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“Tienes que estar en el límite de la pobreza para conseguir alguna ayuda”

Algunas madres comentan cómo afecta la subida del IVA en su presupuesto para la 'vuelta al cole'

“La subida del IVA la he notado sobre todo en el uniforme”. Para María del Pilar Mazón, como para todos los padres con hijos en edad escolar, la vuelta al cole solo representa gastos extra. Este año le han quitado la beca para el comedor y la ayuda de libros para su hijo de 11 años, que estudia en el colegio concertado Nazaret. “Me han dicho que no hay ayudas para casi nadie, que solo habrá en casos muy puntuales, muy excepcionales”, cuenta un poco abatida. Y es que el curso inicia con la eliminación de las becas de libros de texto, que recibieron 310.000 familias en 2011 y cuya cuantía oscilaba entre 90 euros para estudiantes de primaria y 110 para los de secundaria.

“Me he planteado cambiar al niño de colegio por los gastos, pero ahí tiene a todos sus amigos” comenta María del Pilar. Especialmente después de tener que pagar 300 euros por un ordenador específico y “de uso exclusivo para la escuela”. Carmen Villarubia, madre de un niño de 10 años que comienza también sexto de primaria en el colegio concertado Nazaret de San Blas, está en paro desde hace unos meses y su marido es mileurista. Aunque compró todos los materiales “que pudo” a finales de junio, cuando recibió la lista de artículos, no ha podido evitar la subida de los precios del centro. “Nos han subido el gasto de materiales de 30 euros a 150 este año”, dice enojada la madre. Como el comedor le cuesta unos 120 euros al mes, ha optado por que su hijo vaya a casa a comer y así ahorrarse el gasto. Villarubia asegura que nunca ha recibido la subvención escolar. “Tienes que estar en el límite de la pobreza para conseguir alguna ayuda”, asegura.

El nuevo uniforme del hijo de María del Pilar le ha costado unos 40 euros más. Y eso sin contar las zapatillas deportivas. “Gasta tres o cuatro al año. Me estoy planteando comprarle unas muy caras para que le duren todo el año”, explica esta madre. Beatriz D., profesora y madre de un niño de cuatro años, también ha notado el gasto a la hora de comprarle ropa. “En vez de dos pares de zapatillas de 50 euros, le compraré uno de 50 y otro de 20”. Como su hijo está en infantil en un centro público, no tiene que gastar  en uniforme ni cuadernos. “Los padres hacemos un bote de 50 euros cada uno para los materiales, así que notamos menos la subida”, asegura Beatriz, que imparte clases en un centro público. No obstante, observa “más libretas de los chinos o de hipermercados. Las papelerías perderán más este año porque no podrán competir con las grandes tiendas”, explica la profesora.

Para Blasina Torres, embarazada de su segundo hijo y beneficiaria del subsidio para parados de larga duración, las variaciones del gasto no están del todo claras. Su hijo, de 12 años, inicia la ESO en un colegio público de Moratalaz por lo que no necesita uniforme, aunque reconoce que la ropa, y en especial los zapatos, está muy cara. Todavía no sabe cuanto pagará de comedor ni que hará la dirección del ‘cole’ sobre los tuppers. “Me han enviado un comunicado para informarnos de que los centros del distrito van a unificar criterios y decidir un precio único para los que decidan llevar tarteras” narra la mujer, cuyo marido está en el paro. “Creo que la variación será muy poca, pero habrá que ver si me compensa. Si es muy caro, mi hijo llevará tupper o vendrá a casa a comer”, dice la madre. Por el momento, este mes el niño sale a las 13 horas, por lo que comerá en casa. “Decían que eran 4,80 euros, que son unos 15 céntimos más que el año pasado. Hay que ver cuánto sale al mes, y luego decidiré”, añade la madre.

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