La salida del director de televisión agrava el vacío de poder en RTVE
Santiago González ha presentado un preaviso de extinción de contrato El ambiente de desgobierno bloquea decisiones en todos los ámbitos
La fuga de directivos ha empezado en la televisión pública. El responsable de TVE, Santiago González, ha presentado ante la corporación un preaviso de extinción de contrato, lo que agudiza la delicada situación por la que atraviesa la compañía. A esta salida se uniría la de Silvia García Malsipica, experta en asuntos jurídicos y jefa de Gabinete del presidente, que negocia también su marcha. Fuentes de RTVE admiten que entre la dirección existe una sensación de “desgaste”, acrecentada por la ausencia de un presidente ejecutivo desde que hace nueve meses dimitió Alberto Oliart.
Este ambiente de desgobierno está bloqueando la toma de decisiones en todos los ámbitos, y, especialmente, en cuanto a los contenidos. No hay líneas estratégicas claras sobre el modelo de televisión pública, salvo las que adopta sobre la marcha un Consejo de Administración que funciona asambleariamente y cuyo presidente rota cada mes. A menudo se asumen responsabilidades sin que nadie las respalde, se quejan algunos directivos. A esto se suma la delicada situación financiera que vive el grupo tras el recorte de 200 millones de euros en el presupuesto de RTVE para este año (sobre los 1.200 millones previstos).
La crisis de RTVE
- 6 de julio. Dimite el presidente, Alberto Oliart.
- 20 de julio. Los 11 consejeros se turnarán mensualmente para ejercer la presidencia y evitar el vacío de poder.
- 21 de septiembre. Intento de control informativo. Los consejeros aprueban poder acceder al sistema de noticias antes de emitirse.
- 23 de septiembre. Se revoca el acuerdo anterior.
- 2 de enero. el Gobierno anuncia un recorte de 200 millones de euros a RTVE.
- 2 de febrero. RTVE planea eliminar de la programación Cuéntame y Águila Roja para ahorrar, pues pagan al emitir.
- 8 de febrero. Primeros recortes. Las estrellas cobrarán un 25% menos.
- Marzo. Peligran los canales 24 horas, Clan y Teledeporte.
Aunque la renuncia de Santiago González no tiene fecha de ejecución, la presentación del preaviso es un síntoma más del cambio de ciclo que impera en la televisión pública desde la llegada del PP al Gobierno y de la inestabilidad en la que la casa vive en estos últimos meses. Sus planes para abandonar próximamente la cadena estatal se conocen la misma semana en la que el consejero de RTVE Jesús Andreu (elegido a propuesta del PP) comunicaba su renuncia al puesto a partir del 1 de abril para incorporarse a la Fundación Carolina. Tras este abandono, el Consejo de Administración se queda con nueve miembros, frente a los 12 que establece la ley. Y aunque la mitad de ellos ha expirado su mandado hace varios años, las principales fuerzas políticas (PP y PSOE) no han sido capaces de ponerse de acuerdo para su renovación, que exige una mayoría parlamentaria cualificada.
Esta oleada de “deserciones” se interpreta dentro de la compañía como fruto de la inseguridad en la que viven tanto los altos cargos de RTVE y como los profesiones, especialmente en el área de los servicios informativos, atacados con especial virulencia esta semana en la comisión de control parlamentario por los diputados y senadores del PP que denuncian sistemáticamente falta de neutralidad e independencia. Esa inquietud está alimentada por la indecisión del Gobierno de Mariano Rajoy para proponer un nuevo presidente. Desde julio pasado, cuando Oliart presentó su dimisión, la compañía está descabezada. Poco después se produjo la renuncia del representante de CCOO en el Consejo, Héctor Maravall, que dejó el puesto como una respuesta al intento de este organismo de controlar la escaleta de los telediarios.
En los últimos tiempos también ha dejado TVE la que fuera jefa de programación y antena, Lola Molina, que se trasladó a la privada Antena 3. Ahora, Silvia García, nombrada por Oliart como su jefa de Gabinete, se reincorporará a la Administración del Estado, según fuentes de la corporación.
El hecho de que directivos como estos puedan “saltar” a empresas que compiten directamente con la pública es vista con recelo por algunos miembros del Consejo de Administración, sobre todo, cuando dichas empresas han firmado significativos contratos con RTVE.
González se incorporó a la corporación en 2007. Cambió la dirección de RNE por la TVE cuando Oliart fue nombrado presidente de RTVE, en 2009. Después de una gestión solvente y que ha consolidado el liderazgo de la televisión pública en un contexto cada vez más competido, planea su marcha justo cuando TVE se ve obliga a ajustarse el cinturón de manera drástica. El recorte de 200 millones de euros se está notando ya en las audiencias. En los últimos meses se han retirado de la parrilla las series más populares y las que más espectadores proporcionan, una estrategia de ahorro que le ha hecho perder el liderazgo en marzo. Y todo apunta a que la situación no mejorará con las producciones más emblemáticas sigan en la nevera.
El preaviso será examinado en los próximos días por el Consejo de Administración de RTVE. Fuentes de la corporación sostienen que la presentación de este documento ahora tiene como objetivo poder percibir determinadas partidas pactadas en el contrato. “Es simplemente un preaviso de extinción con un tiempo determinado porque así está previsto en su contrato”.
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