La exclusión de medicamentos cuesta 300 millones de euros a los pacientes

El exclusión decidida en junio del año pasado que entró en vigor en septiembre de 426 fármacos de uso común de la financiación pública ha tenido un coste para los usuarios: 300 millones de euros, según datos que esta mañana han hecho públicos la consultora IMS y la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anepf). Estos organismos han resaltado además que el mercado de productos dedicados al autocuidado de la salud, es decir, aquellos que por sí no se financian y que pueden adquirirse sin prescripción médica, cerró el pasado año con valores de 2009 (4.734 millones de euros), lo que equivale a una pérdida de facturación en dos años de 14.000 euros.

Javier Castro, representante de esta consultora en España, ha explicado que estos resultados se deben a que la población está "muy afectada" por la crisis y que está cambiando sus hábitos de consumo. "El mercado a día de hoy está plano", se ha referido Castro, que ha pedido a la industria farmacéutica que detecte esas nuevas necesidades.

Con todo, este experto ha restado importancia al impacto de los productos desfinanciados en el mercado de autocuidado, que dice no han tenido un peso específico dado que su venta ha correspondido a esos 300 millones sobre el total de 4.734 (un 6,5% del total de las ventas).

Entre los productos que se salvan de la tendencia a la baja están los referidos al aparato respiratorio, digestivo y circulatorio; además del cuidado de los ojos, que es el que presenta mejores datos. En otros casos, la estacionalidad de fármacos como los antigripales o los antisolares explican el descenso de las ventas, explica IMS.

Además de la salida de medicamentos de la financiación pública, el sector se enfrenta a otra amenaza: el traspaso de fármacos de la venta en farmacia a la dispensación en hospitales, que algunas comunidades están adoptando como una medida de abaratar las compras. Esto ha propiciado una caída en picado de las ventas, afirma Castro. En este sentido, el director general de la patronal Anepf, Jaume Pey, ha indicado que están preparando un fichero alternativo con miles de productos de autocuidado, entre los que hay complementos alimenticios y de parafarmacia, y que tendrán la lista a partir de mayo. El objetivo, dice, es "la recomendación activa" de estos productos por parte de los médicos, lo que podría ser una solución a corto plazo para la viabilidad de la farmacia, afirma Pey.

En el proyecto se llama Nomenclátor Maestro y cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad, la Agencia Española del Medicamento y el Consejo General de Farmacia.