Lección caribeña en Doha
La República Dominicana, primer país en desarrollo que impone un recorte de emisiones
Un pequeño país del Caribe, la República Dominicana, ha abierto un sorprendente camino. En la cumbre del clima de Doha ha presentado su ley para reducir emisiones un 22% hasta 2030, de 3,6 toneladas de CO2 por habitante al año a 2,8. Los países en desarrollo se han negado insistentemente en tener objetivos de emisiones, con el argumento de que fueron os ricos los que han creado el problema y que ellos tienen que desarrollarse antes de tener límites. Pero lentamente desde un grupo de pequeños países empieza a emerger otro lenguaje.
La República Dominicana (10 millones de habitantes, 9.300 dólares de PIB por habitante) ha sido un país muy activo en conseguir financiación internacional en proyectos de cambio climático. “Tenemos 65 proyectos de mecanismos de desarrollo limpio, entre ellos seis parques eólicos, la mayoría de ellos procedentes de España”, explica en Doha Omar Ramírez, secretario de Estado.
Quizá por eso ha visto que hay dinero de por medio, aunque insiste en que el objetivo es legalmente vinculante y que no está sujeto a ayuda del exterior. “Nos hemos puesto un objetivo de reducción de emisiones en la ley y la adaptación al cambio climático está en la Constitución desde la reforma de 2010. Además, somos el tercer país de América Latina en aprobar una tasa al carbono”, señala con orgullo en los pasillos de la cumbre de Catar ante el interés de algún periodista de EEUU, cuyo país se niega a aceptar objetivos vinculantes en la negociación internacional
El plan dominicano incluye objetivos vinculantes en una reducción paulatina cada cinco años. Ramírez señala que tienen margen porque el 84% de su producción energética procede de combustibles fósiles. Aun así, la reducción de emisiones no será sencilla porque el Gobierno calcula que el PIB crecerá un 140% en ese periodo.
“La República Dominicana no vino aquí a encontrar culpables”, replicó Ramírez a la pregunta de por qué tomar esta decisión si hay países ricos sin obligaciones. En América Latina empieza a surgir un discurso distinto al de Brasil –alineado con los gigantes emergentes (China, India y Sudáfrica)- y el Alba (Venezuela y Bolivia, principalmente).
En Doha se ha visualizado la alianza entre Colombia, Chile, Perú, Costa Rica y Guatemala, con un discurso más cercano al de Costa Rica. Según Ramírez, diplomático, esto no empaña la unión de la región: “Todos los países tienen sus opiniones, pero Latinoamérica es una sola y seguirá siendo una de las regiones que más crece y que más hace contra el cambio climático”.
Ramírez se reunió el jueves con el ministro de Medio Ambiente Español, Miguel Arias Cañete, que quedó impresionado con el dominio de la negociación del representante dominicano. Este se mostró comprensivo con la situación de España, que no ha ofrecido en Doha nuevos compromisos de financiación: “Comprendemos la situación de España. Nosotros también hemos pasado por eso. Pocos países como España han hecho tanto por el Fondo de Adaptación de la ONU”.
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