Tecnología, periodismo y valores
80.000 personas se han descargado en apenas tres meses la aplicación de EL PAÍS para iPad. Buscan información fiable, contrastada, organizada, jerarquizada y relevante. O para desempeñar con éxito los negocios. O por responsabilidad democrática con las sociedades en las que viven. En definitiva, para ampliar sus horizontes.
Cuando uno se pregunta por qué casi 80.000 personas se han descargado en apenas tres meses la aplicación de EL PAÍS para iPad se arriesga a que la respuesta resulte cuando menos insatisfactoria, sino directamente embarazosa: quién sabe. Habrá decenas, centenares de razones. Seguramente 80.000. Quizá más.
Así que déjenme avanzarles la mía: todas ellas buscan información fiable, contrastada, organizada, jerarquizada y relevante para organizar sus vidas. O para desempeñarse con éxito en los negocios. O por responsabilidad democrática con las sociedades en las que viven. En definitiva, para ampliar sus horizontes.
Y ya en clave menor: para discutir con más argumentos durante la comida del domingo con ese cuñado que siempre vota al otro partido. O para entender los chistes de políticos en el trabajo o el bar a la hora del aperitivo. O simplemente para disfrutar con una pieza interesante, bien escrita, a bordo de un tren rumbo a un fin de semana de descanso. O por todo lo anterior junto. Es decir, por aquello que suele uno encontrar en un periódico de referencia. Sólo que, con el iPad, actualizado de forma continua, todo eso resulta posible en el momento más conveniente o necesario.
80.000 descargas en tres meses supone, bajo cualquier criterio, una cifra importante, que pocos o nadie en la redacción del periódico o en el resto de departamentos de EL PAÍS o del Grupo Prisa involucrados en este proyecto se hubiese atrevido a anticipar cuando arrancó el proyecto antes del verano pasado. Semejante interés por parte de los lectores prueba, en mi opinión, al menos dos cosas relevantes para el futuro del periodismo.
La primera es, una vez más, la velocidad a la que los ciudadanos asumen los retos y las ventajas de la tecnología. Y la segunda, quizá menos inmediatamente obvia que la anterior, es que mucha gente sigue sintiendo la necesidad de disponer de información fiable y sólida en cualquiera de los nuevos soportes -tabletas, móviles, ordenadores de todo tipo-, pese a que los falsos profetas de buena o mala fe no se cansen de augurar un mundo cada vez más infantil, superficial y frívolo como resultado de unos cambios tecnológicos que ni comprenden ni al parecer están dispuestos a aceptar.
De los primeros estudios en Estados Unidos sobre el uso de las aplicaciones de periódicos para iPad surge un dato que cuestiona directamente esta última tesis, que presupone que las lecturas digitales son breves e insustanciales con respecto al consumo más reposado del periódico en papel. En verdad, los usuarios acceden a sus tabletas en múltiples ocasiones a lo largo del día, echan una ojeada más o menos apresurada a la actualidad, se mantienen informados de la última hora, pero almacenan los artículos que más les interesan para leerlos con posterioridad, en el momento que les resulta más adecuado. Lo que suele producirse en la tarde-noche, precisamente el tiempo que hasta ahora las televisiones consideraban su prime time.
Este periódico dispone también en su versión para iPad, naturalmente, de esa funcionalidad. Y me gusta pensar que tanto esa pequeña pestaña -Guardadas, la hemos llamado- como la aplicación en su conjunto responden directamente a los valores que ha venido siempre en defender EL PAÍS y el Grupo Prisa. Esto es, el compromiso con las ideas, con su expansión y con la capacidad de ofrecer a sus lectores lo que necesitan en este nuevo entorno sin perder lo que hace valioso a un periódico: la capacidad de explicar, de contar, de investigar, de recomponer con paciencia los hechos, de poner en contexto y de relatar con claridad todo aquello que juzgamos determinante para el mejor desarrollo de nuestro futuro y el de nuestras sociedades. Todas esas razones, y 80.000 más de momento, justifican nuestros esfuerzos con el iPad, así como nuestro compromiso con todos ellos y con los futuros usuarios de seguir mejorando la aplicación, combinando periodismo y tecnología para responder cada vez mejor a sus necesidades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.