Dos siglos de números locos en la Lotería de Navidad
Los guarismos más estrambóticos en 200 años de sorteo El gordo ha recaído dos veces en los números 20.297 y el 15.640 Durante la Guerra Civil hubo dos sorteos, una republicano y otro franquista El cinco ha sido la terminación más premiada (32 veces)
Esta convocatoria del sorteo de Navidad es especial: cumple 200 años. La Lotería moderna comenzó a celebrarse el 4 de marzo de 1812, dos semanas antes de firmar la Pepa. En este trasiego ni Napoleón, ni la pérdida de las colonias, ni la Guerra Civil, ni la extenuación de la dictadura franquista han alterado el sorteo de Navidad. Dos siglos jugando con los números dan para muchas curiosidades, repeticiones, cifras amadas o combinaciones malditas. Los estrambóticos guarismos de la Lotería.
Aunque oficialmente el primer sorteo de Navidad se celebró en 1892, cuando se estampó en los boletos un texto diferenciador, la cita se celebra desde la fundación de la institución, cuando el premio fue de 8.000 pesos fuertes. Este año se han celebrado 203 convocatorias para tentar a la suerte. Pero las más esperadas son las extraordinarias del Niño y Navidad. Elegir boleto para estos millonarios sorteos - el 22 de diciembre, se repartirán 2.520 millones de euros- no resulta sencillo. Combinaciones imposibles, fechas o efemérides pasan por la cabeza de los que esperan frente a Doña Manolita, la administración más famosa, en el centro de Madrid, que vende 67 millones de boletos al año.
Las terminaciones 4 y 6 han hecho felices a sus portadores en 27 y 26 ocasiones, respectivamente
Luego están los estetas que hablan de números bonitos y feos. El 55.666, el Gordo de 1949, emana sex-appeal. Casi tanto como el 22.101, agraciado en 1910. Pero el bombo no distingue entre la belleza o el equilibrio numérico; cada vez que gira, caben todas las posibilidades. Incluso el 15.640 y el 20.297, los dos únicos que han repetido en los últimos 200 sorteos navideños. El primero, premiado en 1956 y 1978; el segundo, en 1903 y 2006.
Además del bicentenario, el sorteo de 2012 es especial por los impuestos. A partir del año que viene habrá gravamen sobre los premios superiores a 2.500 euros. La suerte de 1938 también fue única; más bien doble. Durante la Guerra Civil, ambas facciones celebraron su rifa. En la zona republicana, en Barcelona ganó el 22.655. En la parte franquista, en Burgos, el 36.758.
Durante la dictadura nunca faltó, llegó a representar un 3% de los ingresos del Estado, y en 1975, el año en el que murió Franco, ganó el 47.107. La función originaria del sorteo era justamente sacar dinero. Para ello, la Lotería se inspiró en un modelo instaurado por Carlos III, en 1771, para México, en esa época la Nueva España.
El Gordo nunca ha finalizado en 09, 10, 13, 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 u 82
En los primeros años de su creación, la cita se celebraba en Cádiz y se extendió al resto del país, a medida que el ejército Napoleónico perdía posiciones. En 1814 se instauró la celebración en Madrid. La capital es la región que más premios aglutina, 80. Y el 5, la terminación más premiada (32 veces), por delante del 4 y del 6, que han hecho felices a sus portadores en 27 y 26 ocasiones, respectivamente. Los españoles que más invierten en la suerte son los de Castilla y León, que se dejan 82,19 euros por habitante en boletos. De media nos gastamos algo menos: 57,03 euros.
La Lotería siempre se ha considerado como una inversión, voluble, pero una inversión al fin y al cabo. En los años sesenta, un billete entero costaba 4.000 pesetas (24.04 euros). Actualmente, 200 euros. Aviso para navegantes y compradores: el Gordo nunca ha terminado en 09, 10, 13, 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 u 82. Que cada uno haga sus cálculos para intentar conseguir los 4 millones de euros que se repartirán este año.
La pasión por el sorteo de Navidad pasó a otra dimensión en 1957, cuando por primera vez se emitió en directo. Y cambió de divisa -por segunda vez ya que hasta 1868 se pagaba en reales- en 2002. Ese año, que el Gordo fue el 08.103, la sonata duró 10 minutos menos. Los niños de San Ildefonso, anunciadores de la suerte desde la primera lotería, la primitiva del siglo XVIII, tardaban mucho menos en cantar mil euros que “ciento cincuenta miiiiil peseeeeeeeetaaas”.
En 2004, la emoción duró poco; a los 13 minutos de comenzar a sacar del bombo las bolas, hechas de madera de boj, los que tenían el 54.600 ya estaban descorchando champán: se habían llevado el premio principal con su boleto.
Aún es un misterio dónde cayó el 08.553, el premio de 1813 que nadie reclamó
Algunos de los ganadores nunca brindaron ni con botella, ni con botellín porque no dijeron a nadie que habían sido agraciados. Aún es un misterio dónde cayó el 08.553, Gordo de 1813. Hay gente que está todo el año pensando en guarismos. Saben que el 1 ha sido la terminación menos repetida o que solo en dos ocasiones han ganado el Gordo números correlativos; el 13.093 y el 13.094, en 1939 y en 1856, y el 53.452 y 53.453, en 1929 y en 1954. Cada uno hace sus cábalas, al final solo hay 100.000 posibilidades.
Nunca ha ganado una combinación más baja que el 00523, en 1828. El 79.250, de hace dos años, marca el techo de los premiados. El Calvo no ha vuelto, pero su gesto de soplar las bolas se mantiene, este año con una cara más joven y con más pelo. Aunque no aparezca en los spots sigue siendo un icono de estas fechas, hay gente que hasta le pone en el Belén. Así se evite el turrón, se odien las cenas familiares, se juegue o no se juegue, el día que los niños de San Ildefonso cantan a la suerte, empieza la Navidad.
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