La clínica de Udine debate si acepta desconectar a Eluana Englaro

La familia de Eluana Englaro, la mujer de 37 años que desde hace 17 permanece en estado vegetativo irreversible, sigue buscando la forma de ejecutar la sentencia firme del Tribunal Supremo italiano, que autorizó en noviembre pasado a desenchufar la sonda que la mantiene viva.

Los Englaro esperan la decisión de la clínica concertada de Friuli, llamada Ciudad de Udine, que se ofreció a ingresar a Eluana para desconectar la alimentación artificial. La clínica hizo saber hace unos días que decidiría después de las Navidades, aunque todavía no se ha pronunciado.

El consejero delegado de la clínica, Claudio Riccobon, suspendió el traslado de Eluana, previsto para el 16 de diciembre, horas después de que el ministro de Sanidad, Maurizio Sacconi, emitiese una circular a las regiones prohibiendo a los centros médicos interrumpir la alimentación a los pacientes en estado vegetativo.

Según el neurólogo de Englaro, Carlo Alberto Defante, no será fácil que Eluana viaje finalmente desde Lecco (Milán) a Friuli. "Después de las amenazas del Gobierno, la clínica se juega mucho. Es un centro concertado, y sin los pacientes de la Seguridad Social no podría sobrevivir", ha explicado.

En caso de que la clínica no acepte a Englaro, su abogado, Vittorio Angiolini, tiene preparado ya el recurso administrativo que pedirá a Lombardía para que ejecute la sentencia en su territorio. "Udine es la vía privada, y tenemos que ver qué sucede. Si dicen que no, exigiremos a Lombardía que se ocupe del caso. En Italia, las regiones son las responsables del Estado ante los pacientes, y como Englaro está ingresada en Lombardía, son ellos quienes deben hacerse cargo", ha dicho Angiolini.

La familia ha contemplado también la opción de llevar a Eluana a Suiza, pero tampoco allí ha encontrado facilidades. La presión conjunta del Vaticano, de la Iglesia católica italiana y del propio Gobierno de Berlusconi, que prepara una ley de testamento vital que negaría el derecho del paciente a rechazar la alimentación artificial, intenta bloquear como sea una resolución judicial alcanzada tras una batalla legal que duró 11 años.

El pasado 22 de diciembre, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechazó el recurso presentado por varias organizaciones católicas contra la sentencia del Supremo, que dio carácter definitivo a una decisión anterior del Tribunal de Apelación de Milán. El tribunal de Estrasburgo recordó que la sentencia afecta sólo a Eluana, y que "los demandantes no tienen ninguna relación directa" con ella.