Abren las urgencias, se marchan las ambulancias

El conflicto provocado por el cierre de 21 puntos de urgencias rurales en Castilla-La Mancha se agudiza tras la paralización cautelar de la medida impuesta por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la comunidad. El Gobierno regional no ha esperado al pronunciamiento del tribunal respecto a las alegaciones presentadas por la Junta contra su decisión, para tomar medidas en respuesta a la decisión de la justicia. Ayer comenzaron a retirarse algunas de las ambulancias que se habían dispuesto en los centros de atención continuada que dejaban de tener servicio nocturno, según confirmaron sus alcaldes, tal como había anunciado el pasado domingo el jefe del Servicio de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario del Servicio de Salud de la comunidad (Sescam), Juan Antonio Sánchez Losada.

 “Las ambulancias colocadas y su personal dejarán los 21 municipios, y se congelará todo el despliegue de otros medios, que se iban a financiar con el presupuesto de los centros cuyo horario se iba a modificar”, comunicaba el Sescam en una nota. "Las ambulancias volverán temporalmente a sus ubicaciones anteriores al inicio de la reforma hasta conocer la decisión final de los magistrados", continuaba. Fuentes del PSOE regional consideran que esta respuesta busca “amedrentar” a los vecinos que han contestado con un sonoro rechazo a la medida.

Conductores de ambulancias consultados por este periódico apuntan, contra las explicaciones del Gobierno regional, que no se habían dispuesto nuevos efectivos, sino que se habían reorganizado los existentes para que hubiera una ambulancia en los pueblos en los que se quería cerrar el PAC. Alcaldes de los municipios afectados confirman, además, que la mayoría de los vehículos que se retiran son ambulancias convencionales y no UVI (Unidad de Vigilancia Intensiva) móvil, como las definió la presidenta María Dolores de Cospedal.

“Una ambulancia convencional no sirve más que para trasladar”, apunta un conductor de ambulancia en la sierra de Guadalajara, que prefiere no dar su nombre. Este profesional denuncia que debido a la reordenación de vehículos que se había efectuado para suplir las urgencias nocturnas en la provincia, algunos pueblos quedaban más desprotegidos que en la situación anterior, debido a que una ambulancia convencional no puede realizar ciertas atenciones avanzadas al paciente.

El edil socialista de Tembleque, Jesús Fernández, cuya denuncia suscitó la paralización cautelar del cierre de las urgencias nocturnas, confirma que en el municipio toledano aun cuentan con la ambulancia que se dispuso tras el cierre de las urgencias. La SVB (soporte vital básico) móvil del Pobo de Dueñas (Guadalajara) sí ha desaparecido de la puerta de su centro de salud. Un vecino de este pueblo considera, sin embargo, que prefiere que permanezcan abiertas las urgencias de noche y que la UVI vaya al municipio solo si es necesario.

Alcaldes de los pueblos afectados se han sumado a la iniciativa del alcalde de Tembleque y han presentado sus propios recursos. Entre ellos, Adobes ha denunciado que el centro de salud que se le asigna está a más de 30 minutos de viaje en coche, para lo que presenta un acta notarial.