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Tribuna
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Una adaptación necesaria

Sobrevivieron quizás porque establecieron su propia red de apoyo social entre ellas

El caso del triple secuestro de Cleveland no deja de sorprendernos. La situación se ha prolongado durante mucho tiempo, lo cual nos hace pensar en que la presión psicológica mantenida habrá dejado una profunda huella. Esas mujeres han estado privadas de su red social, de sus amistades, familiares y figuras relevantes para cubrir sus necesidades psicológicas. Cabe pensar que habrán vivido momentos de desesperación que habrán podido poner en duda sus ganas de seguir viviendo; pero sobrevivieron, quizás porque establecieron su propia, aunque pequeña, red de apoyo social entre ellas.

Sin duda, estas personas precisarán orientación psicológica durante tiempo para poder integrar, en la medida de lo posible, una situación traumática muy prolongada.

Pueden haber establecido una cierta relación con su secuestrador, donde juega la ambivalencia de la necesidad de tener contacto para sobrevivir y las ganas de recuperar la libertad. Digamos que necesariamente ha tenido que existir una acomodación a la situación para poder seguir adelante.

Nuestro sistema cognitivo tiende a protegernos de una realidad que no queremos

En una situación anormal y que no hemos vivido antes tendemos a buscar algo en nuestro repertorio de conductas que nos pueda ayudar a satisfacer nuestras necesidades psicológicas. Pero al no encontrar nada que nos ayude a afrontar la situación, nuestro propio sistema cognitivo tiende a desarrollar lo que podríamos llamar conductas creativas para intentar protegernos de una realidad que no queremos, que no nos gusta. Esto se puede concretar en dolencias psicosomáticas, en conductas desadaptativas, etcétera. Desconocemos qué han hecho todo este tiempo. Pero, en resumen, nuestra mente tiende a aproximar la realidad que percibe a como nos gustaría que fuese.

Ese fatídico día en que cada una de ellas fue secuestrada, no les permitió que la realidad se desarrollase como tenían previsto y, a partir de ahí, se han tenido que adaptar para no tirar la toalla. Procesos de orientación y de counselling podrán ayudar a estas personas a adaptarse al mundo al que han vuelto y que ya no es el que dejaron. Necesitan reconstruir su nueva vida, donde siempre permanecerá este cruel recuerdo.

Jesús Miranda Páez es doctor en Psicología.

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