Argentina confirma 60 muertos y cierra los teatros por la nueva gripe
Los responsables de Salud de las provincias del país piden al Gobierno más antivirales para tratar a los pacientes con síntomas claros sin que haya que esperar a la confirmación de los casos en laboratorio
Argentina ha celebrado este lunes su primera cumbre sanitaria desde que se inició la epidemia de nueva gripe, a finales de abril, con el objetivo de unificar criterios, poner en común datos de afectados y facilitar a los expertos información estadística a nivel nacional. Los responsables de Salud de todas las provincias se han reunido en Buenos Aires con el ministro de la nación, Juan Manzur, y le han reclamado más medios e instrucciones claras para todos los centros sanitarios y médicos del país, sobre todo, sobre cuándo y cómo administrar el antiviral Tamiflu. Las cifras oficiales de muertes han experimentado una nueva subida, ya son 60, cuando hace una semana no llegaban a 45.
El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Claudio Zin, ha explicado a la entrada de la reunión que la provincia no dispone de medicamentos suficientes para entregar a todos los pacientes sintomáticos, y no solo a los casos de riesgo, como se ha venido haciendo hasta ahora. Zin ha asegurado que uno de los acuerdos de la cumbre debería ser ampliar la cantidad de antivirales disponibles, a fin de que se puedan recetar a quienes presentan cuadros más claros, sin esperar a la confirmación en el laboratorio que realiza los análisis y que, en la actualidad, tarda en hacerlo varios días. Zin ha manifestado que en la provincia de Buenos Aires hay siete casos confirmados de muerte por el virus, pero que se analizan otros 17 posibles decesos. "La nación tiene que darnos más medios", ha reclamado también el ministro de Salud de Corrientes.
Manzur, que se había reunido a primera hora de la mañana con la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a su vuelta del viaje a El Salvador para apoyar el presidente derrocado de Honduras, ha afirmado que el Consejo Federal de la Salud examinará las "diferentes realidades" y adoptará instrucciones rápidas. Los expertos reclaman urgentemente un único mando y una mayor centralización de los datos disponibles para poder ver cómo se está comportando el virus H1N1 desde la semana 19 (primeros de mayo) hasta la semana 26 (el pasado domingo), fechas entre las que se contagiaron más de cien mil personas.
La vida en la capital federal, mientras tanto, se ha reanudado con normalidad, excepto por un mayor índice de absentismo laboral. Los transportes públicos están tan atestados de gente como siempre y los embotellamientos son igualmente largos, acentuados quizás por la lluvia que ha caído durante la mañana. El tema de conversación es tanto la gripe como la victoria del Vélez, nuevo campeón de Liga. Muchos porteños vieron el partido (transmitido por un canal de pago) en bares y cafeterías. En muchos casos, los dueños colocaron en las mesas botellitas con alcohol, en un intento por aumentar la higiene... y la confianza.
Sin embargo, los teatros de la capital echan el cierre. La Asociación Argentina de Empresarios Teatrales ha decidido suspender las obras en todo el país durante los próximos 10 días para intentar evitar la expansión del virus. El dinero de las localidades ya compradas se devolverá.
Donde está claro que la nueva gripe está provocando daño económico es en el sector turístico. Bolivia ha anunciado que estudia cerrar la frontera y Brasil ha recomendado fervientemente a sus nacionales que no viajen a Bolivia. Al menos 120 vuelos charter brasileños que debían llegar a Bariloche, en plena temporada de nieve, han sido cancelados.
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