“Nos cercan por todos lados”
Las familias con más de tres hijos han perdido parte de sus prestaciones
Desplazarse en coche no es fácil para Juan y María. Tienen cuatro hijos, un turismo de cinco plazas y ninguna posibilidad en este momento de conseguir uno más grande. Así que nunca pueden viajar todos juntos. “Las familias numerosas tenemos ayudas para comprar automóviles grandes, pero tienen que ser nuevos. ¿Y quién tiene dinero hoy día para un coche nuevo?”, se pregunta María. Ella no se puede plantear ni siquiera uno de segunda mano. Su marido, que acaba de montar una empresa de servicios de Internet tras quedar en paro, aún no ha empezado a tener beneficios y mientras tanto viven del sueldo de ella. “Un sueldo normalito, más bien bajo. Nos estamos comiendo los ahorros”, suspira.
Pero tener un coche pequeño es ahora el menor de los problemas de este matrimonio que vive en Elche. El problema gordo se desencadenará en enero, cuando caduque su carné de familia numerosa y no se les conceda la renovación. Para entonces la hija mayor, que tiene 24 años, dejará de computar en el hogar porque acaba de terminar su carrera y la siguiente hija, de 22, dejó de hacerlo a los 21 porque no estudia. La consecuencia es que a partir de enero solo computarán los dos menores, de 18 y 19 años, y quedarán fuera del supuesto legal de familia numerosa (a partir de tres hijos). “¡Pero en la práctica seguimos siéndolo!”, reivindica la madre. “Tal como está el mercado laboral, ¿alguien puede creer que mis hijas van a poder encontrar trabajo para emanciparse de aquí a enero? Es absurdo e injusto que los pequeños no puedan disfrutar de los mismos beneficios que han tenido sus hermanas. Y no sé cómo vamos a seguir manteniendo a los cuatro si nos quitan las pocas prestaciones que tenemos”.
María hace un repaso de lo que se le viene encima. Se acabaron las rebajas en el IBI, el agua, la luz, el transporte o las matrículas universitarias de los pequeños. “Nos están cercando por todos lados. Y teniendo en cuenta que también están recortando las becas a las familias no numerosas, me temo que hasta esas nos denegarán”, aventura. En total, calcula que perder las prestaciones del título de familia numerosa puede suponerle en torno a 5.000 euros al año. Eso sin contar los descuentos que ofrecen muchos comercios. “Así como las instituciones públicas nos están quitando muchos beneficios, hay que admitir que las empresas privadas cada vez se acercan más a nosotros. Básicamente, porque les interesa. Están buscando a la gente que más consume, y nosotros consumimos y gastamos mucho en las tiendas, no por capricho sino por necesidad”, explica María.
La ministra de Sanidad, Ana Mato, anunció la semana pasada que quiere modificar la Ley de Familias Numerosas para que hogares como el de María puedan mantener el título hasta que el último de sus hijos cumpla la edad límite (21 años o 26 si estudia). Una medida que podría aliviar a miles de personas, teniendo en cuenta que en España hay alrededor de 1,3 millones de familias con tres hijos o más pero solo 530.000 están reconocidas legalmente, según cálculos de la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN).
El colectivo celebra el anuncio de la ministra, pero no se fía. “Como declaración de intenciones, estamos encantados con la noticia porque es algo que llevamos pidiendo mucho tiempo. Pero nos tememos que no se va a cumplir en un plazo breve porque cambiar una ley exige una tramitación larga. Ya veremos”, previene Eva Holgado, presidenta de la FEFN.
Las asociaciones de familias numerosas están escarmentadas. Muchas de sus prestaciones se las han ganado partiéndose la cara con entidades y cargos de todo tipo (ministros, consejeros, alcaldes, concejales, empresas públicas, empresas privadas, fundaciones, comercios) y ahora ven cómo la crisis y las políticas de recorte se están llevando por delante parte de esos logros.
Sin ir más lejos, la reforma energética recién aprobada por el Ejecutivo de Rajoy les va a imponer un límite de renta para poder beneficiarse del bono social eléctrico, una tarifa subvencionada a la que hasta ahora tenía derecho todo el colectivo al margen de sus ingresos. “Estamos bastante decepcionados con el desarrollo de la política familiar del Gobierno, que no está cumpliendo las medidas anunciadas y, por el contrario, está suprimiendo o limitando los pocos beneficios sociales que tienen las familias numerosas, que son las que más pueden ayudar a recuperar económicamente este país en términos de capital humano. En España hay una absoluta ceguera respecto al valor de los hijos y de las familias numerosas”, sentenciaba el director de la FEFN, Raúl Sánchez, al conocer la medida.
“No estamos en contra de que se establezcan niveles de ingresos para acceder a las prestaciones, pero pedimos que sean justos”, aclara Eva Holgado. “En esta ocasión el tope mínimo se ha fijado en 34.600 euros al mes para hogares con tres hijos, pero lo habitual es que se establezcan en torno a los 17.000 euros, una cifra que raya la exclusión social. Eso no son prestaciones familiares, son ayudas asistenciales”, añade.
La decepción no solo viene del Ejecutivo de Rajoy. La FEFN ha elaborado un “mapa de los recortes” que se extiende por casi todas las comunidades españolas. Cataluña fue de las primeras en meter la tijera, suprimiendo en 2011 la prestación universal para hijos de familias numerosas de cero a seis años (745 euros al año), mientras se disparaban los precios de las guarderías y el transporte público. Un año después, Madrid eliminaba las becas de libros de texto al tiempo que subía también el transporte público. Entre tanto, la Comunidad Valenciana endurecía notablemente las condiciones para beneficiarse de la deducción autonómica por familia numerosa o el bono-libro.
Pero entre todas las comunidades, la FEFN destaca Castilla-La Mancha, que el año pasado rebajó la ayuda de 35 euros al mes por hijo que recibían las familias numerosas de la región para dejarla en menos de nueve euros por cada hijo. También se han suprimido en esta región las becas de comedor y la subvención del 50% en transporte público a familias numerosas, jubilados y jóvenes.
María insiste: “El círculo se cierra por todos lados. Estamos cercados por los recortes”. Y remata: “Hay que desterrar el mito de que las familias numerosas somos todas ricas o del Opus. Somos gente normal, con sueldos normales, y lo que les pasa a todas las familias con la crisis, a nosotros nos pasa multiplicado por tres, cuatro o el número de hijos que tengamos. Que se tenga eso en cuenta”.
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