derechos de libre navegación recogidos en el derecho internacional, denuncia Greenpeace

Según ha explicado la organización ecologista, su buque ártico se aproximó la semana, en la mar de Barents, al barco ruso Académico Lazarev, utilizado para las prospecciones sísmicas, que se consideran altamente nocivas para los mamíferos del ártico, incluidas las ballenas. Las explosiones que se realizan con esa técnica de prospección pueden, por ejemplo, ensordecer a una ballena que esté a 500 metros de distancia y el animal corre riesgo de morir si está a 150 metros.

La exploración de grandes reservas de hidrocarburos en el Ártico se ha convertido en una prioridad estratégica de Rosneft, que ha firmado acuerdos de colaboración con ExxonMobil y Statoil, según la organización ecologista, denunciando que estas grandes empresas occidentales desean trabajar en territorio ruso para aprovechar las normativas medioambientales más laxas que las de sus respectivos países.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_