Madre por encima del cáncer
La vitrificación de ovocitos permite a una mujer con un tumor en el ovario tener un hijo El Instituto Dexeus de Barcelona ha anunciado que es el primer caso de este tipo en España
A los 28 años, un cáncer de ovario se cruzó en el sueño de Vanesa de ser madre. “Tener hijos ha sido siempre la mayor ilusión de mi vida, se me cayó el mundo encima”, rememoraba este miercoles. Una técnica de congelación que preserva los ovocitos —la vitrificación— ha permitido a esta mujer cumplir su objetivo y ser la primera mujer en España que, tras superar un tumor en el ovario, consigue tener descendencia mediante este procedimiento de crioconservación.
Vanesa ha presentado en el Instituto Universitario Dexeus de Barcelona a su hijo Mario, que nació el 11 de junio. “Ha sido un caso excepcional”, explicó el presidente de la fundación Dexeus, Pedro Barri en el mismo acto. “El procedimiento usado [la vitrificación] era la única vía de preservar la maternidad de la paciente”.
A Vanesa le comunicaron que tenía un cáncer en el ovario izquierdo en 2009, en un hospital de Zaragoza, donde reside, y del que prefiere no dar detalles. Se le extirpó el órgano afectado y le trasladaron que habría que actuar de la misma forma con el derecho y el útero por si la neoplasia se había extendido. Ello suponía renunciar a ser madre. “Me derrumbé, lo que me preocupaba era poder tener hijos, más que el problema oncológico”, relató a este diario por teléfono. Y decidió buscar una segunda opinión en el Instituto Dexeus.
Tener hijos ha sido siempre la mayor ilusión de mi vida Vanesa, madre de Mario
En el centro catalán le ofrecieron la posibilidad de extraerle ovocitos —óvulos inmaduros— del ovario derecho para vitrificarlos por si se podían usar en un tratamiento de reproducción asistida una vez se recuperara del tumor. Además, le indicaron que si bien era conveniente —una vez obtenidos los gametos— retirar el otro ovario por precaución, lo más probable era que el útero estuviera a salvo, algo de lo que solo estarían seguros si en el quirófano, al retirar el segundo ovario, observaban que la zona estaba limpia, como recordó el oncólogo del centro, Rafael Fàbregas.
Mediante un tratamiento conservador de estimulación ovárica, debido a la enfermedad, se le extrajeron y crioconservaron 14 ovocitos en dos tandas. Primero, en marzo de 2010, cuatro, y luego, en mayo, 10.
El segundo ovario se extirpó en julio de 2010. Afortunadamente, no había afectación del útero.Los especialistas aguardaron algo más de un año para asegurarse de que la zona afectada estaba totalmente recuperada y sin actividad neoplásica. Con todos los resultados de marcadores tumorales negativos, comenzó el proceso de reproducción asistida.
La vitrificación era la única vía para preservar la fertilidad de la paciente
Pedro Barri, presidente de la Fundación Dexeus
De los 14 ovocitos se descongelaron ocho, aunque solo siete estaban en buen estado. Se fecundaron con los espermatozoides de Jordi, la pareja de Vanesa, y se obtuvieron cuatro embriones viables. Dos se implantaron y dos se congelaron por si Vanesa quiere volver a ser madre. Cuando todo parecía que iba por el buen camino, uno de los embriones anidó fuera del útero, por lo que la paciente tuvo que volver a pasar por el quirófano a las cinco semanas de gestación para retirarlo. El otro siguió su curso, y a las 39 semanas nació Mario.
La vitrificación, que se comenzó a aplicar en España en 2006, se ha convertido en una de las opciones de más peso para quienes desean mantener a salvo sus óvulos y aplazar su maternidad. Hasta entonces, no era posible afrontar con garantías la criopreservación de ovocitos. Esta técnica, con una tasa de supervivencia de los gametos descongelados superior al 90%, permite almacenarlos en tanques de nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero hasta que la mujer decide que ha llegado el momento de ser madre.
Por ello, está especialmente indicado para pacientes oncológicas. Dexeus cuenta con ovocitos vitrificados de 70 mujeres afectadas por procesos neoplásicos, el Instituto Valenciano de Infertilidad de 420, el 70% de ellas por tumores de mama. Los tratamientos de quimioterapia o radioterapia pueden lesionar la capacidad reproductiva de la mujer. Para evitarlo, cada vez está más generalizada la opción de extraer ovocitos y preservarlos para protegerlos de los efectos de la quimio y fecundarlos en un futuro, una vez superado el tumor, sin necesidad de acudir a bancos de gametos. En estos casos, se suele aplazar la gestación cuatro años después de la terapia, para asegurarse que el tumor ha desaparecido totalmente. Virginia apenas tuvo que esperar un año, ya que su proceso fue poco agresivo y no necesitó quimioterapia,
Junto a la vitrificación, existe la posibilidad de preservar la fertilidad mediante el autotrasplante de tejido ovárico. En este caso, se extrae y se congela la corteza del ovario antes del tratamiento antitumoral para, tras la terapia, reimplantarlo y devolver a la mujer la capacidad reproductiva. En 2009, nacieron dos gemelos en el hospital Doctor Peset de Valencia gracias a esta técnica.
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