Airbus denuncia el boicoteo de China por la tasa al CO2
La firma tiene en el aire un pedido de 45 aviones valorado en 7.500 millones El consejero delegado de la compañía pide a la UE que suavice la legislación
China podría bloquear las compras de aviones comerciales a Airbus como represalia por las medidas adoptadas en la Unión Europea respecto a la denominada tasa de carbono. Aprovechando la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados del grupo aeronáutico europeo, el consejero delegado, Louis Gallois, hizo ayer un llamamiento a las autoridades de la UE para que reduzcan las exigencias de esta normativa, respaldada por el Tribunal europeo de Justicia.
Según Gallois, se trata de un problema que no puede ser abordado únicamente por una zona geográfica ya que deja a las industrias afectadas en desventaja. En este caso, las negociaciones en marcha afectan de momento a la compra de 10 unidades de la aeronave más grande de Airbus, el A380, con capacidad para más de 500 pasajeros, y de 35 unidades del A330 de largo recorrido, algunas de las cuales habrían entrado ya en la fase de producción. En caso de materializarse la amenaza china se podría ver afectado incluso el ritmo de producción de esta aeronave.
“Airbus está afectada por las represalias. El Gobierno chino se niega a aprobar los pedidos de las aerolíneas chinas”, declaró Gallois, según France Presse.
También India, EE UU, Rusia, México y otros países han amenazado con una guerra comercial
El contrato en juego podría alcanzar los 7.500 millones de euros, ya que, a precio de catálogo, cada A380 supone unos ingresos para Airbus de 250 millones de euros y cada A330, 150 millones. “Solo podemos señalar a la UE las consecuencias de seguir adelante con un programa del que están en contra casi todos los países al margen de la UE”, comentó el máximo responsable de EADS-Airbus. Y subrayó que la mayor parte de los miembros de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), consideran también reprobable esta normativa que entró en vigor a principios de año y que obliga a las compañías aéreas que operan en aeropuertos europeos a comprar el equivalente al 15% de sus emisiones de CO2 como medida contra el cambio climático.
Gallois insistió en el compromiso de Airbus por el desarrollo de una aviación “más verde” y destacó que durante los últimos lustros el tráfico aéreo mundial ha crecido más del 45%, mientras que el consumo de combustible solo ha crecido el 3%. Gallois repitió que no querrán entrar en enfrentamientos con ningún Gobierno de Europa. “Queremos ser buenos ciudadanos en todo el mundo, no sólo en Europa. También en India, Brasil...”.
China, India, EE UU, Rusia, México y otros países han mostrado su oposición a la normativa de Bruselas —avalada por el Tribunal Europeo— y han amenazado con una guerra comercial. Los más enfadados son los países en desarrollo, que ven cómo sus compañías se ven obligadas a pagar mientras que, según los tratados internacionales de lucha contra el cambio climático, están exentos de los compromisos obligatorios.
La Comisión Europea reiteró ayer la necesidad de atajar las emisiones de gases de efecto invernadero. Bruselas recuerda que la OACI debate desde hace una década una solución sin ningún avance.
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