La cumbre del clima avala enterrar el CO2 en países pobres
Aún no hay plantas viables para capturar y almacenar el dióxido de carbono
La captura y almacenamiento de CO2 (CAC) está a punto de recibir un aval internacional inigualable. Los países han consensuado en la cumbre del clima de Durban que la técnica de enterrar el gas sea considerada como mecanismo de desarrollo limpio (MDL), lo que generará créditos de CO2 si se realiza en países en desarrollo. Aunque cualquier Estado aún puede vetarlo, la captura ha recorrido, pese a la oposición ecologista, un camino que la nuclear no ha logrado en más tiempo.
La Agencia Internacional de la Energía llama al carbón el "combustible invisible". Pese al desarrollo de las renovables, un 40% de la nueva potencia instalada en la última década se produjo con térmicas de carbón, especialmente en China e India. La mayoría de los Gobiernos ha invertido en el desarrollo de la tecnología de captura y enterramiento del gas, pero aún no hay plantas viables.
"Es un hito, un respaldo impresionante a la tecnología", explicó Mark Bonner, responsable del Global CCS Institute, un organismo fundado por el Gobierno australiano pero con socios en medio mundo. Bonner se muestra muy satisfecho en una de las salas de la cumbre. Él es uno más de los cientos (quizá miles) de miembros de un grupo de presión que se han acreditado para velar por sus intereses. Los países con carbón o con gran dependencia del combustible y de otros fósiles han empujado mucho para lograr el acuerdo: Australia, Sudáfrica, Arabia Saudí y China, entre otros.
En realidad, Gobiernos de todo el mundo buscan desarrollar la tecnología. Incluso España, donde apenas hay carbón de calidad, ha conseguido uno de los 12 proyectos pilotos de la UE. En Ponferrada (León), la planta acaba de anunciar que ha completado con éxito la fase de pruebas iniciales de oxicombustión, un sistema para quemar carbón con oxígeno y que facilita su captura y almacenamiento.
En Durban, el comité tecnológico del Protocolo de Kioto ha enviado al plenario una propuesta de acuerdo según la cual se podrá enterrar CO2 en países en desarrollo y deja para el año que viene la posibilidad del transporte de un país a otro. Los proyectos tendrán que reservar el 5% de los créditos por si hay fugas del gas desde el subsuelo y vigilar durante 20 años que el CO2 sigue ahí. El CO
2 evitado lo podrán emitir empresas de los países en desarrollo que compren esos créditos.
Aida Vila, de Greenpeace, criticó duramente la aprobación: "Es condenar a generaciones futuras en países pobres con una tecnología con unos problemas de seguridad que no tienen las renovables". Vila considera que en Durban "intentan dar vida al carbón, un combustible fósil que se muere" por la presión de la industria.
Bonner añade que nadie debe esperar una lluvia de proyectos de CAC mañana: "Tardaremos 5 o 10 años en tener el sistema integrado completo". Además, actualmente la tonelada de reducción producida con un MDL se paga a solo cinco euros, con lo que hacer captura y almacenamiento queda muy lejos de ser rentable.
La CAC parece haber perdido fuelle en los últimos años. Bonner reconoce que hay un descenso de proyectos (de 77 en 2010 a 71 este año), pero lo atribuye a decisiones políticas y al difícil momento financiero para grandes proyectos de energía. El pasado 11 de noviembre, Iberdrola canceló la planta que preparaba en Escocia por falta de financiación estatal, ya que el coste superaba los 1.000 millones de euros.
Qué se integra en el MDL es muy relevante porque es un mercado milmillonario. La nuclear, por ejemplo, después de lustros de discusiones, no ha entrado. Y este año, tras Fukushima, ni se ha tratado.
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