Alemania quiere gravar a Google por usar contenidos de periódicos
La multinacional ya ha ganado frente a propuestas similares de Francia
El gigante de Internet Google aumenta las presiones en Europa para evitar que les obliguen a pagar por el uso de contenidos editoriales ajenos, mientras el Parlamento federal de Alemania (Bundestag) se prepara para debatir entre el 19 y el 23 de noviembre una nueva legislación para proteger los contenidos editoriales. El Gobierno de centro-derecha presidido por Angela Merkel aprobó reformar la ley para que las empresas editoriales puedan cobrar a los agregadores de noticias como Google News por usar parte de sus artículos en sus buscadores. Se trata de los llamados snippets, una suerte de entradilla sacada del texto original, que pueden leerse en las páginas de resultados de Google News y otras webs similares.
Los medios de comunicación que publican en Internet el trabajo de periodistas profesionales defienden el cobro a los agregadores de noticias. Según entiende la Asociación de Editores de Periódicos BDZV, Google y otras empresas similares se lucran gracias a la publicidad que colocan en sus agregadores de noticias. El presidente de la BDZV, Helmut Heinen, pidió durante el reciente Congreso anual de Periódicos en Berlín que la nueva ley entre en vigor lo antes posible para evitar que los buscadores de noticias se sirvan “sin cortapisas” de textos periodísticos. Consideran los partidarios de la ley que los snippets disuaden a los lectores de acceder al contenido original. Una vez entre en vigor la ley, es previsible que los editores de prensa funden una sociedad para cobrar este nuevo canon a los agregadores, de forma análoga a cómo actúa, por ejemplo, la SGAE en España.
Desde el lado contrario, blogueros y activistas de la Red se han organizado en una iniciativa llamada IGEL para detener el cambio legal: aseguran que solo beneficiará a las grandes editoriales, que vulnerará los derechos de autor del periodista y que promoverá la formación de monopolios. Consideran que el uso de extractos de texto por parte de los agregadores no vulnera los derechos de autor y creen que el cobro por este uso mínimo de contenidos ajenos afectará a todos los buscadores, no solo a Google, de forma obligatoria. La ley contempla que los buscadores que lo deseen puedan evitar el pago prescindiendo de citar contenidos ajenos, pero en tal caso el buscador sería inútil. Así que, argumentan, el canon es un impuesto ineludible para los agregadores de noticias.
El canon afectará a todos los agregadores de noticias
También se argumenta que la nueva ley será perjudicial para las editoras de periódicos porque impedirá a la gente llegar a sus contenidos. Incluso el magnate de la prensa Rupert Murdoch, propietario del gigante de la comunicación News Corporation, dio en 2010 su brazo a torcer y permitió que Google News volviera a incluir sus muchos periódicos (entre ellos el primer rotativo de Estados Unidos, The Wall Street Journal) en los resultados de sus búsquedas. No obstante, el reciente caso brasileño desestima esta tesis: 154 periódicos de la potencia suramericana renunciaron en octubre a que Google News cite sus contenidos. Los textos se pueden encontrar con el buscador normal de Google. Según explicaba el semanario The Economist, el tráfico de usuarios solo se ha reducido desde entonces en un 5%. También en Bélgica se está librando una diputa legal entre Google y cinco diarios nacionales.
Cuando el Gobierno francés planteó una medida similar a la alemana, Google amenazó con dejar a los medios franceses fuera de los resultados de sus búsquedas de Internet, lo cual supondría “disminuir las menciones a los medios franceses en la Red y limitar la innovación” en ese campo. Los portavoces de Google en Alemania no llegaron a esa dureza, pero cuando se anunció el cambio legal lamentaron que era “un día negro para Internet”.
Como suele suceder con este tipo de polémicas que afectan a los derechos de autor en Internet, la reforma legal levanta pasiones en las redes sociales y en los blogs. Todos dicen defender la libertad de expresión y la pluralidad informativa. Unos defienden la pervivencia de los medios de comunicación ante lo que consideran una “cultura del todo gratis”. Sus adversarios aducen que las restricciones en el uso de internet vulneran el derecho a la información y favorecen modelos de negocio “anticuados”.
Estas exigencias a los buscadores no son la única propuesta contra la crisis de los periódicos. La tendencia a cobrar a los lectores por acceder al contenido se extiende en todo el mundo. Lo hacen el mencionado WSJ, así como The New York Times y también los principales rotativos alemanes. Respecto a la nueva ley, la ministra de Justicia Sabine Leutheusser-Schnarrenberger aseguró recientemente que el Gobierno “no está abriendo una olla de oro de la que saldrá dinero a espuertas”. Incluso sus autores reconocen que la llamada ley Google no es la solución definitiva para los problemas de la prensa escrita.
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