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Un tribunal se compromete a tutelar que “la naturaleza” reaparezca tras un derribo

Baleares recuperará una zona de dominio público marítimo terrestre que ocupaban trece edificios

El Tribunal Superior de Justicia de Baleares vigilará para que la naturaleza, el paisaje litoral de dunas y su flora, conquiste otra vez su lugar perdido en una zona de Ses Covetes. Tras ordenar que se cumpliese la sentencia de derribo de 68 viviendas, piscina y bar-restaurante ilegales, justo al lado de la playa virgen de Es Trenc, el Tribunal ha dictado un auto en el que señala como mantendrá una tutela directa para que los terrenos recuperen su aspecto original y que se restituya de manera “total”.

El devolver “los terrenos a su estado natural, va a precisar de mucho más tiempo (que el derribo e inicial restauración del suelo) que tiene que ser todo el que la naturaleza reclama”, señala el escrito de la Sala que preside el magistrado Gabriel Fiol Gomila. Los miembros de la sala efectuaron un reconocimiento directo del solar de Llucalcari (Deià) que ocuparon los chalets ilegales derribados por sentencia.

Los terrenos han sido cubiertos por arena y se han dispersado semillas y brotes de plantas propias del entorno

Los terrenos donde se levantaron hasta trece edificios con 68 viviendas están ahora liberados de cemento y bloques. Han sido cubiertos por arena y se han dispersado semillas y brotes de plantas propias del entorno. Este suelo estaba y está afectado por el dominio público marítimo-terrestre fijado por la Ley de Costas y no eran ni pueden ser urbanos. Una licencia municipal impropia e ilegal del Ayuntamiento de Campos, de principios de los años 1990, autorizó la agresiva construcción al lado de una playa natural intacta. Las obras se paralizaron por una sentencia de 1995 y quedaron en ruinas hasta su derribo en 2013.

Fue necesaria una compleja batalla jurídica de años de los ecologistas del GOB (Grup de Ornitologia Balear) y de los nacionalistas del PSM (Partit Socialista de Mallorca) para lograr borrar del paisaje aquel atentado urbanístico. La legalidad urbanística perturbada quedó restablecida y ahora los jueces vigilarán que los servicios del Instituto la Naturaleza del Gobierno balear cooperen con la labor del viento ordenando las dunas para que renazca el paisaje vegetal, sin interferencias.

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