Fiebre del oro en Asturias
El mayor yacimiento de oro de Europa Occidental está en Salave (Asturias). De él podrían sacarse dos millones de onzas de oro durante diez años de extracción, pero algunos grupos ecologistas temen que acaree el deterioro del medio ambiente
En Salave, cerca del pueblo surfero y marinero de Tapia de Casariego, en la costa oriental asturiana, hay reservas de oro por valor de entre 3.500 y 5.000 millones de euros, según la empresa ruso-canadiense propietaria del yacimiento, Astur Gold, que ha rehusado a colaborar en este reportaje. Además, también según la empresa, su extracción traerá muchos beneficios a la comunidad: la creación de 250 puestos de trabajo directos y 250 indirectos dejando 10 millones de euros anuales en salarios, en una zona donde el paro es del 40%.
Suena bien, aunque algunos grupos vecinales y ecologistas tienen objeciones, piensan que solo traerá beneficios a la empresa y daños medioambientales a largo plazo. "Creemos que el tratamiento de cianuro utilizado para separar el oro es incompatible con la naturaleza circundante y la práctica de la ganadería y agricultura", explica Carmen Fernández, presidenta de la plataforma vecinal Oro No, que se opone a la explotación y pide la declaración de Espacio Natural Protegido para los lagos de Salave. "Además, se está quebrando la convivencia en el pueblo", continúa Fernández, "pues hay gente a favor y en contra de la mina. Es normal que la gente más necesitada piense que la mina va a venir y salvarles del desempleo".
Desde tiempos de los romanos Asturias es tierra de oro, que el Imperio utilizaba para pagar sus campañas bélicas
Las minas a cielo abierto están prohibidas a excepción de casos de interés público, que no es el caso
Desde tiempos de los romanos Asturias es tierra de oro, que era utilizado por el Imperio para financiar sus campañas bélicas. El yacimiento de Salave lleva esperando ser explotado por diversas compañías desde los años setenta, pero debido al bajo precio del oro entonces y al coste de la tecnología de extracción no ha sido rentable hasta hace algunos años, con la revalorización. En 2005, la entonces propietaria Rio Narcea Gold Mines presentó un proyecto de explotación a cielo abierto que fue denegado por el Principado de Asturias por incumplir el Plan de Ordenación del Litoral de Asturias (POLA), que establece una franja de máxima protección del límite costero de la región. Las minas a cielo abierto están prohibidas a excepción de casos de interés público. Ésta hubiera supuesto un "cráter" en medio del verde asturiano de 600 metros de diámetro.
En vista de la negativa y la oposición vecinal, la nueva propietaria de los derechos mineros, Astur Gold, optó en 2010 por el actual proyecto de explotación subterránea, mucho menos agresivo con la naturaleza circundante. La empresa asegura un cumplimiento riguroso de la ley medioambiental. Explica en su web que no habrá vertido de aguas y que restaurará todos los desperfectos al fin de la explotación, como los depósitos de lodos y escombreras. En los últimos meses, Astur Gold ha emprendido una campaña promocional para atraer a los vecinos indecisos hacia su lado, con la apertura de una oficina en Tapia de Casariego y la publicación regular de un boletín de información.
Los ecologistas no se fían: "¿Qué garantía tenemos de que se va a cumplir el proyecto que presenten? Dicen que quieren poner a Tapia de Casariego en el mapa, pero creemos que la van a hacer desaparecer", opina Fernández, que teme vertidos como los de lodo tóxico en el río Danubio, que fueron provocados por un accidente industrial en Hungría en 2010.
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