Miles de profesores, padres y alumnos protestan contra los recortes en Madrid
Los sindicatos aseguran que la concentración es la primera de las movilizaciones por las instrucciones del Gobierno de Aguirre
Una falsa monja y una presidenta también disfrazada recorren la concentración contando un chiste. "Se abre el telón, aparece Esperanza Aguirre. Se privatiza el telón". La presidenta (que es un profesor de música con peluca rubia) y la sor (que en su vida real es docente de Educación Física) dan saltitos, gritan y animan al personal. Miles de personas (10.000, según los organizadores) se han acercado esta tarde a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, en la céntrica calle de Alcalá, para protestar por los recortes que este curso afectarán principalmente a la etapa de secundaria. Educación aprobó en julio unas instrucciones que suponen pasar de 18 a 20 horas de clase por docente y, con ese cambio, llegó la supresión de miles de interinos (unos 3.000, según los sindicatos, la consejería no da cifras pero dice que el año pasado solo había 1.700). La cita era para una concentración "sonora" y los asistentes, que han permanecido más de dos horas en la calle, se han presentado con silbatos, cacerolas y un grupo de batucada. Portaban centenares de pancartas. "Sí queremos trabajar (lo hemos hecho siempre) ¡pero mejor!" o "Somos más que 20 horas", señalaban dos de los letreros en referencia a unas declaraciones de Esperanza Aguirre ("la mayoría de los madrileños trabajan más de 20 horas") que obviaban la jornada total del profesorado, que asciende a 37,5 horas, y por las que ha pedido perdón esta mañana.
En otro cartel se leía: "80 millones, lo que le quitan a la pública se lo dan a la privada". La consejería informó de que el recorte en interinos supondrá 80 millones de ahorro sin que hasta la fecha hayan detallado las partidas a las que irá destinado ese dinero. Sindicatos, oposición y los docentes de la concentración de hoy les acusan de desviar ese dinero para desgravaciones fiscales a las familias con hijos en la escuela privada. El año pasado se aprobó una medida que aumenta las desgravaciones escolares a familias con hasta 30.000 euros de ingreso por miembro. Eso supone, por ejemplo, que una pareja con un hijo con ingresos de 90.000 euros puede deducirse parte de los gastos. La Comunidad niega que haya relación entre ambas cantidades.
Muchas de las pancartas hacían recuento del número de profesores que se pierden por centro. "El IES Dolores Ibarruri, con nueve profesores y medio menos", señalaba un cartel. Natalia Almena, orientadora en ese instituto, explica que la reducción implica que los alumnos de compensatoria (aquellos con dos años de retraso curricular y problemas sociales) no tendrán un docente para que les atienda. En el centro Marqués de Santillana, de Colmenar Viejo, se quedan sin profesor para atender el mantenimiento de la biblioteca. El recorte de 12 docentes les impedirá hacer desdobles (dividir las clases de 30 alumnos en dos grupos) en Inglés, Matemáticas o Lengua. "La presidenta no tiene ni idea de lo que es un profesor, debería volver ella a las aulas", ha protestado Luis Alfredo Caro, jefe de estudios en el centro.
"Con Espe se acentúa el problema", decía otro cartel, en referencia a la carta que recibieron los docentes con sus nóminas, en las que Aguirre explicaba el ajuste. La misiva, que echó humo en las redes sociales, incluía varias faltas de ortografía. La presidenta ha restado importancia esta mañana al asunto, asegurando que había una carta oficial (la que llegó a los medios) que fue la que salió de registro y que estaba bien escrita. Antes de mandarla, según Aguirre, "la volvieron a teclear y se olvidaron de los acentos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.