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tribuna
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¿Recortar para mejorar la ciencia? No, gracias

El Gobierno de Rajoy rema contracorriente al pretender “adelgazar” el sistema español de I+D: la Comisión Europea defiende la necesidad de incorporar al sistema científico de la UE un millón adicional de investigadores

Las desafortunadas palabras de la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, en la revista Nature reflejan una vez más la falta de orientación de un Gobierno español que navega a la deriva.

Argumentar que el sistema español de I+D+i no es tan grande como para "justificar el pago a tantos investigadores como se está haciendo ahora" refleja un desconocimiento de la situación en nuestro país. O tal vez, viendo de quien proceden las palabras, se trata de la búsqueda de una salida digna ante las presiones y recortes de un Ejecutivo sin rumbo.

España se encuentra entre los diez países del mundo con más producción científica, con cerca de 50.000 publicaciones anuales. En relación a la calidad, nuestro país se sitúa entre los quince primeros; y también lo hace en visibilidad e impacto medido a través de las citas por documento. Por tanto, hablar de un excesivo número de investigadores no es justificable en vista de los resultados.

Cuando la Comisión Europea habla de la necesidad de incorporar al sistema un millón adicional de investigadores para situarnos en la recomendable inversión del 3% del PIB en I+D+i, no parece lógico que en España se piense en reducir el número de investigadores. Tampoco lo es que mientras desde Bruselas se apuesta por este 3% de inversión, el Ejecutivo español siga promoviendo recortes en ciencia y tecnología. El Sr. Rajoy y su Gobierno reman a contracorriente.

Mientras hablamos de atraer a los mejores estudiantes a las carreras científicas, de evitar la fuga de cerebros y de asegurar una mayor presencia de la mujer al sistema de I+D+i, el Gobierno español apuesta por reducir la inversión y por aumentar las tasas universitarias, lo que inevitablemente reducirá nuestra capacidad para atraer, retener y promover el mejor talento científico en nuestro país.

Sorprende que una gran conocedora del sistema español y sus necesidades escriba, al hablar de los presupuestos de 2012 como los más austeros de la historia de la democracia, que la ciencia "no puede ser una excepción", afirmando a continuación que está "de acuerdo con una significativa, pero no insalvable, reducción de los presupuestos".

La crisis financiera y económica ha dejado en evidencia las debilidades del modelo europeo y del español en particular. Con el objetivo de salir fortalecidos de dicha crisis, y para reconducir nuestra economía, debemos apostar por la investigación y la innovación como únicas garantías para avanzar hacia una economía basada en el conocimiento que permita garantizar un crecimiento más equilibrado, diversificado y sostenible. La disciplina presupuestaria no puede afectar a aquellos sectores que como la I+D+i y la educación garantizan nuestro potencial de crecimiento y competitividad.

Es evidente que hay que apoyar a los proyectos excelentes con potencial de aumentar nuestra competitividad y contribuir al bienestar social. No obstante, apostar por la calidad no pasa por reducir la cantidad. La excelencia no es producto de la improvisación sino que depende de inversiones a largo plazo en instituciones y personal investigador. Sólo así se pueden sentar las bases de un sistema científico sólido y lo suficientemente amplio para permitir el florecimiento de la excelencia.

La falacia de que recortando mejoramos no es creíble ni aceptable. Recortando en ciencia y reduciendo el número de investigadores en nuestro país lo único que logramos es hipotecar un poco más nuestro ya complicado futuro.

Teresa Riera es Diputada del grupo socialista en el Parlamento Europeo, Ponente del Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE: Horizonte 2020 (2014-2020)

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