El CSN aprueba que el complejo nuclear de Ascó se mantenga en activo otros 10 años

Endesa e Iberdrola podrán seguir explotando los dos reactores nucleares de Ascó (Tarragona) hasta 2021, pero deberán revisar a fondo la seguridad de la planta. Así lo ha acordado el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), máxima autoridad atómica del país, que ha aprobado por unanimidad renovar la licencia de explotación del complejo atómico por otros 10 años.

Se trata de un trámite ordinario, dado que ambos reactores cumplirán los 40 años para los que fueron diseñados en 2022 y 2025, respectivamente; pero la decisión genera controversia en el caso de Ascó, planta propiedad de Endesa e Iberdrola que ha sufrido los accidentes más graves de la historia nuclear española y acumula el mayor número de incidencias de del parque nuclear del país. El dictamen del CSN, que solo es vinculante en caso de rechazar la autorización, se remitirá ahora al Ministerio de Industria, que tomará la decisión final antes de octubre.

Políticos locales y entidades ecologistas habían reclamado al CSN que aplazara la decisión hasta que se conozca el resultado de las denominadas pruebas de resistencia, examen que los reactores españoles deberán pasar antes de fin de año para determinar si cumplen con las medidas de seguridad aplicadas tras el accidente de la nuclear japonesa de Fukushima. También solicitaban que no se renovara el máximo plazo posible, dado que el CSN puede fijar esta autorización temporal desde un año hasta un máximo de una década, opción escogida en este caso.

Visto bueno pese a Fukushima

El Consejo, sin embargo, ha optado por adelantar su conformidad admitiendo que Ascó cumple con todos los requisitos "salvo aquellos como el de las instrucciones derivadas del accidente de Fukushima". Estos implicarán "una reevaluación de la seguridad de la planta en condiciones más extremas que las contempladas en el diseño actual de la central", precisa el CSN que, sin embargo, ya da el visto bueno a que Ascó siga funcionando.

Para ello reclama que la central debe cumplir una decena de condiciones, como la implantación definitiva antes de 2013 del plan de refuerzo de seguridad derivado de la fuga radiactiva que emitió la central en 2007. El suceso, que ha abierto una causa penal en la que siguen implicados tres altos directivos de la nuclear y el inspector que el CSN tiene destinado en la planta, originó una serie de reclamaciones de mejora por parte del Consejo que Endesa e Iberdrola todavía no han implantado a la central. El CSN reclama además otras 17 mejoras técnicas, como la mejora del sistema de protección contra incendios y de los planes de gestión de accidentes severos.

Ascó, que acumula cuatro de cada 10 incidencias que registran las nucleares españolas, sufrió el pasado abril una fuga de 25.000 litros de agua radiactiva que vertió sobre 19 operarios. El CSN envió inspectores a la planta para investigar lo ocurrido y determinó que la actuación de la central "no fue suficientemente rigurosa" y reveló "varios errores de operación".

Por ello, el Consejo elevó el accidente al nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), que mide la gravedad de los sucesos nucleares en una gradación que va del 1 al 7. Pese a este y otros sucesos, el CSN defiende por unanimidad que los reactores de Ascó "cumplen el nivel adecuado de seguridad para continuar su operación".