_
_
_
_

Purdy gana la batalla para clarificar la ley británica de suicidio asistido

La Cámara de los Lores considera que esa imprecisión legal atenta contra los derechos humanos.- La mujer quiere saber si su marido será perseguido de ayudarla a morir

La británica Debbie Purdy, que padece esclerosis múltiple desde 1995, ha ganado la batalla para clarificar la legislación británica sobre el suicidio asistido. Purdy, de 46 años y cuya enfermedad degenerativa la tiene postrada en una silla de ruedas, quiere saber qué le pasará a su marido si, llegado el caso, decidiera viajar a Suiza para morir. La Cámara de los Lores, máxima instancia judicial de Reino Unido, ha resuelto este jueves que la legislación sobre esa cuestión es imprecisa, lo que atenta contra los derechos humanos.

Purdy elevó su caso a la Cámara de los Lores después de que el Tribunal Superior de Londres y el Tribunal de Apelación decretaran que corresponde al Parlamento y no a la justicia cambiar la ley. En Reino Unido, el suicidio asistido está castigado con una pena máxima de 14 años de prisión. Los jueces lores no discuten que la modificación de la ley sea competencia del Parlamento, pero sí consideran que la Fiscalía del Estado debe explicar por escrito los factores que considera relevantes para procesar a alguien en las citadas circunstancias.

Más información
Una diputada escocesa enferma de Parkinson lucha por que se legalice el suicidio asistido
"La gente sabe que no tiene derecho a decirme cómo vivir"
Purdy pierde la apelación para que Reino Unido legalice el suicidio asistido
La Justicia británica no tiene nada que aclararle a Debbie Purdy
Investigadores canadienses consiguen revertir la esclerosis múltiple en ratones

Flanqueada por su marido, el músico cubano Omar Puente, la mujer ha manifestado su alegría por la decisión de los jueces lores, que ha calificado como "un paso enorme hacia una ley más compasiva". "Estoy extasiada. Me siento como si me hubieran indultado. Quiero vivir mi vida al cien por cien, pero no quiero sufrir innecesariamente hasta el final", ha dicho. "La decisión significa que puedo hacer una elección bien fundada con Omar sobre si él viaja conmigo al extranjero para acabar con mi vida, porque sabremos exactamente a qué nos atenemos", ha agregado.

Desde 1992, cerca de un centenar de británicos han acabado con sus vidas en la clínica Dignitas de Suiza, donde el suicidio asistido es legal, sin que los familiares de los que acuden allí para morir sean perseguidos.

El pasado fin de semana el diario The Times publicó un sondeo según el cual el 74% de los 1.504 británicos entrevistados se mostraba favorable a que los médicos permitan a los enfermos terminales poner fin a su vida.

En 2001, Diane Pretty, una británica tetrapléjica de 43 años ya fallecida que acudió a los tribunales para que se le permitiera el suicido asistido por su marido, fracasó en su intento de lograr inmunidad para su esposo. En 2006, la Cámara de los Lores bloqueó un polémico proyecto de ley que autorizaba a los médicos a ayudar a morir a pacientes terminales.

Debbie Purdy y su marido Omar, frente a la Cámara de los Lores en Londres
Debbie Purdy y su marido Omar, frente a la Cámara de los Lores en LondresAFP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_